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Red Internacional
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Y los pibes van. A Gimnasia le salió el tiro del final y sigue soñando en la Sudamericana

Con un remate agónico de Franco Torres el Lobo le ganó a Independiente Santa Fe de Bogotá en La Plata. Si los pibes de Chirola Romero no ganaban, se despedían del certamen internacional faltando dos fechas. ¿Quién dijo que todo está perdido? Ellos ponen el corazón y regalan ilusiones.

Miércoles 24 de mayo de 2023 20:12

Franco Torres festeja su gol agónico | Foto Prensa GELP

Franco Torres festeja su gol agónico | Foto Prensa GELP

Este martes por la tarde-noche Gimnasia y Esgrima La Plata recibió en el bosque a Independiente Santa Fe de Bogotá, por la cuarta fecha del Grupo G de la Copa Sudamericana. El Lobo estaba condenado a un triunfo si pretendía continuar con esperanzas de pasar a la próxima fase del certámen, luego de tres derrotas (con dos partidos de local, contra Universitario de Perú y Goiás de Brasil, “robados” por el VAR). Los bogotanos cosechaban cuatro puntos, por lo que un empate en Argentina no les venía mal.

Gimnasia es un cúmulo de jóvenes surgidos del club (acompañados de dos o tres con historia foránea), que este año se plantaron a bancar los trapos en una institución con fuertes limitaciones económicas. Pibes con 22 años promedio que entrenan como un grupo de amigos y salen a la cancha, sea contra quien sea, con todas las ganas de hacer historia.

Por eso su hinchada venía respondiendo a cancha llena en cada partido. Si este martes el Juan Carmelo Zerillo no explotó de camisetas azules y blancas (se cubrió en un 90 %) fue porque se acerca fin de mes y mucha gente no tiene plata. Las entradas valían $ 4.000 para los socios mens sana, $ 7.000 para los no socios y $ 13.000 si alguien quería ver el partido desde la tribuna visitante. Otro reflejo de la crisis económica y la ausencia de precios accesibles para un deporte tan popular.

Hubo varios miles de hinchas del León de Bogotá, lo que le dio un sabor especial al evento. La comunidad colombiana en Argentina es numerosa e Independiente es uno de los equipos más grandes del país hermano. Ahora, al fútbol.

Los pibes que salieron casi todos del bosque | Foto Prensa GELP
Los pibes que salieron casi todos del bosque | Foto Prensa GELP

Un tiempo raro

Ya es costumbre en cada partido del Lobo que alguno de los jugadores del semillero debute como titular. Esta vez Chirola Romero, Nicolás Cabrera y el resto del cuerpo técnico le dieron la oportunidad a Leandro Mamut (19), ocupando el mediocampo que aún extraña a Ignacio Miramón (jugando el Mundial Sub-20 con la Selección). El pibe debutaba como titular en primera y encima en un cotejo internacional. Si bien no cometió errores e intentó todo el tiempo crear juego, tamaña responsabilidad fue sin dudas un peso extra sobre sus espaldas.

El árbitro venezolano Ángel Arteaga desde el comienzo buscó ser protagonista, hablando de más y retrasando el juego con decenas de fallos irrelevantes. Y cuando tuvo que poner un poco de autoridad, sobre el final del primer tiempo, lo único que hizo fue repartir tarjetas rojas recalentando el clima a más no poder.

Como suele pasar con los titulares que larga Romero a la cancha, Gimnasia arrancó lanzado al campo rival con Mamut, Maximiliano Comba y Eric Ramírez dándole dinámica a los avances. Pero el equipo sabía, por la experiencia en el partido de ida, que los colombianos manejan bien la pelota y cualquier descuido puede pagarse caro.

A los 7 minutos Independiente tuvo su primer tiro de esquina, conseguido a partir de un contraataque encabezado por José Enamorado, quien terminaría siendo el mejor del visitante pese al control sobre él que lograron en general Bautista Barros Schelotto y Leonardo Morales.

El partido se fue haciendo de ida y vuelta, con los pibes conscientes de que, tal como pasó en Bogotá, los “cafeteros” tienen con qué preocupar. Para los 15 Gimnasia la tenía y se adelantaba más, pero Independiente era el que, con poca posesión, parecía tener mejor idea de cómo lastimar. Cuando lograban conectar entre dos o tres, la llegada al área local era casi segura. De todos modos la defensa tripera se mantuvo firme.

En un primer tiempo bastante parejo, salvo algunos intentos que no llegaron a mayores, Gimnasia pareció quedar preso de su propia incapacidad para crear jugadas provechosas. Tenía la pelota y si bien Independiente marcaba bastante bien en casi todos los espacios, no era para nada infranqueable. Faltó la conexión entre los volantes y los delanteros. Por caso, el del siempre listo Franco Soldano fue uno de sus peores partidos.

A los 40 Enamorado cayó sobre la esquina derecha de la cancha. Barros Schelotto lo levantó de prepo tomándolo de las axilas para evitar que siguiera haciendo tiempo. El colombiano se resistió. Menos de 30 segundos después los dos planteles y los dos cuerpos técnicos se entreveraban en empujones, manotazos e insultos. El referí Arteaga miró la escena impávido, consultó con sus colaboradores y con el VAR. Rojas para Felipe Sánchez y el técnico Romero en Gimnasia y para Wilson Morelo y el entrenador Gerardo Bedoya en Independiente.

Con nueve minutos adicionados por los incidentes, al árbitro la primera parte se le fue de las manos y no pudo evitar ponerse en contra a ambos equipos. Patético.

Luchar hasta el final

A los 2:30 del complemento Ivo Mammini lo tuvo con una muy buena media vuelta en el punto del penal. La pelota rebotó en un defensor del León y se fue apenas desviada al córner. Fue la primera de varias chances que tendría el Lobo en la segunda mitad.

El partido estuvo siempre abierto. El peligroso Hugo Rodallega a los 12 disparó desde media distancia y el arquero Tomás Durso (sin mayores sobresaltos en todo el partido) la vio irse cerca de su palo izquierdo.

A los 17 Nico Cabrera, en consulta permanente con Chirola Romero que lo veía desde una cabina ubicada sobre la platea techada, hizo cambios que resultaron acertados, sobre todo para tener un mejor manejo del balón en el mediocampo y así poder habilitar a los delanteros. Alan Lescano por Comba, Antonio Napolitano por Agustín Bolívar y luego Franco Torres por Soldano le dieron nuevo impulso al piberío. Las llegadas empezaron a llegar. Un cuarto cambio, de Tomás Muro por Ramírez, no terminó de resultar. Cosas que pasan.

Los pibes eran puro corazón y sabían que, si no dejaban de apretar, podían generarle más desorden a Independiente. Sólo debían tranquilizarse y pensar con la cabeza lo más fría posible. Pese a haber mejorado con su ingreso, a Lescano le costó poder hacerse del mando del juego.

A los 30 Torres (23) protagonizó una gran jugada, gambeteando desde la zona central a tres colombianos e ingresando al área para enfrentar al arquero Juan Espitia. Pateó desviado pero cosechó aplausos de todos lados.

El último cuarto de hora Independiente pareció asumir que retener el empate era negocio y directamente se olvidó de avanzar. Por eso Gimnasia redobló la búsqueda del gol. Una clarísima tuvo Muro, solo frente al arco. La había construido él, se la pasó a Torres, que abrió para Barros Schelotto. Éste conectó un picante centro al área chica, pero Muro no estaba en su noche y la pifió. A los 39 una nueva entrada de Torres al área fue desaprovechada.

Y cuando el partido expiraba, finalmente llegó el gol. Ya corrían los 46 (de 49 que había marcado el árbitro). Hacía un minuto que Independiente se había quedado con nueve por la expulsión del defensor Juan Roa. Otro defensor, pero de Gimnasia, sería artífice de una asistencia perfecta. El centro de Melluso desde la izquierda, tras robársela a Fabián Viáfara, fue impecable. El pibe Torres entraba casi solo al área por el otro lado mientras relojeaba la distancia que lo separaba del arco. A la carrera acomodó el interior de su botín derecho y le entró de primera. La pelota pareció ser consciente del estrecho paso que tenía entre el arquero y el palo, y se metió sin pedir permiso.

Una vez más, el triperío estalló de locura. Sabe que pocas veces como ahora la suerte le es amigable y ya cosecha varios partidos felizmente definidos en las últimas jugadas. Pero a la vez es consciente de que hay mucho por trabajar y mejorar. Aún está fresco el último partido por la Liga Argentina, el viernes pasado, donde Godoy Cruz le ganó sin mucho esfuerzo.

Imposible dejar de destacar el gran partido de Matías Melluso, la figura del equipo. Durante todo el partido marcó, recuperó, pasó al campo rival, tiró centros y hasta remató al arco. Por eso, una vez más, se llevó todos los aplausos. Caricias al alma de un pibe que acaba de perder a su madre y busca en el club de sus amores un cálido refugio.

Matías Melluso saludado por su compañeros tras lanzar el centro del gol | Foto Prensa GELP
Matías Melluso saludado por su compañeros tras lanzar el centro del gol | Foto Prensa GELP

El sueño sudamericano no se terminó. Gimnasia sigue último, pero ahora con tres puntos. Arriba están Independiente con cuatro, Universitario con siete y Goiás con ocho. Quedan seis en juego (el 8 de junio el Lobo juega en Goiânia y el 28 en el Monumental de Lima). Con estos pibes, esperanza es lo que sobra.

Comentario final. Cuando terminó el partido el delantero colombiano Hugo Rodallega denunció ante la prensa que recibió comentarios racistas durante los incidentes del primer tiempo. “No mejoramos como humanidad”, dijo el jugador, quien manifestó haber escuchado que le gritaron “mono” y “negro”. La Conmebol abrió un expediente contra Gimnasia que podría derivar en una onerosa multa en dólares. Desde el club, un verdadero crisol de nacionalidades, rechazaron las ofensas a Rodallega: “Somos prácticamente el único club que juega la Sudamericana que, antes de iniciar el torneo, desarrolló una campaña de concientización. El racismo no debe tener lugar en el deporte”, es el mensaje difundido. Bien por ello. Aunque en tren de complejizar la cosa, el esfuerzo parece impotente cuando desde el progresismo gobernante se alimentan las aspiraciones presidenciales de liberfachos como Milei. Digo, para pensar, ¿no?

Ah, y no te olvides. ¡Lolo Regueiro Presente! ¡Juicio y castigo a los asesinos y sus cómplices!