Ante la continuidad de las inéditas arbitrariedades del Gobierno Nacional ante la disputa por la gobernación de Barinas, reproducimos aquí la posición de la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS).
Jueves 9 de diciembre de 2021
Las arbitrariedades y el autoritarismo del Gobierno de Maduro, así como la burla al pueblo, en el caso de Barinas, han llegado a su máxima expresión. Anular un conteo electoral por segura derrota del candidato oficial del Psuv vía el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), inhabilitar al candidato opositor que llevaba la delantera en el conteo, convocar a un nuevo proceso electoral por dictamen del propio TSJ, inhabilitar a placer los candidatos propuestos, todo como si no existiese un Consejo Nacional Electoral (CNE), para garantizarse como sea la gobernación de dicho estado.
Si cuando el Gobierno de Maduro tenía minoría en la Asamblea Nacional era el TSJ quien asumía y ejercía funciones legislativas porque así les convenía, previamente el propio TSJ declarándola en desacato, ahora el ente Judicial, asume funciones electorales porque así se le antoja al Gobierno. Se sabe muy bien que el TSJ sigue las órdenes de las camarillas gobernantes, y así tenemos al suprapoder que hace y deshace por todas las cosas desde lo alto de Miraflores, y es lo que acontece en el estado Barinas.
Como escribimos en un reciente artículo, en un movimiento político inesperado y ante el temor cantado de perder la gobernación del estado Barinas, el Gobierno de Maduro vía el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) decidió, en un claro dictamen bonapartista, suspender el conteo de tres urnas que no sobrepasan los mil votos ante un apretado resultado, aludiendo que el candidato de la oposición tenía un proceso en curso por la Contraloría General, por lo cual pasaba el TSJ a inhabilitarlo –¡en pleno proceso de conteo de los votos!–. Acto seguido convocan a nuevas elecciones, siendo que ni el propio CNE lo sabía, de hecho, todo el proceso electoral corrió normal, siendo que el “descubrimiento” lo hace el TSJ posterior al evento electoral y cuando la derrota era cantada.
Te puede interesar: Intento de fraude: TSJ suspende sumariamente conteo de votos y dictamina nuevas elecciones en Barinas
Te puede interesar: Intento de fraude: TSJ suspende sumariamente conteo de votos y dictamina nuevas elecciones en Barinas
La acción del Gobierno de Maduro que, como dijimos en su momento tenía que ser repudiada y rechazada, se llevó a cabo bajo el más podrido autoritarismo bonapartista, decidiendo quién puede presentarse o no a un cargo de elección popular, y más aún, burlar los resultados de una elección cuando no le favorece, y de la manera más arbitraria posible, haciendo pesar todo el poder del control del Estado para imponer sus designios políticos.
Hablamos de un gobierno repudiado por las masas y que en las recientes elecciones regionales terminó obteniendo la más baja cantidad de votos en toda su historia, aunque el CNE le haya proclamado victoria en la mayoría de las gobernaciones del país, dado los niveles de abstención y la fuerte crisis que enfrenta la oposición quienes, a diferencia de la última vez que se presentaron unificados en el 2015, esta vez concurrió bastante dividida.
Pero para garantizarse un triunfo electoral en las próximas elecciones dictaminadas por el TSJ el próximo 9 de enero en Barinas, continuó ejecutando medidas calco y copia como las ejecutadas por Daniel Ortega en las recientes elecciones en Nicaragua. La práctica tuvo su curso, acomodar todo a modo de reducir al mínimo la posibilidad de perder, y para ello no le faltaron “aliados”.
Como Freddy Superlano estaba inhabilitado, la oposición aglutinada alrededor de la MUD, buscó inscribir a la esposa del ex candidato, Aurora Silva, quién váyase a saber por qué, resultó también inhabilitada, cuando nunca ha ejercido un cargo público (las razones de esas inhabilitaciones son por algún proceso en razón del uso de recursos públicos bajo la gestión de las personas). En tal situación la oposición busca postular a Julio César Reyes, quien también apareció inhabilitado de acuerdo al Tribunal Supremo de Justicia. Próximo a vencerse el plazo de inscripción la oposición coloca a Sergio Garrido, el candidato que encabezó la lista a diputados de la MUD por Barinas en las pasadas elecciones, siendo electo como tal.
El gobierno de Maduro ya había hecho sus movimientos previos. Argenis Chávez, el candidato de la elección suspendida por el chavismo había “renunciado”, colocando el propio Maduro a Jorge Arreaza, actual ministro de Industrias y ex vicepresidente del país, quien nunca ha vivido ni votado en Barinas, por lo que no aparece (aparecía) en el registro electoral de esa entidad, y hasta hace un par de semanas votaba en la parroquia 23 de Enero, en Caracas. Pero eso no era problema, en un cerrar de ojos era habilitado y aparecía como votante en una escuela de la Urbanización Tavacare, ubicada en la parroquia Alto Barinas.
Pero los actos arbitrarios no se quedaron solamente en eso, era necesario acomodar más aun el tablero político. Pasó a inhabilitar a cualquier candidato que le sacara votos al candidato del PSUV por izquierda, que no quiere votar en la oposición, pero tampoco al gobierno, le llegó el caso inhabilitar al candidato de la Alternativa Popular Revolucionaria (APR) con la tarjeta del Partido Comunista (PCV), quien ya había participado en las recientes elecciones pasadas y jamás se le había notificado que no podía ser candidato. Si estaba habilitado para la elección anterior, ¿por qué aparece inhabilitado para la del 9 de enero?
Pero eran necesario más actos para la farsa, dividir a los votantes del arco opositor. Para ello se lanzó de candidato (o lo lanzaron como candidato) Claudio Fermín, abanderado de Soluciones y presentado por la Alianza Democrática, quien tampoco estaba registrado como votante en Barinas y por tano no podía postularse; es público y notorio que Fermín ha hecho toda sus carrera política en Caracas, habiendo sido incluso alcalde. Tanto es así que, en un primer momento, cuando se informó oficialmente que competiría por ser candidato a gobernador por Barinas, el sistema del CNE no lo aceptó por no votar en el sitio donde competiría, pero momentos más tarde fue aceptado como candidato por el CNE. Por ello, de un momento a otro, apareció como votante en una institución escolar en el municipio Barinas, parroquia Barinas, cuando en las recientes elecciones votaba en San Román, estado Miranda.
También apareció la candidatura de Adolfo Superlano, sin ningún parentesco con Freddy Superlano, quien fuera el oficiante de la diligencia ante el TSJ que sirvió como argumento “legal” para inhabilitar al otro Superlano. El denunciante ante el TSJ confirmó que el pasado 2 de diciembre inscribió su candidatura para las elecciones del 9 de enero, con la tarjeta del Movimiento de Integridad Nacional - Unidad (MIN Unidad), y su postulación ante CNE fue la primera que cumplió con los requisitos exigidos y sin objeción alguna.
Adolfo Superlano es un exdiputado de la oposición de derecha, parte del sector “disidente” que, fracasada la ofensiva opositora de 2019, pasó a enfrentarse con Juan Guaidó y que, en enero de 2020, se aliaron con el Gobierno para desplazar al “Presidente interino” del control de la Asamblea Nacional. En esas mismas coordenadas de alianzas, Adolfo Superlano formó parte, junto con Luis Parra y José Brito, del grupo de diputados que, en nombre de la Asamblea Nacional, otorgaron cartas de buena conducta a Alex Saab y su socio Carlos Lizcano, viajando personalmente a entregarlas en distintas instancias de Colombia y Europa.
En resumen, todo un acomodo político, realizado por un poder y régimen cuasidictorial y con el mayor de los descaros políticos. Proscribe al candidato del APR/PCV por temor a que le saque votos por izquierda, y busca dividir a los votantes de la oposición con políticos y partidos que el sector de la oposición ha llamado “alacranes”, para restarle votos al candidato principal opositor Sergio Garrido.
Lo hemos dicho. Ninguna solidaridad política tenemos con los candidatos de la oposición de derecha, que tal como dijimos con respecto a Freddy Superlano, son opositores que fueron parte de toda la tentativa golpista de enero del 2019 en adelante promocionada por Donald Trump, cuando se intentó imponer por la vía de la fuerza a Juan Guaidó como presidente del país, siendo parte de quienes exigieron las más duras sanciones económicas imperialistas y hasta pedidos de intervención militar. Los mismos que participaron de una asonada militar el 30 de abril donde Leopoldo López y Juan Guaidó aparecieron como los principales incentivadores. Pero todo esto no significa avalar el autoritarismo de un gobierno quien quiere decidir por la vía de las más burdas arbitrariedades quién debe gobernar en un estado.
En el caso del candidato de la APR/PCV, tal como hemos mantenido siempre, rechazamos todos los ataques que ha recibido esa alianza política por parte del gobierno, y somos solidarios con su derecho democrático a presentarse electoralmente con las garantías que corresponden.
Una vez más llamamos a rechazar todas estas arbitrariedades y autoritarismo de un gobierno que se hace valer de todos los poderes del Estado bajo su control, que burlan los propios resultados del sufragio electoral, todo para imponer un candidato en Barinas donde las instituciones estadales han terminado convertidas en casi en un feudo familiar de los Chávez y del Psuv. Solo con la movilización obrera y popular se podrá enfrentar todas estas arbitrariedades de un Gobierno represivo y autoritario, levantando la voz contra todas estas violaciones a las más elementales libertades democráticas.