#NiUnaMenos. #3J en Jujuy: mujeres manifestaron porque la lucha no se toma cuarentena

A 5 años del estallido del Ni Una Menos, en el cual miles de mujeres en todo el país salieron a las calles para denunciar la violencia machista, las demandas de ese movimiento siguen sin ser respondidas. Por eso hoy organizaciones de mujeres como Pan y Rosas e Isadora en el Frente de Izquierda, Mumalá y artistas feministas nos convocamos en una jornada de lucha.

Pasaron los gobiernos y estamos en un contexto muy diferente, pero no es una novedad que durante la pandemia la violencia machista está presente. El aislamiento obliga a muchas mujeres a convivir todo el tiempo en situaciones de violencia que además por el contexto del encierro se agravan. Por ejemplo, aumentaron en un 40% las llamadas a las líneas de atención.

En Jujuy nos hicimos eco y volvimos a llevar a las calles demandas históricas como #VivasNosQueremos, el aborto legal, la separación de la Iglesia del Estado y reafirmando que la deuda sigue siendo con nosotras, las que peleamos por nuestras condiciones de vida, contra la precarización y los despidos.

Fue importante levantar la voz por Rocío, cuya muerte en las vísperas de esta fecha conmovió a la provincia y levantó una importante denuncia sobre el tratamiento mediático e institucional de casos de posible violencia.

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En la jornada de hoy además estuvieron presentes las demandas de las mujeres Qom que denunciaron la violencia policial de Capitanich, la de las mujeres negras que en el corazón del imperialismo están peleando por #BlackLiveMatter.

La violencia machista es unos de los problemas sociales más profundos, con sus raíces tan entrelazadas con la desigualdad y la forma en la que funcionan las democracias capitalistas, que deja expuestos los límites de los discursos y los gestos de funcionarias y políticas públicas con "perspectiva de género". Casi 80 días después de inciada la cuarentena, no se han implementado medidas paliativas básicas para responder a situaciones de violencia machista.

Hoy, las mujeres se encuentran en muchas "primeras líneas" otra vez. Entre los sectores esenciales como la Salud, entre las trabajadoras y trabajadores precarios que reclaman mejores condiciones laborales y quienes exigen condiciones de vida dignas. Entre les que denuncian el crecimiento de la violencia policial como las tran/travestis y los pueblos qom. La vigencia de estas demandas y las acciones que, a pesar de la pandemia, se multiplicaron en el país son una muestra que la energía de ese 3 de junio sigue viva.