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Red Internacional
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México

Migrantes. AMLO en EE.UU.: enfrentar las deportaciones de Trump ... ¿con “amor al prójimo”?

Este 12 de febrero en Los Ángeles, California, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dio a conocer un plan para “hacer frente a la campaña de odio y de violación de los derechos humanos” de Donald Trump.

Lunes 13 de febrero de 2017

Ante unas 500 personas reunidas en la Plaza Olvera, López Obrador afirmó que el discurso de odio y cizaña azuzado en contra de los inmigrantes, y en particular de los mexicanos, le permitió a Trump ganar la presidencia.

Acompañado del padre Alejandro Solalinde, el presidente del Morena llamó a emprender una labor informativa al interior de Estados Unidos: “debemos dirigir toda nuestra atención en hacer ver a los estadunidenses de buena voluntad, que son muchísimos, que están siendo víctimas de la manipulación y el engaño.”

Solalinde, por su parte, llamó a los inmigrantes mexicanos a tener listas las credenciales de elector, aludiendo a las elecciones presidenciales de México en 2018.

Discurso hacia los trabajadores blancos

Refiriéndose a la pérdida de empleos en la industria que afecta a la población anglosajona, AMLO planteó la necesidad de explicarle a la población más golpeada por la recesión económica la causa de la crisis:

Debemos hacerles ver que si ellos no tienen trabajo, buenos salarios y bienestar, no es por culpa de los migrantes, sino por el mal gobierno que castiga a los de abajo y a las clases medias y beneficia únicamente a los potentados. AMLO

Y continuó: "Debemos explicarles, por ejemplo, que ante la crisis del 2008 se buscó primero salvar a los organismos financieros en quiebra y dejaron para después a los ciudadanos; tenemos que hablarles de la mala distribución del ingreso, pues mientras ellos pagan impuestos elevados, los más ricos contribuyen muy poco.”

En contraste, dijo que en México el principal problema es la corrupción.

¿Qué propone AMLO?

Para contrarrestar la estrategia antiinmigrante de Trump y sus asesores, que optan por el uso de la amenaza y de la fuerza con el objetivo de expulsar a millones de migrantes, el excandidato presidencial sólo propone “la práctica de la no violencia. Esta es una batalla que debemos dar en el terreno de las ideas.”

Lopez Obrador dijo que “Al discurso del odio hay que responderle con el principio espiritual del amor al prójimo.” La propuesta del candidato presidencial del Morena es impotente para enfrentar la política xenófoba y racista de Trump.

Sin una sola mención a las importantes acciones de mujeres, jóvenes, migrantes, pueblos originarios o afroamericanos que recorren Estados Unidos desde el ascenso de Donald Trump, López Obrador informó que ya funciona una comisión de Morena en California, que se abocará a tareas como:

1. Coordinar con académicos y dirigentes sociales la elaboración de un Plan para la creación de comités en todos los condados de la Unión Americana.

2. Trasmitir información en inglés y en español, utilizando medios de comunicación y redes sociales. Se publicará una edición especial del periódico “Regeneración” para entregarlo en la salida de los templos, en sindicatos, estadios, supermercados, plazas públicas, en plazas comerciales. Editar de nuevo el periódico Regeneración en la frontera.

3. Aglutinar abogados bilingües para defender a migrantes.

4. Se buscará la unidad con otras organizaciones sociales, cívicas y de migrantes para actuar juntos en la defensa de derechos humanos y en contra de la discriminación racial.

5. Si el gobierno mexicano no interpone en la ONU en los próximos días una demanda por violación de derechos humanos, lo haremos nosotros.

Hay que golpear los intereses capitalistas

Es evidente que AMLO busca posicionarse electoralmente entre los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos.

Después de respaldar a Peña Nieto contra Trump, propone la conciliación y el “amor al prójimo”. López Obrador se propone exportar su estrategia legal, civil y pacífica a Estados Unidos, desestimando los deseos de luchar expresados en las movilizaciones de las últimas semanas.

Pero la resistencia civil y pacífica en México sólo sirvió para adormecer la movilización en las calles y sembrar confianza en presionar a las instituciones de esta democracia asesina y para ricos. Aunque señala el problema crucial de convencer a la población anglosajona y sobre todo a los trabajadores blancos de que los inmigrantes son sus aliados, su perspectiva es incapaz de enfrentar la dura ofensiva del gobierno de Trump y de enfrentar la campaña reaccionaria que busca profundizar la división en el seno de la clase obrera estadounidense.

Falta ver cuál será la relación de la campaña impulsada por el Morena en Estados Unidos con el partido Demócrata, de cuyas deportaciones en la administración Obama (2.8 millones) no se dijo una palabra.

Efectivamente hay que soldar la unidad de la clase trabajadora en los Estados Unidos y enfrentar la división que los políticos de ambos partidos mayoritarios han generado en su seno. Pero distinto a lo que plantea el presidente del Morena, para resolver el problema de la pérdida de empleos y los bajos salarios entre los trabajadores blancos y soldar la unidad de la multiétnica clase trabajadora estadounidense, es necesario levantar, como parte de un programa de lucha para que la crisis la paguen los capitalistas, el reparto de las horas de trabajo entre todas las manos disponibles, un aumento salarial de emergencia para cubrir el costo de la canasta básica y salarios que se incrementen de acuerdo con la inflación.

Junto ello, para contrarrestar las políticas antiinmigrantes de Trump y los llamados a la unidad nacional hechos por Peña Nieto, lejos de una política de conciliación con el discurso y las políticas reaccionarias y xenófobas, es necesario impulsar la unidad internacionalista y antiimperialista de los explotados y oprimidos a ambos lados de la frontera: contra el muro, las deportaciones, por el libre tránsito de las personas a través de los países de la región, contra la injerencia estadounidense en México y América Latina, contra la militarización y por desarrollar una estrategia independiente de lucha contra ambos gobiernos.