Después de dedicar el grueso de la mañanera a informar de las construcciones de la Marina y de reivindicar brevemente la designación de Harfuch, criado al amparo de los asesinos del ’68 y la guerra sucia de los 70’s, López Obrador se dedicó a ensalzar las bondades de su mandato.
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Jueves 8 de agosto
Abrió la conferencia de este jueves 8 de agosto con le presentación de la Secretaría de Marina (SEMAR) de las obras desarrolladas en este sexenio e incluso presentó los modelos de embarcaciones construidas a través de la Secretaría Armada de México, entre los que destacaron astilleros, embarcaciones de respuesta temprana y para combate al sargazo, buques recreativos, de ayuda humanitaria y de transporte de dragas, entre otros. Ricardo Rafael Carreón Navarro, director general de Construcciones Navales, informó que la Semar llevó a cabo la construcción de 336 embarcaciones. Luego se habló de algunas cuestiones interesantes.
“Se pueden quedar ahí todo el tiempo”
Así contestó ayer a los campesinos que están realizando bloqueos en la autopista México-Puebla a un reclamo (afectación por derecho de vía, que es como tipifica la expropiación aún no pagada de sus tierras), "originado hace décadas", según dijo. Y hoy escuchamos una vez más la justificación que ya hemos escuchado respecto a la justa lucha de los padres de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa: "son los abogados los culpables"; porque según AMLO buscan "sacar raja" de la situación.
Tanto que dice que es representante del pueblo y, vale preguntarse, ¿a quién encubre?. Luego de un sexenio, hemos visto que el caso de Ayotzinapa no será resuelto por AMLO, faltando a su promesa de candidato presidencial, bajo la premisa de que "el ejército no fue" y de que los asesores y abogados abusan de la buena fe de los padres: En el caso de los ejidatarios poblanos, ¿por qué no defenderlos ante una muestra del latrocinio de los políticos del pasado y demostrar que está contra la corrupción de ayer y hoy? La negativa es tajante:
“Aprovecho para hacer un llamado a los campesinos que no se dejen manipular por estos abogados. Nosotros no podemos ser rehenes de quienes buscan lucrar"
Un mundo feliz
El miércoles 7 por la tarde, AMLO se reunió con Omar García Harfuch, quien será el secretario de seguridad del gobierno de Sheinbaum. Al respecto declaró que fue "Una plática sobre cómo estamos actuando, él fue secretario de seguridad en la Ciudad de México, sabe cuál es la estrategia que se sigue, da idea central de atender las causas bajo el principio de que la paz es fruto de la justicia, de que primero hay que atender las causas" y para rematar su dicho mostró en esta mañanera una curva estadística a modo, mostrando la caída de los casos de robos de vehículos sin violencia.
Tal vez sea Harfuch la mejor muestra de cómo en el gobierno de la 4T la influencia política de los militares se extiende ─más allá de las asignaciones para administrar los megaproyectos de la 4T y las aduanas─, esta vez con el impulso a un heredero del general asesino del ’68 Marcelino García Barragán, Secretario de la Defensa Nacional del gobierno de Díaz Ordaz, y del jefe de la Dirección Federal de Seguridad en los tiempos de la guerra sucia, Javier García Paniagua.
El árbol genealógico de este personaje tipifica más al viejo PRI que al Morena "transformador" del que tanto presume AMLO, desarrollando un escenario que por momentos se antoja fantástico, sucesor del "como México no hay dos" de antaño. En ese sentido, y aprovechando las posiciones de personajes como los Said, Sherdidan, Merker, quienes, según dijo, desprecian al pueblo mexicano, pues resulta que un pueblo "muy bueno", una "potencia cultural" en el mundo, dijo, conformada culturalmente por un 25 % de la herencia de occidente, de los europeos, ─vale decir a nuestro entender, de los esclavizadores de las monarquías europeas en competencia por expandir el mundo capitalista en formación-, combinadas con el acervo cultural de un mundo prehispánico "donde no había esclavitutd", no había propiedad privada, dijo, "no había trabajo asalariado".
Según AMLO, antes de la llegada de los europeos la gente vivía de manera libre, solo tenían el compromiso de aportar un tributo, "un tributo en especie, en trabajo pero había libertad".
Esta forma de expresar la realidad prehispánica que, por cierto, era la forma de expoliación en la que se basaba la dominación mexica cuando llegaron los conquistadores, tiene una gran similitud con nuestra realidad como pueblo dependiente del dominio de la burguesía transnacional y su maquinaria de dominación imperialista, que es lo que no dice AMLO.
Todos los países como el nuestro, tienen el "derecho a la libertad" pero una libertad acotada por el apoderamiento de tierras, de recursos naturales, de la mano de obra asalariada, por parte de los capitalistas estadounidenses principalmente. Y también tenemos que aportar un jugoso tributo, el pago puntual de los intereses de la deuda externa y el sometimiento a tratados internacionales como en nuestro caso el T-MEC.
¿Habrá que recuperar esa herencia histórica, la de un mundo sin trabajo asalariado, de un comunalismo, ¿un mundo feliz en el distopismo de AMLO? O habrá que voltear la mirada a un mundo sin explotación y sin tributajes, sin más dueños de los medios de producción que los propios productores, los que manejan las máquinas y aran los campos con sus callosas manos. Basado en la unidad de las masas trabajadoras a través de las fronteras, para dar un nuevo mundo de igualdad y sustento a todo aquel que lo necesite y trabaje por él.
