Para el FMI, Neuquén es una zona de sacrificio para generar dólares. Aumentar las exportaciones, reducir costos y más beneficios para las multinacionales. El 10 de diciembre hay que llenar las calles contra un nuevo pacto de saqueo y para expulsar a la base yanqui.
Lunes 6 de diciembre de 2021 17:56
Se acerca fin de año y el gobierno de los Fernández se encamina a cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar la deuda ilegal, ilegítima y fraudulenta que dejó el gobierno de Macri. Atrás quedaron los tiempos en que los voceros del gobierno denunciaban ante la justicia el fraude de un préstamo que no fue a construir una escuela, un hospital o una vivienda: se la fugaron toda, y así lo reconoció días atrás el propio Macri.
Con una pobreza que supera el 40%, la indigencia rondando el 10%, mayor precarización laboral, desocupación y pérdida del poder adquisitivo del salario, el Fondo exige no sólo consolidar el ajuste ya aplicado, sino profundizarlo. Más devaluación, recortar el gasto público, empeorar las condiciones de vida de la clase trabajadora, de las y los jubilados.
Con un ojo en la Patagonia
Un objetivo del Fondo es garantizar que estén los dólares para el pago de la deuda. Otro, más profundo, mejorar las condiciones de expoliación de la Argentina dependiente, por parte de las multinacionales. En ese contexto, y aunque sean pocas sus alusiones públicas, el organismo tiene un ojo puesto en la Patagonia.
En octubre de 2018, en el primer informe de revisión del acuerdo Stand By con Argentina, el Fondo afirmó que el aumento de los ingresos procedentes del fracking en Vaca Muerta podría funcionar como un contrapeso frente a los efectos de la sequía en la exportación de soja, y contribuir a la sostenibilidad de la deuda Argentina.
En febrero de 2020, la misión del Fondo se reunió con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. En esa reunión el FMI hizo pocas preguntas, pero una de ellas estuvo centrada en la política energética y Vaca Muerta. Kulfas respondió que estaban trabajando en el proyecto de ley de promoción a la producción de hidrocarburos, presentado recientemente en el Senado.
Pareciera que el rumbo informado por Kulfas dejó conformes a los enviados de Kristalina Georgieva. En su informe de marzo de 2020, el Fondo evaluó el marco macroeconómico que podría “sustentar una operación de reestructuración de la deuda que restablecería la sostenibilidad”. Entre los elementos que ponderó como positivos para hacer viable la reestructuración, el fondo menciona: “El personal asume que se realizan esfuerzos para fomentar las exportaciones e incentivar la IED (Inversión Extranjera Directa), incluso en las vastas reservas de gas y petróleo de esquisto de Argentina de Vaca Muerta".
En noviembre de 2020 el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, se reunió con otra misión del FMI compuesta por Julie Kozack, Luis Cubeddu y Trevor Alleyne. En esa ocasión también rindió cuentas sobre Vaca Muerta: “hemos logrado bajar los costos y ser más eficientes, pero tenemos que seguir trabajando”, planteó. ¿Qué significa “seguir trabajando”? Que “ las empresas tienen que saber cómo van a poder disponer de las divisas que inviertan , cómo se van a manejar los precios internos o cuál será el saldo exportable”.
Exportar para pagar y beneficiar aún más a las petroleras para exportar. Que dispongan libremente de una mayor cantidad de dólares, que se los puedan llevar al exterior, si es necesario. Y que las retenciones a las exportaciones se mantengan en el piso al que las bajó el gobierno durante 2020. Ese es el espíritu del proyecto de Ley de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas, no casualmente presentado por el Ejecutivo en el mes de septiembre. Si el pacto con el FMI podrá implicar el “cogobierno” del organismo durante 10 años, el estímulo estatal a las petroleras contenido en esta nueva ley, se extenderá por 20 años más.
La base del Comando Sur en Neuquén
Si el proyecto enviado al Senado tiene un “timing” particular, también debería llamar la atención que durante los últimos meses se haya puesto en movimiento otro proyecto: la base yanqui en Neuquén. Luego de intentos truncos en 2012 y 2018, avanzan las obras en la meseta neuquina, financiadas por el Comando Sur bajo la figura de “ayuda humanitaria”, y con el aval del MPN y el gobierno nacional.
Durante 2017, el entonces embajador norteamericano Tom Cooney recorrió Neuquén con la intención de reactivar la construcción de la base. En esa visita, destacó las inversiones que "Exxon, Chevron, Halliburton y otras empresas" realizan en Vaca Muerta. ¿Por qué un programa de “ayuda humanitaria” es realizado por un Comando Militar de Estados Unidos?
La base yanqui del Comando Sur forma parte de una estrategia para el control militar y de lo que EEUU considera recursos naturales estratégicos. Toda la historia reciente de la injerencia yanqui en América Latina desmiente los loables objetivos humanitarios. El avance de las obras frente a la Autovía Norte atenta contra la más elemental soberanía y guarda una relación evidente con el avance de las negociaciones con el FMI.
A las calles contra el ajuste y el saqueo
Este año que termina, Neuquén batió récords paralelos. Por un lado, la producción de petróleo y gas en Vaca Muerta, las etapas de fractura, las exportaciones y la recaudación. Por el otro, la cantidad de personas bajo la línea de pobreza y las que, sin contar con lo necesario para comer todos los días, cayeron bajo la línea de indigencia.
Mientras las petroleras perforan sin parar, y frotan las manos frente al aumento de subsidios por parte del estado nacional, en 2021 se conjugaron algunas de las peores consecuencias del fracking: más sismos en Sauzal Bonito, basureros petroleros, consumo millonario de agua en medio de una emergencia hídrica, accidentes laborales, avasallamiento a las comunidades.
Pero también fue este el año en que la lucha de las y los trabajadores de la salud, en alianza con las comunidades del pueblo nación mapuche y la comunidad en general, mostró que no hay poderes intocables.
Ese es el ejemplo que debemos retomar si queremos enfrentar los planes del FMI. Este 10 de diciembre, en Neuquén, como en todo el país, decenas de organizaciones, a instancias de la propuesta del Frente de Izquierda Unidad, saldremos a las calles.
Tenemos que ser miles rechazando el pacto con el FMI y el pago de la deuda, el plan plurianual, el ajuste y la reforma laboral. En Neuquén sumaremos el repudio a la base yanqui y a la nueva ley de hidrocarburos, que profundiza el saqueo. Necesitamos un plan de lucha de todas las centrales sindicales, junto a las organizaciones sindicales, estudiantiles, los movimientos ambientales y de mujeres, para enfrentar este nuevo ajuste.