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Red Internacional
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Declaración Pan y Rosas. #25N: ¡Nos sobran motivos para organizarnos!

Nuestra lucha es política, así como la coyuntura en la que la violencia patriarcal, racista y capitalista nos golpea día a día. La realidad económica y política internacional y nacional no es ajena a nuestras vidas; es cada vez más hostil, lo que nos llena de rabia y esperanza combativa.

Lunes 25 de noviembre

El avance de sectores de la extrema derecha es un factor amenazante para nosotrxs; el triunfo de Trump en las pasadas elecciones de EEUU, un personaje abiertamente opuesto a los derechos de las mujeres que, por ejemplo, fue quien abrió las puertas para el endurecimiento de la penalización del aborto en EEUU, se convierte en un peligro para nosotras, las diversidades sexuales y de género, la clase trabajadora y todos los sectores populares, significando un riesgo global de mayor radicalización a derecha. Cruzando la frontera, tenemos a Milei en Argentina, cuyo gobierno profundizó la crisis económica capitalista ya abierta por el supuesto progresismo Kirchnerista, descargándola sobre los hombros de los y las más empobrecidas, pero no solo eso; Milei está a la caza de cada una de las conquistas sociales obtenidas con años de lucha, como el derecho al aborto legal que impuso la gran marea verde a punta de lucha. Dina Boluarte en Perú, además de haber sido la protagonista de la masacre contra el pueblo en la resistencia a otro golpe institucional en América Latina, puso en el foco de ataque a la población trans imponiendo un Decreto Supremo para patologizar a las diversidades sexuales. A lo que añadimos un año de masacre en Palestina, donde ya fueron asesinadas aproximadamente 50.000 personas a manos del Estado supremacista y colonial de Israel y la complicidad de las potencias imperialistas, siendo el 70% de toda esta población mujeres y niñxs. ¡Le decimos alto a la avanzada global contra nuestos derechos! También decimos claramente, ¡en ninguna parte del mundo podemos decir NiUnaMenos, con un genocidio en curso!

Bolivia no está ni estuvo lejos de esta realidad. Desde el 2019, la ultraderecha no deja de consolidar sus avances, favorecida tanto por la injerencia norteamericana como por los diversos gobiernos del MAS, que no dejaron de darle enormes beneficios económicos a los grandes empresarios durante más de una década; sector que, no satisfecho y empoderado, asestó un golpe de Estado que estuvo dirigido no solo contra la cúpula política entonces gobernante, sino fundamentalmente contra el pueblo. El MAS y sus pactos, permitieron que actores nefastos retornen a la vida política, como ser el actual Alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, quien debería estar preso por crímenes de lesa humanidad. Ahora, estos personajes no solo están impunes y hasta en cargo de alto poder, sino que además tienen alta proyección electoral para el 2025.

Denunciamos que estos actores están absolutamente opuestos a los intereses del pueblo trabajador y de las mujeres, como parte de los sectores más vulnerables. Decimos frente a ellos y sus intenciones de arrebatarnos las conquistas elementales: ¡no pasarán!

El gobierno de Arce ha dado un salto en el espíritu represivo del Estado, que jamás dejó de existir con Evo Morales, pero que fue agravado durante la última gestión de gobierno del MAS. En ese escenario, en su disputa con el Evismo, con quienes consideramos no guarda una diferencia política e ideológica sino se trata de una pelea puramente administrativa por el control de la burocracia del Estado burgués, Arce ha recurrido a la instrumentalización de algo tan sensible como es la violencia contra las mujeres, vertiendo acusaciones de pedofilia contra Morales y utilizando para ello todo el aparato judicial y la policía que está bajo su control. Por su parte, el bando evista ha recurrido a la misma maniobra para atacar a los autodenominados “renovadores”.

Estas actuaciones son por demás indignantes, de parte de estos bandos, por igual descompuestos. Denunciamos que a ninguno de ellos les importa la justicia para las mujeres ni el esclarecimiento de los hechos; es más, denunciamos que para estos fines incluso se ha revictimizado y expuesto de forma atroz a la posible víctima de estupro. Ante ello decimos enfáticamente: ¡Las mujeres no somos instrumento de disputa politiquera! ¡Basta de usar la violencia machista como mera arma de guerra sucia!

En ese contexto, Arce viene empoderando a los aparatos represivos del Estado y judicializando las movilizaciones que le resulten un estorbo, en cualquier sentido. Denunciamos que el día de hoy, nada menos que en pleno inicio del 25N, Adriana Guzmán, referente del Feminismo Comunitario Antipatrical, fue detenida y judicializada de manera absolutamente ilegal y violenta, en medio de una acción de calle que por ley no se constituye en delito. Este hecho se enmarca en la percusión a diversxs activistas, feministas, sectores campesinos y movilizaciones que expresan algún grado de descontento con el gobierno, en un contexto de crisis política y económica. Ante ello advertimos que cualquier hecho represivo de vulneración contra cualquier compañera feminista, obreros, campesinas, estudiantes y militantes de izquierda, puede también recaer y ser reeditado sobre el movimiento de mujeres y diversidades sexuales, como cualquier otro sector en lucha. ¡Basta de criminalizar y judicializar la protesta social!

Mientras el MAS sostiene sus disputas administrativas, la derecha avanza y se relame con las concesiones económicas y amenazas de retroceso en políticas sociales. Arce beneficia a los empresarios con jugosas medidas neoliberales (recordemos las 15 medidas en favor de los más ricos, entre otras), que golpean con subida de precios, hambre y precariedad para las mujeres. A ello se suma el peligro del retiro del subsidio de gasolina, que significará mayor encarecimiento de la vida, para beneficio de privados. Las mujeres que realizamos dobles y hasta triple jornadas, además de no poder vivir con el sueldo básico, cargamos con la mayoría de la administración de la economía del hogar, muchísimas veces en soledad y con enormes costos para nuestra salud física y emocional. Las mujeres somos y seremos las mayores afectadas por esta crisis en ascenso. Ante ellos decimos: ¡Basta de ajuste neoliberal!, ¡que la crisis la paguen los capitalistas, no las mujeres trabajadoras y sectores populares!

Los patrones, con la venia del Estado, pretenden bajar salarios y reducir costos, a costa nuestra. Como mujeres, somos las primeras en pagar los ajustes, como lo demuestra el caso de las compañeras de TREBOL. Estas trabajadoras del Aseo Urbano, cargan con jornadas terribles de explotación por sueldos de miseria, que ni siquiera son cumplidos a cabalidad. Y cuando quieren denunciar estas vulneraciones, la patronal ejerce todo tipo de violencia, desde psicológica hasta física. Además de ello, el Ministerio de trabajo es cómplice, junto a la COB y las organizaciones sindicales coptadas, de toda esta violencia machista y patronal contra las compañeras. ¡Que viva la lucha de las obreras de Trebol!, ¡municipalización YA de todas las empresas del negocio millonario de la basura en todos los departamentos del país, bajo administración de las y los trabajadores, y plenos derechos laborales cumplidos para las trabajadoras!

Además de todo ello, el feminicidio y la violencia no dejan de ser nuestro único pan de cada día. Hasta la fecha se contabilizan aproximadamente 80 feminicidios. Denunciamos el feminicidio de Kamila, ejercido en plena luz del día en Caranavi, entre otras mujeres que fueron revictimizadas, habiendo denunciado violencia antes de ser asesinadas, sin ningún tipo de apoyo por parte de este Estado patriarcal, su policía, jueces y fiscales. ¡Justicia para Kamila y todas las víctimas de feminicidio! Por todas nuestras muertas: ¡Ni un minuto de silencio, toda una vida de lucha!

Repudiamos las expresiones de rechazo machista que vierten diversos sectores contra la Ley 348, que se apoyan en falsos argumentos de que esta se está utilizando para encarcelar hombres a diestra y siniestra, pues, como demuestran objetivamente los datos, por el contrario, nuestra realidad es un sumario de impunidades. Este discurso refuerza las posiciones antiderechos desde el parlamento, con ecos importantes hoy en diferentes espacios sociales, y lo hacen con personajes como Andrónico Rodríguez y otros diputados y senadores de todos los colores políticos del régimen de partidos burgués, a la cabeza. Si bien consideramos que la Ley es insuficiente en muchos sentidos, además de carecer de presupuesto necesario, entre otras falencias, no podemos permitir desde ninguna perspectiva retrocesos y victorias políticas de estos sectores, que vienen por todo. ¡Ningún derecho está 100% conquistado si no se defiende! ¡Ni un paso atrás! ¡Alto a los femicidios! ¡Alto la impunidad!

Hoy salimos a las calles con hartazgo e indignación, y nos manifestamos seguras de que este sistema no va más. Luchamos por sostener nuestros derechos frente los avances de la derecha, pero también por profundizar nuestras conquistas y para eso vemos indispensable el fortalecimiento del movimiento de mujeres y feministas y la alianza de este con los sectores populares, con el movimiento obrero y el movimiento campesino. Pero no solo ellos; creemos que es momento de discutir qué alternativas construir, desde los sectores de la izquierda y el feminismo clasista.

Desde Pan y Rosas, invitamos a todas las compañerxs hartas de esta realidad, a discutir un proyecto político que sea construido e impuesto desde abajo; por una salida realmente socialista a esta crisis y los problemas de opresión patriarcal, racista y explotación que vivimos día a día.