En su segunda día durante la reunión del G-20 los funcionarios de finanzas aseguraron su compromiso por implementar políticas monetarias y fiscales para evitar el riesgo de estancamiento económico. Hay preocupaciones de una guerra de monedas también.
Miércoles 11 de febrero de 2015
Funcionarios de Finanzas del grupo de las 20 economías líderes bosquejaron el martes un panorama incierto para el crecimiento mundial, y se comprometieron a emplear políticas monetarias y fiscales, de ser necesario, para evitar el riesgo de un estancamiento.
Estados Unidos instó a las economías del llamado G-20 a no recurrir a devaluaciones cambiarias para impulsar las exportaciones, en una señal de que Washington empieza a sentir la preocupación por la manipulación de los tipos de cambio para apoyar el crecimiento.
El secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, sostuvo que Alemania y otros países de Europa no deberían sentirse intimidados por los déficit y gastar más, argumentando que no es positivo para la economía global que sólo Estados Unidos se mantenga sólido.
"En Europa se necesitan más políticas fiscales. Hay una caída de la demanda. Diferentes naciones tienen diferentes niveles de espacio fiscal. Ellos deben utilizar ese espacio fiscal para hacer crecer la demanda", dijo Lew a periodistas en los márgenes de la reunión.
"En este caso usaré la metáfora de un auto que tiene un neumático bien inflado y los otros tres no tanto. No tendremos un buen viaje en la economía si el único neumático fuerte es Estados Unidos", aseveró.
La reunión de ministros de Finanzas y banqueros centrales del G-20 en Estambul se produce en momentos difíciles, puesto que las principales economías avanzan a diferentes ritmos, las políticas monetarias son divergentes y Grecia representa una nueva amenaza para Europa.
Alemania, que cuenta con el récord en superávit de cuenta corriente, ha sido inflexible a los llamados del G-20 a gastar más y apuntalar la demanda. El comunicado final del encuentro también se comprometió a colocar la deuda en un nivel sostenible.
Sin embargo, el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schaeuble, mostró una visión más optimista sobre el panorama para Europa, al decir que las proyecciones sobre la economía mundial estaban mejorando y que esto no sólo se debía a la fortaleza de la actividad en Estados Unidos.
"De forma paralela, tenemos cierto fortalecimiento de las previsiones del crecimiento también en Europa", declaró. "En resumen, estamos todos en una trayectoria no es mala", sostuvo.
El comunicado destacó que existe un crecimiento débil en el área del euro y en Japón, y dijo que algunas economías emergentes se están desacelerando. Indicó que el programa de alivio cuantitativo del Banco Central Europeo (BCE), que ha generado preocupación en Alemania, podría apoyar más la recuperación del bloque monetario.
Agregó que el desplome de los precios del petróleo podría apuntalar el crecimiento mundial.
Fuente: Reuters