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Red Internacional
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#AlertaSpoiler. [video] Terminó la COP26...¿Y ahora qué?

Terminó la Conferencia de las Partes 26 que se desarrolló entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre, de la cual participaron 200 países para discutir el rumbo hacia la reducción de gases de efecto invernadero. Lavado de cara verde, cinismo capitalista y algunos ejes para pensar las luchas que habrá que dar en un contexto de acelerada degradación socioambiental.

Lunes 15 de noviembre de 2021

1. Introducción. (0 min-4:06 min)

  • Terminó la conferencia que se da en la conferencia de las partes, surge en el contexto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992, que se estableció como escenario para la cooperación internacional sobre el clima.
  • Imposibilidad de cumplir el límite del aumento en 1,5° firmado en el Acuerdo de París de 2015.
  • La propia ONU estima que 15 países (incluido EE.UU) proyectan superar para 2030 la producción de fósil a más del doble de lo establecido por los Acuerdos de París: 240 % más carbón, 57 % más petróleo y 71 % más gas.
  • Incluso la reunión del G20 dejó la tónica de lo que se puede esperar: solo 12 países se comprometieron a emisiones cero... para el 2050. (China y Arabia Saudita solo formalmente y recién en 2060). Lo que se debería reducir a la mitad en 2030, va a crecer 15 % más.
  • Al menos 110 países, que representan el 85% de los bosques del mundo, han firmado la Declaración de los Líderes de Glasgow Sobre los Bosques y el Uso de la Tierra, sin embargo, a pesar de que gobiernos de 100 países y empresas se comprometieron para 2030 a frenar la deforestación, el acuerdo no es vinculante (solo una declaración de buenas intenciones).
  • El "blablabla" de Greta Thunberg.

2. ¿Por qué no se pueden cumplir los objetivos propuestos (por lo cual se habla de montaje verde capitalista, cinismo, "blabla", greenwashing)? (4:06 min - 6:55 min)

  • Hay una contradicción que tiene que ver con los mismos objetivos del sistema capitalista que no permite alcanzar los objetivos.
  • Lo que decía Greta Thunberg: si seguimos con estas mismas políticas, para fin de siglo se espera un aumento de la temperatura global de 2,7°C, lo cual pone en riesgo incluso la continuidad de la especia humana. Con las políticas en relación a lo acordado en la COP26 se llegaría a un 2,4°C, o sea, un montón.
  • Treinta años perdidos (desde la convención marco de la ONU de 1992). Desde el protocolo de Kyoto de 1997, se lanzaron a la atmósfera el 50 % de las emisiones totales de CO2 que han tenido lugar desde el inicio de la era industrial (en 1750), y solo en los últimos siete años se ha emitido el 10 %.
  • En nuestro país, la discusión en torno al extractivismo va en sentido totalmente opuesto: explotar y destruir los ecosistemas, el avance de la frontera agrícola, el avance del agronegocio y la megaminería para la obtención de dólares, para pagar al fondo y a los acreedores.

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3. La crisis ambiental como arena de la lucha de clases: ¿entre qué sectores se desarrollan los debates y las luchas? (6:55 min - 14:10 min)

  • Creo que la discusión de ahora en más va a ir en el sentido de la lucha entre los intereses de las corporaciones y de las empresas en contraposición a las comunidades y los trabajadores.
  • Ahí se puede encontrar al menos tres tendencias que tienen que ver por un lado con un negacionismo que puede tener la cara de Milei negando abiertamente en un debate público el cambio climático, pero también está el discurso desarrollista de sectores y de figuras más ligados al discurso de la matriz productiva extractivista que también está pintado de verde y de las "buenas prácticas". Es decir, la idea de que se puede de alguna manera regular y controlar las variables que consideran relevantes en los procesos extractivistas (megaminería, paquetes tecnológicos, aprobación harina de trigo HB4, etc). Se disfraza de verde en el sentido de sostener que se puede desarrollar una agricultura sustentable, pero la realidad dice exactamente lo contrario. La realidad nos habla de fumigaciones en territorios, de muertes, enfermedades congénitas en niños, contaminación de cursos de agua, deterioro del suelo, etc. Esos costos que tienen que ver con la salud y el ecosistema no están considerados nunca en los análisis de aquellos que defienden este modelo bajo la careta del desarrollo.
  • Por otro lado, hoy en día se plantea la necesidad de terminar con el capitalismo (#nohayplanetab) y se plantea la necesidad de un cambio radical del sistema productivo. Ese planteo fue instalado por los movimientos ambientales y las organizaciones que surgieron desde abajo y en los territorios. Lo que tenemos que seguir discutiendo es ¿cuál es la estrategia? Si bien en gran medida se trata sobre exigir a los gobiernos que se cumplan las demandas y que se dejen de explotar los recursos de la manera en la que se viene haciendo, pero no se puede quedar ahí. No se trata solamente de resistir al avance de las empresas sobre los ríos, sobre la tierra, sobre la salud, la realidad plantea un escenario en donde hay que ir más allá con las demandas y también luchar por un programa propio: qué es lo que los trabajadores necesitamos, de qué manera queremos hacer uso de los bienes naturales, porque los que vivimos en los territorios somos trabajadores, somos nosotros. El problema de salud, el problema ambiental y el rumbo del cambio climático es parte del mismo problema que es el capitalismo y sobre eso es necesario plantear un programa.
  • La tercera alternativa tiene que ver con pensar a la organización desde abajo hacia una construcción de un nivel superior que tenga la forma de un partido, no solo a nivel nacional sino también internacional. Organizarnos bajo un programa hecho por y para nosotros, bajo un mismo techo que permita articular todas esas demandas hacia la transición energética. Me parece que hoy en día la discusión pasa mucho por ese lado. En nuestro país tenemos el FIT unidad, particularmente creo que la construcción de partido es la única herramienta que permite articular esas demandas. En el resto del mundo tenemos la declaración de la juventud de la FT, que plantea un programa mundial en transición de este sistema capitalista.

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Rosario Escobar

Oriunda de Temperley, es profesora de física egresada de la UBA y doctora en el área de la didáctica de las ciencias naturales (UNICEN). Milita en la agrupación Docentes e Investigadores de Izquierda y forma parte de la redacción de ciencia y tecnología de La Izquierda Diario.

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