Después del desalojo de Guernica, en el barrio Stone de Escobar, demolieron 60 casas de familias trabajadoras para hacer un barrio privado. La Justicia falló a favor de los mismos empresarios que las estafaron y el Gobierno también las engañó. Nos contaron su historia y la lucha por delante.
Viernes 6 de noviembre de 2020 19:26
Si los empresarios del negocio inmobiliario se sienten muy fuertes no es para menos, si tienen de su lado al Gobierno y la Justicia. A pocos días del desalojo a las familias de Guernica, con la represión comandada por la Polícia del ministro Sergio Berni y los funcionarios del gobernador Axel Kicillof, este martes pasado otro gobierno municipal del Frente de Todos (junto a Nación y Provincia) organizaba un operativo desalojo y demolía 60 viviendas dentro de un barrio de trabajadores en la localidad de Garín, Partido de Escobar.
Al igual que en Guernica, el Gobierno y la Justicia entregaron las tierras a políticos y empresarios ligados a Juntos por el Cambio para el desarrollo del negocio inmobiliario. En este caso, a Roberto Costas, el presidente del bloque de senadores provinciales de la PBA de los ex Cambiemos, y a su hermano, Carlos Costas, el especulador inmobiliario denunciado por los vecinos, quien estafó a estas familias trabajadoras vendiéndoles los terrenos que compraron en buena fe en el mismo barrio que a muchos los vio crecer.
“Hice la casa a pulmón, pidiendo préstamos para sacar los materiales, pidiendo la plata prestada a mi cuñado para comprar el terreno que me vendieron.”
Los hermanos Costas son integrantes de Nuevo Maschwitz S.A, una de las tantas empresas que operan en Zona Norte para hacer los barrios privados y countries fue quien reclamó el predio. Además, Leandro Costas, referente municipal de Juntos por el Cambio en el Partido de Escobar, a quien enfrentó Ariel Sujarchuk en las últimas elecciones, es hijo y sobrino de quienes pidieron las topadoras. Pero las peleas en campaña son solo para la foto y luego quedan atrás y en Escobar, como en Guernica, el Municipio puso todo a disposición para los negocios de la “oposición” para sacar a las familias que hoy faltan en el barrio: las topadoras, la policía, los operadores y los funcionarios y con los últimos, el engaño.
El Gobierno se comprometió en un acta con medidas habitacionales para quienes había dejado en la calle: hoteles como hospedajes transitorios, subsidios e indemnizaciones a cambio de retirarse. Pero cuando el martes sus casas terminaron de demolerse y una parte del barrio Stone se volvió un baldío la nueva estafa, ahora del Gobierno, estaba en marcha.
“Nos prometieron algo que nos mintieron (...) ellos [por sus hijos] en un jardín que los mandaron, pero supuestamente los iban a mandar a un hotel. Y yo en la casa de un vecino que me dejó dormir ahí en el barrio para quedarme al lado de los terrenos, hasta que rompieron todo.”
¿Por qué no estaban los hoteles prometidos, tampoco los subsidios? ¿Por qué solo había un jardín escolar, un garaje y carpas para pasar la noche? La del martes fue una noche de familias divididas para 60 familias y más de 150 niños y niñas, con mamá e hijos por aquí y papá en casa de un vecino por allá, que aportó un lugar para pasar la noche.
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Por eso el miércoles, solo un día después, lejos de quedarse de brazos cruzados, los vecinos regresaron a la Municipalidad, cortaron la calle y lograron ser recibidos. Se llevaron un compromiso que en 15 días tendrían respuesta. Sin embargo, continúan movilizados, con asambleas y en estado de alerta, recibiendo el apoyo y la solidaridad de otros trabajadores, de organizaciones y de otras luchas por el derecho a la vivienda. Las valientes mujeres de Guernica que hoy siguen de pie peleando por tierra les hicieron llegar un alentador video de apoyo a través de los obreros de Madygraf y su Comisión de mujeres.
El barrio Stone es un barrio de familias trabajadoras. Cuentan los más viejos que el nombre se debe a una fábrica que hace muchos años funcionaba en la zona, como pasa en muchos barrios obreros que toman sus nombres así. Muchas de las familias a las que desalojaron pasaron toda su vida en el barrio, 20, 30 años.
“Solo vienen acá para las elecciones y con un sanguche y una coca piensan que vamos a estar bien. Hoy les sacaron las casas a mucha gente que trabaja y que es familia nuestra”.
Vecina del barrio
Desde La Izquierda Diario seguiremos acompañando a los vecinos del barrio Stone en las medidas que realicen y ponemos nuestro periodismo a su disposición.