A dos años del cierre de las inscripciones a distintas carreras terciarias de la provincia de Jujuy, los estudiantes se organizan para repudiar la falta de respuestas de la Ministra de Educación, Isolda Calsina, y del Gobernador provincial Gerardo Morales, un breve acercamiento a algunos de los motivos del conflicto.
Lunes 17 de junio de 2019 03:26
Hace dos años se aprobó la resolución Nº 7239 propuesta y ejecutada por la Ministra de Educación de la provincia Isolda Calsina, que implementó una serie de políticas educativas a nivel terciario, que recibieron y reciben un contundente rechazo por la amplia mayoría de estudiantes y docentes, que se trata de un ataque a la educación pública.
El artículo 5º de la resolución es de los más polémicos y consiste en la suspensión "transitoria" de las inscripciones para cursar el 1º año de las carreras: Educación Inicial, Educación Primaria, Educación Física, Educación secundaria en Ciencias de la Administración, en Ciencias Políticas y en Economía en los Institutos de Educación Superior de gestión estatal y privado de la provincia.
Sin embargo en el interior de la provincia el cierre se dio de forma permanente. Para los docentes, a los cuales se les aseguró que se les reasignaría funciones y tareas específicas en los Institutos de Educación Superior (IES), esta disposición en realidad significó un achicamiento generando despidos en el plantel docente.
Los argumentos de la ministra Calsina para sostener este ajuste en la educación terciaria se basan en una “sobrepoblación en el mercado” que impiden que los nuevos docentes se incorporen laboralmente. Mientras, estudiantes y docentes señalan que el cierre de profesorados significa una oportunidad de negocios para los sectores privados, que además implican la exclusión de jóvenes que no puedan abonar los altos costos para acceder a las ofertas académicas privadas.
Otra denuncia se relaciona a la devaluación de los títulos ya que con la reforma de los planes de estudios de diversas carreras, los estudiantes al egresar ya no reciben la titulación como Profesorado sino una Tecnicatura, esto disminuye las oportunidades de trabajo, o aumenta la explotación para los docentes y las ganancias para quienes hacen de esta situación un negocio ya que el título de técnico permite ejercer la docencia, pero por un salario menor.
A esta situación se suma que en la provincia de Jujuy, la juventud tiene una alta tasa de precarización, 1 de cada 10 jóvenes consigue un empleo en blanco y más de 17 mil se encuentran en situación de desempleo o sin poder acceder a estudios.
La profundización del ajuste en la educación y en otros sectores como el de salud, se produjeron en todo el país a condición de mantener el acuerdo con el FMI. Sostener los lazos con este organismo, como proponen Mauricio Macri, Alberto Fernández, el PJ y el Kirchnerismo en su conjunto, significa sostener los ataques a educación, y profundizar los niveles de precariedad en la vida de la juventud.
La pelea que llevan adelante estudiantes terciarios puede transformarse en una muestra de la fuerza que tiene la organización y la movilización de los sectores educativos, para ello se deben fortalecer los espacios de organización democráticos, como las asambleas, y ampliar el apoyo popular en defensa del derecho de las y los jóvenes a tener un futuro. Desde la izquierda apostamos a una salida independiente de los partidos tradicionales, que se ligue al conjunto de los y las estudiantes de todos los niveles, así como de trabajadores y trabajadoras que con sus organizaciones se dispongan a defender la educación, para decirle #NoAlFMI, nuestra educación vale más que sus ganancias.