El 22 de agosto una movilización popular presiona para que Eva Perón sea elegida vicepresidenta para las elecciones que se iban a realizar el 11 de noviembre de 1951.
Jueves 24 de agosto de 2017 11:11
El llamado a elecciones nacionales para el 11 de noviembre de 1951 hacía inminente la declaración del binomio que presentaría el peronismo. No había dudas acerca de quién encabezaría la fórmula presidencial: Juan Domingo Perón. Faltaba definir quién lo acompañaría para ocupar la vicepresidencia.
El 2 de agosto la CGT lanza la fórmula Perón-Eva Perón y anuncia un Cabildo Abierto a realizarse el día 22.
Los que se movilizaron en forma masiva cuando todavía faltaban nueve meses para las elecciones presidenciales fueron los sindicatos. La CGT le hizo un planteo oficial a Perón para que Eva sea proclamada vicepresidencia de la nación. La idea era que la fórmula oficial sea Perón-Perón. El contexto era muy favorable, las mujeres votarían por primera vez en la historia del país y centenares de agrupaciones políticas se sumaron al pedido cegetista.
Sin embargo no todos tenían la misma opinión. Sectores militares afines al gobierno, presionaban para limitar la participación de Eva Perón en cuestiones de gobierno. El principal referente de ese movimiento fue el general Sosa Molina, ministro de Guerra.
.
Tal era la presión política en ese momento que el gral. Lucero, ministro de Guerra le solicita al empresario peronista Jorge Antonio, “que intercediera ante Perón para que baje la candidatura de Eva ya que iba a caer muy mal en el Ejército y que le era imposible aguantar tanta presión. Yo no puedo hablar Perón no me recibe”.
“Por otro lado sectores de la Iglesia no veían con buenos ojos esa candidatura. Sus prejuicios se basaban en que no veían con buenos ojos tanto a los hijos naturales como a las actrices y a quienes pensaban por fuera de sus parámetros morales y posiblemente tampoco les agradara ser gobernados por una mujer”.
A pesar de las presiones la CGT convocó a un Cabildo Abierto para lanzar la fórmula presidencial Perón-Perón el 22 de agosto de 1951 en la avenida 9 de julio. Una importante concurrencia se movilizó por la avenida Corrientes hasta Belgrano. José Espejo, secretario general de la CGT, leyó una resolución en la que proclamaba la fórmula. Posteriormente habló Eva que dijo: “Mi General: aquí en este magnífico espectáculo vuelve a darse el milagro de hace dos mil años. No fueron los sabios, ni los ricos, ni lo poderosos los que creyeron; fueron los humildes. Ricos y poderosos han de tener el alma cerrada por la avaricia y el egoísmo; en cambio, los humildes, como viven y duermen al aire libre, tienen las ventanas del alma siempre expuestas a las cosas extraordinarias. Mi General: son los descamisados que os ven a vos con los ojos del alma y por eso comprenden, os siguen, y por eso, no quieren más que a un hombre, no quieren a otro”.
Eva no habló de su candidatura así como tampoco hizo comentario alguno sobre lo que pedía la gente que había sido convocada a ese Cabido Abierto. Una vez que terminó su discurso, Espejo tomó el micrófono y le pidió que aceptara la candidatura, ella pide cuatro días para contestar pero la multitud irrumpió en gritos que articulaban un estridente ¡No!, pedían al unísono que aceptara en ese mismo instante.
La multitud, presionaba para que Eva tomase una decisión en ese momento, sin embargo ella solicitó tomarse unos días para pensar y dijo: “Compañeros: No renuncio a mi puesto de lucha, renuncio a los honores. Yo me guardo, como Alejandro, la esperanza, por la gloria y el cariño de ustedes y del General Perón… compañeros: se lanzó en el mundo que yo era una mujer egoísta y ambiciosa; ustedes saben muy bien que no es así. Pero también saben que todo lo que hice no fue nunca para ocupar ninguna posición política en mi país. Yo no quiero que mañana un trabajador de mi Patria se quede sin argumentos cuando los resentidos, los mediocres que no me comprendieron, ni me comprenden, creyendo que todo lo que hago es por intereses mezquinos…”. “Compañeros: yo se que ustedes lo hacen porque son un pueblo agradecido. Si estuvieran en mi corazón, verían cuánto se lo agradezco y ustedes me darían la oportunidad para que yo pueda pensarlo“.
Eva pidió que le dieran algunas horas para contestar esa misma noche a las 21:30. El mismo José Espejo tomó el micrófono y dijo: “Compañeros: la compañera Evita nos pide dos horas de espera. Nosotros esperaremos aquí su resolución. No nos moveremos hasta que no nos de una respuesta favorable a los deseos del pueblo trabajador”. (El Historiador-Documentos históricos)
Si bien no hubo respuesta esa noche, los manifestantes se retiraron con la sensación de que había aceptado esa postulación pero 9 días después, el 31 de agosto a las 20:30 horas anunció por la cadena nacional su decisión de “renunciar al honor que los trabajadores y el pueblo de mi patria quisieron conferirme en el histórico Cabildo Abierto del 22 de agosto”. (La compañera Evita. Vida de Eva Duarte de Perón, Norberto Galasso, Editorial Colihue)
Existen algunas versiones sobre lo sucedido ese día. Para la historiadora Marysa Navarro: “es posible que Perón haya convencido a Eva para que renunciara por la situación política, sobre lo que no hay mucha coincidencia es sobre si Eva quería o no ocupar la vicepresidencia. Lo que si queda descartada que haya sido la salud de Eva el impedimento para la postulación”.
Ante la decisión de Eva de renunciar a la vicepresidencia su reemplazante fue Hortensio Quijano (quien a partir de una larga enfermedad falleció el 3 de abril de 1952).
Los problemas para Perón recién comenzaban al interior de las fuerzas armadas se estaba ‘planeando una conspiración para derrocar al gobierno través de una logia integrada por altos oficiales que se llamó “Sol de Mayo”. Eduardo Lonardi y Carlos Von Der Becke eran sus líderes.
El 27 de agosto de 1951, cinco días después del Cabildo Abierto y antes que Eva renunciara a la postulación, Lonardi pidió su pase a retiro alegando que: “Los últimos acontecimientos políticos de pública notoriedad han creado al suscripto un estado espiritual incompatible con la adhesión a los actos de gobierno…por lo que informo que solicito en la fecha mi pase a situación de retiro efectivo”.
Esta medida fue supuestamente tomada a partir de la disidencia por la candidatura de Eva Perón sin embargo, se utilizó esa excusa como justificación de su conspiración. En 1951 el entonces general Lonardi participó en un fallido intento de golpe contra Perón, por lo que fue pasado a retiro.
En junio de 1952, cuando Perón asumió por segunda vez la Presidencia. el país atravesaba una importante crisis agrícola por la sequía, inflación y el desabastecimiento de productos esenciales fueron moneda corriente.
El Segundo Plan Quinquenal pretendió abrir la economía a las inversiones extranjeras e incentivar la productividad, pero hubo fuertes resistencias tanto fuera como dentro del oficialismo. Por otro lado la muerte de Evita incidió negativamente en la imagen de Perón que, tuvo que asumir personalmente el papel de conductor del movimiento restándole eficacia a su función en la presidencia.
A fines de ese año aparecen las primeras movilizaciones obreras en demanda de mejoras salariales y otras conquistas sociales, bancarios, gráficos y obreros de la carne y de los ingenios golpean por primera vez el rostro de un gobierno que sustentaba en la doctrina de la justicia social.
Otros de los factores fundamentales de este periodo fue el enfrentamiento con la Iglesia cuando el gobierno suprime la enseñanza religiosa en los colegios. Se aprueba la primera ley de Divorcio Vincular y el proyecto de reforma constitucional que declara la separación entre la Iglesia y el Estado.
Este enfrentamiento con la Iglesia sirvió para qué toda la oposición se agrupe detrás de esta institución y genere en cierta medida una crisis gubernamental de que desembocó en el levantamiento de militar en junio de 1955 y el posterior golpe de Estado en septiembre de ese mismo año.