Probablemente la siguiente parezca más una anécdota personal, no obstante, al paso del análisis uno se puede dar cuenta que marchar este primero de mayo es un acto de congruencia ante lo que es la búsqueda y lucha por un mundo mejor para todos para los trabajadores, y también para todos los seres vivos que habitamos esta tierra.
Lunes 24 de abril de 2017
Probablemente la siguiente parezca más una anécdota personal, no obstante, al paso del análisis uno se puede dar cuenta que marchar este primero de mayo es un acto de congruencia ante lo que es la búsqueda y lucha por un mundo mejor para todos para los trabajadores, y también para todos los seres vivos que habitamos esta tierra.
Me encontraba esta mañana preparando mi cotidianeidad para salir de casa, cuando recibí una invitación a la marcha del orgullo gay por redes, tuve que rechazar, no porque no exista acuerdo, al contrario, sino por algunas razones personales.
Así, en el camino de mi casa a la escuela, me pregunté: ¿por qué ir a la marcha del primero de mayo y por qué con ellos exactamente?, por supuesto que desde hace meses tengo resuelto ir con el Movimiento de los Trabajadores Socialistas, la Juventud Anticapitalista y las mujeres de Pan y Rosas, pero no había hecho un análisis concienzudo al respecto.
¿Será costumbre acaso?, me pregunté, ¿será obstinación? Incluso llegué a preguntarme si se trataba de un asunto más emocional y/o subjetivo. Pero NO, al final me di cuenta de lo siguiente: se trata de un acto de congruencia y coherencia al querer cambiar al mundo de tajo en beneficio de una mayoría explotada y violentada.
Bien, pues, aunque últimamente no soy una persona que se presenta continuamente a las actividades de la juventud anticapitalista del MTS, me doy cuenta de las siguientes cosas todos los días de mi vida, y me calan profundo:
- 1) Que el empleo informal aumenta todos los días en cifras escandalosas lo que se traduce en millones de personas sin prestaciones laborales.
- 2) Que 7 mujeres son asesinadas todos los días en mi país, y la cifra va en aumento;
- 3) Que los salarios van a la baja, la inflación a la alza y por ello ya no alcanza ni para comer decentemente en una familia común. La situación empeora si se trata de una familia dirigida y sostenida únicamente por una mujer.
- 4) Que los maestros combativos son asediados;
- 5) El campo está abandonado;
- 6) Cada día hay más personas que emigran a los Estados Unidos;
- 7) Que especies animales y vegetales están desapareciendo;
- 8) Que las tierras indígenas son invadidas por las mineras;
- 9) Que los bosques están siendo talados;
- 10) Que pronto habrá crisis de agua y por tanto sanitaria en toda mi ciudad;
Así, sigue la lista en un sinfín de tristezas que acaban en un análisis de que esto no ocurre sólo dentro del límite de unas fronteras, que estas cosas ocurren no sólo en mi país, sino en todo el mundo, que no existen líneas imaginarias (Ni construidas, como pretende Trump) que detengan nuestra propia catástrofe. Que no tiene fronteras porque este veneno llamado capitalismo, -que duele y cala en lo más profundo mío, y seguro de muchos de ustedes que me leen- no conoce, o pretende no conocer de limitaciones espaciales, es un monstruo que amenaza con tragárselo todo.
Darse cuenta de las razones de todo lo anterior da cabida a plantear soluciones. Yo sí tengo el firme pensamiento de que no existe organización como el MTS que al igual que, tú y yo, lector, se plantee estas problemáticas tanto o con más ahínco con el firme propósito de dar solución.
Más aun, se trata de una organización que se plantea que estos problemas provienen de un mismo lado y ofrece solucionarlo a través de una concienzuda autoconstrucción revolucionaria y un programa sólido.
Es por todo esto que yo los invito, si tienen alguna de las inquietudes presentadas o alguna otra a que marche con nosotros.
No existe otro momento del año donde podamos gritar con más fuerza y sacar toda nuestra rabia para comenzar a organizarnos como lo es el Primero de Mayo.