Una cadena nacional con mensajes para todos y todas. También para Scioli.
Fernando Rosso @RossoFer
Viernes 21 de agosto de 2015
Fotografía: DyN
Indudablemente, el discurso de Cristina Fernández fue un respaldo para su candidato, Daniel Scioli.
Conocidos los resultados de las PASO, donde Scioli no logró los guarismos que prometía y no alcanzó el 40% que lo acerque a evitar el balotaje, la presidenta y el “kirchnerismo duro” salieron a escena en pleno para apoyarlo. Y en el mismo acto demostrarle que su eventual triunfo estará en deuda.
Esto explica la distancia que toma la presidenta con sutiles pero filosas afirmaciones: el recuerdo de que fue amigo de Macri o que estuvo lejos de los resultados que Cristina obtuvo cuatro años atrás.
El “blindaje” parlamentario que pretende darle a las participaciones del Estado en las empresas, también expresa un mensaje (aunque apunte a un eventual triunfo opositor): la “garantía” está en el Parlamento, donde pasará a tener protagonismo el kirchnerismo.
La alta exposición y confianza hacia Aníbal Fernández, el candidato que triunfó en las PASO de la provincia de Buenos Aires contra la fórmula preferida de Scioli (Domínguez-Espinoza) y quien intrigó contra el sciolismo por las denuncias por la “causa de la efedrina”, también demuestra las “grietas” de la coalición oficial.
Analistas y referentes mediáticos del kirchnerismo “puro” salieron a pegarle a Scioli por el “fracaso” de los resultados en las primarias. Si ahora logra la victoria será gracias al fuerte respaldo del kirchnerismo y de la presidenta, y a la “polarización” contra el macrismo.
En la coyuntura, camino hacia octubre, los intereses de las camarillas del oficialismo convergen para intentar imponerse en primera vuelta y evitar la ruleta del balotaje.
Pero los resultados obtenidos hasta ahora no implicaron una definición en torno a quien tendrá en sus manos la jefatura del peronismo y continuarán las tensiones del “doble comando”.
La anterior disputa resonante al interior del peronismo fue entre el kirchnerismo y el duhaldismo, “resuelta” en las elecciones del 2005. Pero tuvo lugar en una situación de expansión económica producida gracias a la devaluación que fue un saqueo al salario obrero y al viento de cola de la economía internacional.
Lo peculiar de esta disputa de camarillas, clásicas de los fines de ciclo y en el partido que ocupa gran parte del escenario nacional, es que se produce en un momento de declive y agotamiento de la economía, que todos los días recibe malas noticias.
Nada indica que en el marco general del fin de un “gobierno de desvío”, la disputa se solucione sin crisis. Como se sabe, perder no es de peronista. Pero como dijo el mismo general Perón: "solo hay una cosa peor que la traición: el llano".
Fernando Rosso
Periodista. Editor y columnista político en La Izquierda Diario. Colabora en revistas y publicaciones nacionales con artículos sobre la realidad política y social. Conduce el programa radial “El Círculo Rojo” que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs. por Radio Con Vos 89.9.