Fundadora de Correpi y dirigente de Poder Popular, es candidata a diputada por la Ciudad de Buenos Aires por el FIT Unidad, compartiendo listas con Myriam Bregman, Alejandrina Barry y Liliana Mazea.
Gloria Pagés @Gloria_Pages
Jueves 8 de agosto de 2019 12:27
Fotos Estefanía Demarin | Enfoque Rojo
María del Carmen Verdú empezó a acercarse a la militancia en plena dictadura, cuando cursaba la carrera de Derecho. Tiempo después, luego de varias iniciativas, fundó con otros compañeros la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi). A muy pocos días de las PASO, la referente de la lucha antirrepresiva y de la defensa de las libertades democrática habló con La Izquierda Diario.
¿Cómo venís analizando la represión y la postura del Gobierno en este tema?
Llega un punto que ya no encontrás la manera de definir situaciones como la del presidente recibiendo al policía asesino Chocobar y diciendo que es un héroe y que “se necesitan muchos policías como usted” y reincorporado por Bullrich. O casos como el de la policía Carla Céspedes que fue absuelta también escandalosamente en un juicio oral por haber asesinado al chico que salía del supermecardo en Caballito y tenías las manos levantadas; pero esto está pendiente el recurso de casación su mamá está activando con nosotros.
Estamos en una situación absolutamente inédita aun teniendo la obligación de aclarar que no venimos del paraíso. Ninguna de las gestiones del 83 para acá, incluidos por supuesto los tres gobiernos kirchneristas, se caracterizó por la plena vigencia de los derechos humanos. El gatillo fácil y muerte por tortura, las detenciones arbitrarias hostigamiento en los barrios no son cosas que inventó el macrismo, pero sí las ha llevado a un nivel exponencial de desarrollo de la mano de su proyecto político de fondo.
¿Qué relevancia tiene este tema en la campaña electoral?
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¿Cómo ves el escenario, en lo que respecta a represión y libertades democráticas, si finalmente gana el Frente de Todos?
administración en un estado capitalista para disciplinar y para implementar el control social. Esto además se ha corroborado en la práctica a lo largo de los últimos treinta años. Más allá del carácter extraordinario que sin duda tiene la gestión de Cambiemos y sus aliados, lo cierto es que el Frente de Todos va a tener como todos los gobiernos dos parámetros fundamentales que van a definir la administración de su política represiva: por un lado la necesidad material porque el gobierno de Cambiemos deja un desastre en todo lo que tiene que ver con el funcionamiento de la economía, a nivel de políticas sociales. Pero del lado de los Fernández, también dicen que van a honrar la deuda, a lo sumo dicen vamos a renegociar (que fue lo que hicieron en su gestión anterior: pagar religiosamente, se enorgullecía cristina a tocando la campanita en Wall Street).
La situación material va a seguir generando situaciones de conflicto social que son los que disparan la necesidad de la implementación represiva. El otro parámetro es el que tiene que ver con el perfil que tuvo el gobierno anterior: la tercerización de la represión, sus grupos de choque, sin uniforme, sus patotas. Pensemos en el exponente máximo que fue el de Mariano Ferreyra. Pero fue un modus operandi constante.
¿Qué opinás del nuevo invento de Patricia Bullrich, el Servicio Cívico Voluntario en Valores?
Hubo intentos por el estilo, provinciales, de “policía infantil”. Pero este tiene una proyección nacional, es mucho más profunda como nunca se ha hecho hasta ahora.
Además está en manos de Gendarmería, que tiene un montón de hechos represivos encima, además de que junto a Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria tienen la tarea de patrullaje urbano, la infiltración en el conocido Proyecto X.
Tenemos que resistirnos y evitar que esos pibes de los sectores más vulnerables se entreguen este proyecto de subsistencia, que les frían la cabeza por un plato de comida. Por supuesto no es fácil, pero siempre la salida colectiva y organizada va a ser la que se oponga a estas opciones.
¿Cómo ves la campaña de del FIT Unidad entre la juventud, en particular todo el eje antirrepresivo y en defensa de libertades democráticas?
Hay un gran terreno para ir con la discusión, lo vemos cuando recorremos el conurbano o los barrios del sur de la Ciudad de Buenos Aires. Es bien recibida la propuesta y es muy reconocida.
En este punto yo creo que hubo un gran trabajo en la forma en que se construyó la unidad de Frente de Izquierda en esta instancia con una cantidad de caras y nombres en nuestras listas que están reconocidas a nivel masivo y no solamente por la militancia o por el compromiso con la pelea por los derechos humanos sino a nivel general como quienes aparecemos en las comisarías, cuando hay detenciones masivas, como quienes llevan sobre su espalda el peso de las causas contra los genocidas y represores de la dictadura, como el caso de la Lili Mazea.
¿Vez al FITU capaz de inclinar un poco la balanza de la polarización entre las dos fuerzas mayoritarias?
¿Qué valor tiene para vos que Daniel Ruiz integre las listas del FIT Unidad?
enfrentado la Reforma Previsional, donde decenas de miles estuvimos en esas jornadas del 14 y 18 de diciembre de 2017 en las calles. Por eso era imprescindible hacer un reconocimiento, no podía quedar fuera del FIT Unidad.
La primera vez que lo conversamos fue cuando fuimos con el Negro José Montes (referente histórico del Astillero Río Santiago y dirigente del PTS. NdeE) a visitarlo en Marcos Paz a poco de haberlo detenido, octubre del años pasado. El Negro en representación del PTS y yo de Poder Popular nos comprometimos en nombre de las respectivas agrupaciones a impulsar su candidatura dentro del FIT porque su detención es una situación de una gravedad increíble.
El compañero ya lleva detenido más tiempo del que hubiese cumplido si ya tuviera una condena, que además no va a ser posible dictar porque no hay elementos materiales que permitan responsabilizarlo de los delitos como
intimidación pública del que lo acusan.