Apuntalado por la oposición, el gobernador busca unificar al bloque de Unión por la Patria para aprobar el régimen diseñado a favor de las grandes empresas como las mineras.
Maximiliano Olivera @maxiolivera77
Lunes 22 de julio 20:40
“Agua para los pueblos, no para las mineras”. Los aplausos ante la bandera que se desplegó en el recital de la Bersuit durante el cierre de la Fiesta del Poncho fue un reflejo a contracorriente de la discusión política en Catamarca. La adhesión de la provincia al “Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones” (Rigi) está en el centro, con la adhesión mayoritaria desde Unión por la Patria hasta los libertarios. Eso también expresó la recepción del gobernador Raúl Jalil a la vicepresidenta Victoria Villarruel, que pasó 48 horas de turismo y descanso en la provincia.
Como se vio en la previa al tratamiento de la Ley Bases, Jalil apoyó esta iniciativa del gobierno de Javier Milei y aportó el voto de un senador y los diputados catamarqueños de Unión por la Patria. Ahora el Gobierno de Jalil se apresta a adherir a este régimen que otorga enormes beneficios impositivos por 30 años a grandes capitales de ramas productivas y exportadoras en particular el gas, los hidrocarburos y la megaminería. Como han señalado algunos funcionarios oficialistas, en Catamarca el Rigi es sinónimo de megaminería y litio. El Gobierno ultima el proyectó que enviará a la Legislatura, buscando aplacar las divergencias en la bancada oficialista y lograr la segura adhesión de los bloques opositores.
Pese a esta intención del oficialismo, la iniciativa la tomó el bloque de diputados provinciales de La Libertad Avanza, que presentó un proyecto de ley para adherir al Rigi. La primereada libertaria buscó abrir una fisura en el gobierno de Jalil, ya que el ministro de Minería, Marcelo Murúa, expresó públicamente algunas reservas en torno al Rigi. Lo que la oposición intentó presentar como un cuestionamiento de un ministro a Jalil en realidad se trató de matices sobre cómo mejorar el negocio de las mineras. En las declaraciones supuestamente polémicas, Murúa sostuvo: “El Rigi, que está incluido en la ley de Bases, tiene algunos beneficios fiscales para las empresas mineras, pero también hay que decir que el sector minero no es el más beneficiado porque ya tiene muchos de los beneficios que están en la ley de Inversiones Mineras”. Más que un cuestionamiento al Rigi, Murúa planteó como las ganancias mineras se vuelven “política de Estado”. “La minería se transforma en política de Estado de las provincias mineras y a nivel nacional no tiene los apoyos transversales que necesita para desarrollarse como tiene en otros países como Chile. Creo que el Rigi es un incentivo en términos fiscales, pero hay otros incentivos que podrían ser buenos para que la minería se desarrolle en la provincia de los que no se habla", definió.
Si es cierto que un sector del oficialismo –incluyendo algunos parlamentarios– pone reservas, lo hace en función de los intereses de los proveedores y empresas locales, que se verían en desventaja frente al Rigi, cómo criticó la Unión Industrial Argentina. La senadora Lucía Corpacci oficia de esa oposición, aunque no cuestiona de conjunto la política extractivista. No hace falta remontarse a las declaraciones de Sergio Massa como candidato presidencial de Unión por la Patria sobre la cordillera como torta, solo hay que ver la versión bonaerense del RIGI presentada por Axel Kicillof para asegurar un negocio de GNL con las petroleras. Esta inconsistencia del kirchnerismo fue ironizada por el diputado libertario Adrián Brizuela que habló de que se trata de “una suerte de Rigi, pero nacional y popular”.
Buscando cohesionar al bloque de Unión por la Patria, Jalil confía en que tendrá los números para aprobar la adhesión al Rigi en ambas cámaras. Pese a algún posible díscolo, a Jalil le alcanza con los votos del oficialismo, la UCR, el PRO y LLA. Una unión por el extractivismo.
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Maximiliano Olivera
Nació en Mosconi, Salta en 1989. Militante del Partido de los Trabajadores por el Socialismo (PTS). Miembro del comité editorial del suplemento Armas de la Crítica.