El dirigente jujeño del Frente de Izquierda Unidad, dio una entrevista a Fernando Soriano en Infobae. Un emotivo recorrido por su vida y convicciones militantes. Y la pregunta que entusiasma de cara a las elecciones de noviembre: ¿Te imaginás...?
Domingo 19 de septiembre de 2021 22:35
Fotos: Nota de Infobae
Las repercusiones por la histórica elección de la izquierda en Jujuy, donde quedó a un paso de conquistar por primera vez una banca en el Congreso nacional, se extendieron por todo el país. Alejandro Vilca, obrero de la recolección de residuos y legislador provincial, quien encabeza la lista del Frente de Izquierda Unidad dialogó con Fernando Soriano en una entrevista publicada en Infobae este domingo.
Vilca, que este fin de semana se reunió con simpatizantes del FIT en Parque Centenario y en la fábrica recuperada Madygraf, acompañado por Nicolás del Caño y Myriam Bregman, hizo un recorrido de su vida hasta hoy, donde encabeza un desafío histórico: “¿Te imaginás un obrero coya, de piel marrón, de apellido quechua en el Congreso?”.
El periodista relata que Luisa Salas, madre de Vilca, fallecida por Covid el año pasado, "nació en Humahuaca, hija de campesinos originarios de la Quebrada. Al mismo tiempo que aprendió a caminar aprendió pastorear los chivos y las llamas con su madre y con su padre, un jornalero que cada temporada ponía en pausa el trabajo en la tierra para ganarse unos mangos extras en la mina El Aguilar o el ingenio Ledesma". Luisa trabajó desde los 8 años limpiando casas de gente rica primero y luego como empleada de limpieza en un hospital provincial. Siempre con trabajos precarios, crió a Alejandro y a sus cuatro hermanos, prácticamente sola. Alejandro recuerda en la entrevista que, para ayudar en la casa, vendían bollos y empanadas en los barrios San Isidro y Azopardo.
Toda esa desigualdad comenzó a calar en la conciencia de un muy joven Alejandro, que comenzó a cuestionarse “¿Por qué nosotros vivimos así, por qué existe Dios para los otros chicos y para mí no?”. “En la escuela los días de protesta no nos dejaban salir porque la cosa se ponía picante”, recuerda Vilca sobre su juventud en la escuela secundaria, cuando desde Cutral-Co y Plaza Huincul hasta Ledesma y Tartagal, estallaban rebeliones contra la miseria y la desocupación en los años menemistas.
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Una vez terminada la secundaria, Vilca consiguió una beca para estudiar arquitectura en la Universidad Nacional de San Juan. Fue allì donde conoció al PTS y la militancia revolucionaria: “A mí el marxismo me cambió la vida”, aseguró en la entrevista. Sin embargo, las dificultades económicas que atraviesan miles de estudiantes que deben trabajar cada vez más horas para sostener una carrera a la que no le pueden dedicar tiempo por la cantidad de horas de trabajo, hicieron que Alejandro tomara la decisión de volver a Jujuy. Pero con un desafío adicional, ponerse al frente de la construcción del PTS en la provincia.
Una vez de vuelta en Jujuy, Alejandro recuerda que comenzó a trabajar en distintos rubros: mozo, albañil, heladero, operario de una fábrica de plásticos, vendedor de seguros y dibujante para un arquitecto que, cuando lo despidió, le ofreció una pasantía en la Municipalidad de San Salvador.
“Cuando estaba precarizado andaba callado pero ya era militante hasta que en un momento dije ‘bueno, hay que luchar’. Y organizamos a los compañeros. El intendente nos quería rajar a todos. Pero juntábamos de a miles. Era un movimiento grande”, destaca sobre la experiencia de la Coordinadora Provincial de Trabajadores en Negro, que agrupaba a trabajadores y trabajadoras precarizadas de distintas áreas del Estado provincial y municipal.
En 2006 la Coordinadora bloqueó los accesos al aeropuerto el día que llegaba a la provincia el presidente Kirchner, quien para destrabar la situación tuvo que recibir en persona a Alejandro y sus compañeros de trabajo. La conquista de la planta transitoria para los tercerizados vino con un "castigo" para Vilca por parte del Gobernador: fue trasladado a trabajar como recolector de residuos en Alto Comedero.
“No tenía guantes, no tenía ropa, el camión era un camión común. Tirabas la basura a la caja y arriba uno estibaba”, cuenta sobre sus primeros días en su nuevo trabajo. Sin embargo, eso no impidió que a las pocas semanas, Alejandro y sus nuevos compañeros de trabajo se organizaran para luchar por mejores condiciones laborales.
Vilca, un referente para sus compañeros de trabajo y para miles de trabajadores y trabajadoras de toda la provincia fue candidato a Gobernador en 2011 y en 2017, en una elección histórica para la izquierda en la provincia, conquistó una banca provincial al obtener el 17 % de votos. “Cuando te metés en política lo ves clarito. Che, la mierda, todos son blancos y yo soy el único morocho. O los nombres, no hay nombres de acá en la política: son Morales, son Fellner, son Snopek”, describe sobre la política jujeña.
“Te tratan como si fueras el albañil de su casa, pero nos preparamos y pudimos elevar el nivel político para difundir de boca en boca, eso les molesta porque hay un desprecio a la clase trabajadora, te creen peligroso cuando pensás. Nuestro rol es tratar de abrirle los ojos a los compañeros trabajadores porque acá hay sumisión de clase, racial, sos coya, sos negro. Y a través de las candidaturas obreras damos un mensaje a los compañeros de que todos pueden participar”, continuó explicando en la entrevista.
“Yo me siento bien en la pertenencia del trotskismo, porque es un partido de clase", concluyó Vilca. Mostrando que se pueda hacer política de otra clase.