Ayer se desarrolló la asamblea abierta del PTS-Frente de Izquierda en San Salvador de Jujuy. Docentes, municipales, trabajadores de la salud en lucha, desocupados y jóvenes estudiantes debatieron, intercambiaron y resolvieron medidas para seguir organizándose frente a la crisis y el ajuste, para que la izquierda avance ganando fuerza en los sindicatos, facultades y barrios.
Domingo 14 de agosto de 2022 19:25
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Al fin de la tarde y comienzo de la noche comenzaron a acercarse al local del PTS de San Salvador trabajadores y trabajadoras docentes, municipales de distintos puntos de la provincia, de la salud, choferes, desocupados, quienes junto a jóvenes estudiantes fueron parte de la asamblea abierta del PTS-Frente de Izquierda que contó con la presencia del diputado nacional Alejandro Vilca. Fue una reunión de trabajo, con diálogos que parten de las experiencias de lucha y organización que se vienen dando en un marco de ajustes y ataques. Intercambios sobre cómo dar pasos en organización y sumar más fuerzas en estas peleas, como también de cara a una militancia cotidiana de jóvenes y trabajadores. Una jornada llena de reflexiones, debates y entusiasmo.
Vilca, quien estuvo acompañado por los concejales por la capital y Palpalá, Gastón Remy y Julio Mamaní, y por Natalia Morales, diputada provincial (mandato cumplido); dio inicio al encuentro planteando un panorama de la situación política en el país, con la asunción del nuevo superministro Massa, luego de la presión devaluatoria (que continúa) de los sectores del agronegocios y las finanzas, quienes “a espaldas del pueblo y con el aval de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, terminaron haciendo un verdadero cambio de gobierno para profundizar el ajuste que exige el FMI, contra el pueblo trabajador”, señaló el diputado.
A lo que agregó: “ellos deciden todos los días de acuerdo a sus propios intereses de espaldas y contra el pueblo, mientras que los trabajadores y la mayoría popular solo puede votar cada dos años en campañas en las que los políticos tradicionales prometen mejoras que nunca llegan porque gobiernan para los poderosos. Por eso la clase trabajadora tenemos que ponernos de pie, organizándonos y luchando por una salida propia a la crisis tomando medidas a favor de la mayoría social, como ser el aumento generalizado de salarios y jubilaciones, la nacionalización de la banca y el comercio exterior, la estatización de las empresas de servicios, con el control de trabajadores y usuarios. No alcanza con votar y militar sólo cada dos años. Los trabajadores tenemos que organizarnos y dar pelea todos los días, construyendo un partido propio, ya que los patrones ya tienen los suyos”.
El qué y el cómo
Ofelia, jubilada docente, tomó la palabra para abrir un rico debate entre los presentes. Planteó que queda claro el programa por el que hay que luchar frente a esta crisis, lo que tenemos que charlar es el cómo llevamos adelante la pelea por esas medidas.
Una trabajadora de la salud contó la lucha que vienen llevando adelante de manera autoconvocada ya que los gremios no están acompañando. Relató con precisión el deplorable estado en el que se encuentra la salud pública y el maltrato laboral y salarial al que son sometidos todos los trabajadores del sector. Señaló con bronca “Éramos los héroes y ahora no somos nada”, criticando al gobierno y a las conducciones gremiales por no hacer nada.
Así se iba armando el debate. Abel Arroyo, docente de nivel medio y candidato a secretario general por la Lista Bordó impulsada por la izquierda, contó la pelea que se viene dando por la recuperación del Cedems. “Contra todos los obstáculos de la burocracia y el gobierno los docentes hicimos un gran pronunciamiento con más de 1700 votantes que le dieron un golpe al burócrata Montero y al gobierno que lo viene sosteniendo. Es una muestra de que los docentes quieren recuperar el gremio para luchar contra el ajuste y por la defensa de nuestros derechos. La masividad en la elección muestra un estado de ánimo distinto para dar pelea por esa recuperación y para que se reconozca la elección y a la conducción electa”.
Trabajadores municipales también relataron la campaña que vienen llevando adelante contra la proscripción a su lista opositora. “Es parecido a lo que pasa con los docentes, donde se quiere imponer una lista única para que no haya oposición que busque recuperar y transformar el sindicato”.
La necesidad de la unidad de los y las trabajadores/as, de distintos sectores junto a los desocupados fue una de las expresiones más reiteradas por los presentes acerca de cómo poder enfrentar mejor las políticas de ajustes en curso y la defensa de los derechos de todos.
Trabajadores desocupados también tomaron la palabra para compartir la propuesta de cómo se vienen organizando para impulsar una asamblea permanente que funcione de manera democrática para la pelea por trabajado genuino y el impulso de la apertura de un local en el populoso barrio de Alto Comedero. Propuestas que se transformaron en resoluciones al final de la asamblea.
Jóvenes estudiantes universitarios contaron que no le daban importancia a la política o la rechazaban, hasta que comenzaron a conocer las ideas de la izquierda, las consecuencias que traía el acuerdo con el FMI, lo que les hizo pensar que debían poner su profesión al servicio de quienes más lo necesitan, como también unirse a los trabajadores. Contaban, como ejemplo, la pelea común dada con los docentes por la recuperación de su sindicato. También propusieron impulsar entre todos la cátedra marxista que se viene desarrollando en la Unju como resolución de la asamblea. Trabajadores presentes sumaron como propuestas la de realizar grupos de lecturas como talleres de oficio en los locales
La necesidad de dar pelea en los sindicatos para recuperarlos surge de la experiencia que se viene haciendo con esas conducciones que dejan pasar todos los ataques. Del mismo debate iba surgiendo una primera respuesta a la pregunta original acerca del ¿Cómo llevar adelante la pelea por las medidas y el programa por el que hay que luchar frente a la crisis? En ese sentido, varias de las resoluciones que fueron votadas al finalizar la asamblea se relacionaron con la pelea en los sindicatos: impulsar agrupaciones junto con la izquierda (como la agrupación docente 9 de abril) para organizar a más trabajadores/as, sumando fuerzas y buscar las vías para que parte del apoyo electoral de la izquierda se exprese en una militancia cotidiana en los sindicatos. También apoyar la lucha de los y las trabajadores/as de la salud, la campaña por el reconocimiento de las recientes elecciones en Cedems, como la pelea de los municipales por la oficialización de su lista, contra la proscripción.
Por un partido propio
También del propio debate fueron surgiendo importantes reflexiones. Por ejemplo, acerca de lo que dejó la lucha de los 90, cuando se “voltearon” cinco gobiernos pero nada cambió profundamente, ya que se iban y volvían los mismos partidos tradicionales que mantienen el statu-quo en una provincia en la que ganan los grandes empresarios. Se intercambió sobre lo que faltó en esos momentos: un partido propio de la clase trabajadora que dé pelea por un programa y una salida independiente del peronismo y el radicalismo, como también que tenga la fuerza para ir hacia un gobierno de los trabajadores, para que la lucha no sea usada como base de maniobra para la negociación entre las direcciones sindicales y sociales y los partidos del régimen, como sucedió en los 90.
En este sentido, ligado a la pelea en los sindicatos, el impulso de agrupaciones verdaderamente clasistas para recuperarlos o ser una alternativa de dirección, se desarrolló la necesidad de una militancia cotidiana, no solo electoral, para poner en pie un partido de la clase trabajadora.
Ligado a la necesidad de ese partido y al calor de resolver agitar en lugares de trabajo, estudio, barrios y ferias las ideas y medidas que propone la izquierda, frente a la crisis, surgió el debate del para qué organizarse y luchar, por qué fines últimos en relación a la pelea por construir una sociedad realmente igualitaria, el socialismo. Muchos de los presentes destacaron cómo en cada lugar de trabajo son los y las trabajadoras las que producen la riqueza, la trasladas o transportan. En las fábricas, en el transporte, en las escuelas y hospitales, sin la clase trabajadora nada se mueve. Como todo ese trabajo socializado está puesto en función de la ganancia de unos pocos, pero también como si la clase trabajadora toma el control puede planificarse la producción en relación a las necesidades de la mayoría social, reduciendo las horas de trabajo para que trabajen todos y avanzar en una mayor disposición del tiempo libre para las mayorías. Gastón Remy señaló, en el cierre de la asamblea, que “no hay nada de natural en que por ejemplo en las tierras de Ledesma sólo se produzca un determinado producto una parte del año, y luego muchos trabajadores quedan meses sin trabajo. Sino que es lo que más favorece los intereses y ganancias patronales. Si los y las trabajadoras toman control de la producción, podría planificarse de manera democrática qué y cuánto se produce, para qué se usan las tierras, en función de los beneficios de la mayoría social y no de las multimillonarias ganancias de unos pocos”.
Votando las distintas resoluciones que fueron surgiendo fue terminando una muy buena asamblea con los distintos intercambios que se fueron relatando, para luego continuar las charlas, proyectando acciones, en una cena compartida entre todos los presentes.