¿Qué deja la participación de la Selección Argentina de Vóley femenino en estos Juegos Olímpicos? Las condiciones en las que llegaron a Tokio, la lucha contra desigualdades y el panorama a futuro.
Lunes 2 de agosto de 2021 20:00
Las Panteras en plena deliberación durante su partido ante Italia en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Foto: Getty Images.
Argentina cerró su participación en el Grupo B frente a China, las ganadoras del oro olímpico en Río 2016, con un 0 - 3 (15-25, 22-25, 19-25). La máxima anotadora fue Erika Mercado con 13 puntos. Las dirigidas por Hernán Ferraro no pudieron conseguir ninguna victoria en este certamen.
Un grupo muy duro, lleno de potencias mundiales. A ese panorama se enfrentaba el combinado albiceleste en Tokio. Y Las Panteras estuvieron a la altura de las circunstancias en muchos de los sets, aunque no se logró el objetivo de plasmar ese rendimiento en la conquista de ningún parcial. Fue un torneo que significó un paso fundamental en busca de mayor crecimiento y roce con los equipos de máximo nivel en damas, en la que fue apenas su segunda participación en un juego olímpico luego de la incursión en los anteriores que se disputaron en Brasil en 2016.
Un largo camino hacia Paris 2024
El objetivo de Argentina, en este hecho histórico de disputar por segunda vez un Juego Olímpico, sin dudas era continuar en línea de desarrollo y crecimiento que es el fin firme y realista de un seleccionado que se ubica por debajo de las grandes potencias.
Sobrevuela un sabor amargo por no haber conseguido una victoria como sí había ocurrido en Río 2016, pero entendiendo que el “Grupo de la muerte” era una realidad. En este proceso se afianzaron jugadoras que fueron partícipes de la medalla en los Juegos Panamericanos de Lima y del Clasificatorio olímpico de Colombia, incluso con la situación excepcional de la pandemia, las dificultades para entrenar, la virtualidad, la incertidumbre de algunas jugadoras a la hora de volver al país desde sus clubes, la lesión de Lucia Fresco y otros golpes de los que Las Panteras supieron reponerse para dejar todo por la camiseta en los rectángulos de juego en Japón.
Sin competencia oficial desde enero de 2020 (solo cuatro amistosos y sin la Challenger Cup), demostraron haber sido competitivas frente a las potencias mundiales. De cara al futuro, quedará la necesidad de sumar rodaje internacional.
En plena pandemia, Las Panteras alternaron entrenamientos virtuales y lapsos en el CENARD de manera presencial. Mucho tiempo de parate en la previa a una cita olímpica durísima. Argentina necesita ser un equipo más de ataque que es donde se notaron las diferencias más grandes con los equipos del primer nivel. Queda aprovechar la estatura de las deportistas para sumar eficacia en defensa y recepción. Jugar más rápido y atacar más fuerte y eficiente sumado a la identidad y el presente individual que tienen las albicelestes, va a hacer que este equipo crezca en la medida que el entorno y decisiones políticas de la Federación Argentina de Vóley apuesten y se lo permitan.
Las selecciones nacionales se alimentan de los clubes de todo el país, sobre todo de las jugadoras que alcanzan a desempeñarse y brillar en la Liga Nacional y en la Copa Metropolitana (División de Honor), competencias que aún son amateurs en nuestro país y que representan para muchos equipos un gasto enorme en sus arcas, para viajes, estadías, etc. Se necesita una Liga aún más federal, más grande y profesional, acompañada de un presupuesto acorde para que las jugadoras puedan desarrollarse en sus clubes, en las bases de la Selección y en la mismísima Mayor.
El final del sueño en Tokio
En los Juegos Olímpicos de Río 2016, Las Panteras habían finalizado en la 9ª colocación luego de una victoria y cuatro caídas. En su último partido en Japón, frente a China, Las Panteras salieron a la cancha con Victoria Mayer, Erika Mercado, Bianca Farriol y Julieta Lazcano; Elina Rodríguez, Yamila Nizetich y Tatiana Rizzo (líbero). Ingresaron luego: Sabrina Germanier, Daniela Bulaich, Eugenia Nosach, Antonela Fortuna y Candelaria Herrera. El Grupo B lo completan Rusia, Italia, Turquía y Estados Unidos.
Las voces de les protagonistas
Daniela Bulaich, una de las jugadoras que fue de menor a mayor en estos Juegos Olímpicos, y ultima MVP de la Liga Nacional con San Lorenzo, expresó: “Es un crecimiento. Intentamos jugar cada partido al máximo y sacar experiencia. Somos un equipo joven y tenemos que usar estas cosas para ir ganando terreno. Nuestro objetivo era ganar experiencia para el Sudamericano, donde aspiramos a un podio”.
Julieta Lazcano, central y referente del conjunto albiceleste, no pudo contener el llanto y analizó la actuación del equipo: “Fue mucho sacrificio llegar hasta acá. Uno siempre quiere más. Tenemos mucha pasión por este deporte y queremos ganar y jugar de igual a igual con todos. Nos faltan algunos aspectos técnicos. Nosotras dimos todo lo que tenemos. Para la Selección Argentina solo veo cosas positivas. Vamos de menos a más y veo mucho futuro”.
Hernán Ferraro, el ex armador del seleccionado masculino y técnico de Las Panteras desde el 2019, indicó: “Estoy contento porque el equipo dio una muestra de carácter, de poder jugar de igual a igual frente a potencias. Falta un montón. Pero no es déficit de Las Panteras, hay que trabajar mucho desde divisiones inferiores para que lleguen más jugadoras de primer nivel. Necesitamos pegar un salto de calidad", y en ese sentido agregó: “Se tiene que elevar desde abajo con una estructura mejor que permita aprovechar el gran capital de jugadoras que hay".
Colectivo Doble Cambio
Si de lucha se trata, las jugadoras argentinas no solo ponen todo en la cancha, sino que también se organizan por fuera. En marzo del año pasado, se presentó pública y oficialmente el “Colectivo Doble Cambio”, integrado por jugadoras, entrenadoras, dirigentas, comunicadoras del vóley femenino, con el objetivo y la convicción de “mejorar nuestras condiciones”, como lo manifestaron sus integrantes en la voz cantante de Natalia Espinosa Stancovich, ex jugadora de Gimnasia La Pata, Boca y Banco Nación.
La importancia de este suceso radica en la exigencia del crecimiento y la igualdad entre varones y mujeres en este deporte. “Doble Cambio es el nombre en alusión a una característica de variante estratégica que tiene el vóley: en este caso, sacar la desigualdad y la naturalización de diferentes actos por el ingreso de mujeres unidas. Encontrar una posibilidad y cambio”.
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En nuestro país, la cantidad de jugadoras de esta disciplina, duplica la de varones en la misma. Sin embargo, las diferencias en cuanto a posibilidades de desarrollo, es abismal: “Casi el 91 por ciento del total de jugadoras de Liga A1 tiene un salario o beca que no cubre el salario mínimo vital y móvil. Un 64 por ciento tiene beca, pero solo el 1,5 de ese número es de alrededor de 25 a 30 mil pesos (datos del 2020). Y ese 1,5 significan dos jugadoras. Además, un 34 por ciento no tiene viáticos que puedan suplir los gastos diarios, con un 78 por ciento de jugadoras sin contratos en papel. Y un 63 sin cobertura médica personal”, manifestó Espinosa Stancovich y remató: “Con esto buscamos reparar un desequilibrio histórico, buscar la igualdad. Porque hay acciones que se hicieron y hacen mal para que nosotras no crezcamos”.
Yael Castiglione, una de las referentes históricas del vóley argentino, en la previa a Río 2016 y en el portal Vóley Plus, había manifestado: “Clasificamos a los Juegos a través de un esfuerzo enorme que habíamos hecho todas. Yo venía de infiltrarme las dos rodillas por cuarta vez. Llegamos a Tucumán para disputar un Grand Prix. Entrenábamos en un piso entre baldosas, con 5 grados de temperatura, todo sucio. Nos daban pan con queso. Realmente las condiciones fueron pésimas. El técnico (Guillermo Orduna) me preguntó qué me dolía y le respondí que me dolía el alma. Fue de las peores experiencias que pasé en la selección”.
“Me ha tocado trabajar por mi cuenta para buscar sponsor antes de un Preolímpico para que nos ayuden. El jugador puede hacer mucho, insistir, pero es muy difícil si no hay un apoyo dirigencial atrás”, expresó hace cinco años la exjugadora del seleccionado nacional. Y concluyó con un fuerte mensaje: “Lo primero que habría que sacar del vóley es la prioridad al masculino, tiene que ser igualitario, en todo: agua, ropa, staff, médicos, horarios de cancha. Hay que sacar las preferencias y que sea igualitario¨.
Empaparse un poco de realidad de Las Panteras y del resto de las jugadoras del país ante las críticas infundadas del exitismo argentino en las redes y en algunos medios. Entender la realidad del vóley nacional y específicamente el de las pibas, pinta el panorama de lo que es la actualidad del seleccionado y del objetivo al que apuestan a futuro. ¡Felicitaciones y éxitos Panteras!