Perdió por 3-1 en un partido muy disputado en el que la jerarquía y los pequeños detalles hicieron que los locales se llevaran el pase a semifinales. Igualmente fue un gran torneo del equipo argentino.
Juan Baleno @Jota_eMe1917
Jueves 18 de agosto de 2016
El sueño argentino en el voley masculino se terminó este miércoles cuando la selección nacional perdió en el clásico sudamericano con Brasil por 3-1. Los dirigidos por Julio Velazco, que habían clasificado primeros en su grupo por primera vez en la historia venciendo al último campeón olímpico Rusia entre otros, se toparon con Brasil, el equipo local y más ganador de todos los tiempos en este disciplina y quedaron en el camino de la ilusión por una medalla.
El primer set tuvo un trámite parejo con Argentina casi siempre arriba por una diferencia siempre de no más de uno o dos puntos. Pasando la mitad el equpo albiceleste perdió por lesión a su figura el punta-receptor Facundo Conte, que se torció el tobillo y estuvo afuera hasta el último punto. Argentina estuvo adenlante hasta el 20-19, momento en que apareció en todo su esplendor Brasil con Wallace como uno de sus estandartes. Finalmente la selección local ganó el primero 25-22.
El segundo arrancó también muy parejo hasta que al llegar a diez Argentina empezó a sacar ventaja de la mano de “el heredero” Conte y “el polaco” Cristian Poglajen como principales anotadores. Así la selección dirigida por Julio Velazco terminó ganando de forma contundente el 2do set 25-17.
El tercer set arrancó con Brasil más concentrado sacando una diferencia de cuatro puntos que a la larga del set se iban a hacer irremontables para Argenintina. Con un Wallace inspirado con sus remates y con Bruno certero, Brasil ganó el parcial justamente por 25-19.
El cuarto y definitivo set fue muy parejo y hasta llegó a tener a la albiceleste arriba por tres puntos. A mitad del set Brasil recuperó esa ventaja y el partido se puso parejo hasta estar 23 iguales, momento en el que algunos errores de Argenitna hicieron que Brasil se llevara el set 25-23 y el partido por 3-1.
Se acabó un gran sueño que tenía esta generación encabezada por Facundo Conte, hijo del mítico Hugo Conte, de conseguir una medalla que se le niega al Voley desde Seúl 88, justamente el equipo al que pertenecía su padre.
