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Red Internacional
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FÚTBOL. Abuso de menores en el fútbol: se extienden las denuncias a las inferiores de River

Luego del conmocionante caso de Independiente, un abogado de la Asociación de ayuda a Víctimas de Violación (AVIVI) presentó una denuncia por abusos ocurridos en las inferiores de River entre 2007 y 2011.

Lunes 2 de abril de 2018 14:21

Cuando la causa por abuso de menores en las divisiones inferiores de Independiente sigue en fase de citaciones, allanamientos y detenciones (ya hay 6 detenidos), las denuncias se ramifican y llegan a otros clubes: hoy es nada menos que River la noticia por una denuncia presentada por el abogado Andrés Bonicalzi de la asociación AVIVI, quien afirma que chicos que vivieron en la pensión del club de Nuñez entre 2007 y 2011 habrían sido víctimas de abuso y de redes de trata.

La denuncia se basa en testimonios de una ex médica del club que se desempeñó como cirujana durante 7 años en aquel período y que asegura haber confirmado situaciones de abuso en juveniles de las inferiores de River a partir de entrevistas a las familias de chicos que expresaron cuadros de angustia ante un psicólogo del club y que terminaron reconociendo abusos.

La titular de AVIVI, Elena Leuzzi, declaró esta mañana que cuando la médica expuso ante autoridades de River la problemática le sugirieron que hiciera “la vista gorda” y que al regresar de una licencia por maternidad fue desvinculada del club; también afirmó que igual suerte corrió el psicólogo que obtuvo testimonios de los menores.

Según la denuncia de AVIVI, la persona que habría actuado como nexo entre los jugadores juveniles y la red de pedofilia sería alguien cercano al entorno de River aunque no parte de la institución. La denuncia contempla al menos 3 casos de menores víctimas de esta red.

Mientras tanto, la denuncia por abusos en las inferiores de Independiente sigue avanzando y según lo expuesto por la fiscal María Soledad Garibaldi, titular de la UFI 4 de Avellaneda que lleva la causa, los abusadores “ofrecían pasajes para ir a ver a sus padres al interior”, además de “dinero, ropa, botines”, y cargas de la tarjeta SUBE, cuando los llevaban a departamentos y casas de San Isidro y Palermo para prostituirse.