Jueves 20 de febrero
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Las trabajadoras y los trabajadores de Aseo Urbano de El Alto y La Paz, mientras limpian la ciudad están expuestas a malos olores que los y las enferman de dolores de estómago y de cabeza, en varias oportunidades se encuentran con perros muertos, excrementos, recogen material infeccioso, una trabajadora nos decía que un día mientras alzaba una bolsa de basura se pinchó con una aguja médica... y entre muchos otros problemas más que se presentan mientras cumplen su labor.
Sin embargo, durante años trabajaron en silencio, sin protestar, sin hablar ...
Durante años trabajaron sin reclamar las horas extras que no les pagan.
Durante años trabajaron sin reclamar vacaciones, ni quinquenios, ni dominicales, ni feriados.
Durante años trabajaron con miedo a las amenazas, vigilancia constante y gritos de supervisores abusivos que sí por ellos fuera tendrían un látigo en sus manos listos para descargarlo en las espaldas de las trabajadoras y los trabajadores.
Pero hubo un grupo de compañeras y compañeros que rompió el miedo y el silencio y empezó a denunciar los abusos y la violencia sistemática que recibían día tras día.
Denunciaron que los supervisores de TREBOL los y las controlaban constantemente para que no hablen entre ellos y ellas por temor a qué se organicen.
Pero encontraron la forma de reunirse y denunciar.
Denunciaron que la empresa no les permite tomarse ni un descanso, ni chupar una naranja, ni tomarse un refresco en paz.
Denunciaron que la empresa despide a las trabajadoras en estado de gestación.
Denunciaron decenas de casos de trabajadoras que mientras cumplían su labor fueron atropelladas por autos que las dejaron votadas inconscientes en medio de la calle, con fracturas de espalda, de costilla, con daños severos en el cerebro y para el colmo ni la empresa TREBOL, ni la Caja Nacional de Salud (CNS) se hace cargo y ellas y sus familias tienen que cubrir los costosos gastos médicos. |
¿Ese es acaso el trato que se merecen?
Estas compañeras que rompieron el miedo y el silencio sabían que ese no era el trato que se merecen, y por eso denunciaron y salieron a protestar en las calles, llamaron a asambleas y formaron su sindicato a la cabeza de una mujer barrendera, Tatiana Mamani, y que hasta ahora y pese a todos los requisitos legales el Ministerio de Trabajo no les reconoce, ¿a qué intereses responde?
Pero todos estos pasos que han dado las trabajadoras, toda esta lucha y valentía hoy está en riesgo.
Los empresarios de TREBOL saben que, si las trabajadoras y trabajadores avanzan, ellos retroceden, y por eso han decidido acabar con toda la lucha de las trabajadoras y los trabajadores comenzando con los despidos de su máxima dirigenta Tatiana Mamani, así como de los dirigentes Milton Quispe y Jhonny Apaza, de la misma forma han procedido en la empresa La Paz Limpia, al despedir a su máximo dirigente Cristhian Cerezo y la dirigenta Lita Mercado.
No podemos permitir que avancen estos despidos, porque si lo permitimos la empresa irá por más, principalmente de las trabajadoras y los trabajadores de planta que siempre fue el objetivo de estas empresas de convertir a todas y todos en "jornaleras y jornaleros", para no cumplir con ningún derecho laboral y con eso la empresa habrá ganado.
Compañeras y compañeros de Aseo Urbano, como lo fue y lo sigue siendo en su unidad y compromiso de lucha se encuentra su fuerza.