Contra la ultraderecha. Bregman con Sietecase sobre discursos de Villarruel y Cúneo Libarona: “Los dinosaurios están vivos”
La dirigente del Frente de Izquierda y abogada en numerosas causas de lesa humanidad analizó el acto negacionista y progenocidio de la vicepresidenta en el Senado y la exposición del ministro de Justicia en la comisión de Mujeres y Diversidad de Diputados. “No buscan ni verdad ni justicia, buscan más impunidad” para los responsables de la “miseria planificada”, dijo. Cuestionó la ausencia de un llamado a la movilización masiva de repudio por parte de las dirigencias políticas y sindicales.
Este miércoles Myriam Bregman fue entrevistada por varios medios sobre declaraciones que el martes realizaron la vicepresidenta Victoria Villarruel y el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona. En el primer caso, se dieron en el marco de un acto negacionista que Villarruel organizó en el Senado junto a familiares y aliados de genocidas de la última dictadura. En el caso de Cúneo Libarona, fue cuando expuso en la la Cámara de Diputados este martes, rechazando la diversidad sexual.
Bregman, diputada nacional del PTS-FITU con mandato cumplido y abogada del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), fue entrevistada en los programas “La inmensa minoría” de Radio con Vos, “Inflamable” de Radio Provincia de Buenos Aires y en el canal de streaming Nada del otro mundo.
Algunas de las definiciones de Bregman
Los dinosaurios están vivos, ¿no? (El martes) fue como un día de retroceso, de mostrar las peores ideologías. Creo que es un Gobierno que está muy mal económicamente, que muchos de los que lo apoyaron empiezan a sentir ese malestar insoportable y se cuestionan haberlo apoyado. No se llega a fin de mes, los jubilados no pueden comprar los medicamentos, entonces cada vez más vamos a empezar a ver estas “batallas culturales” que se ponen a la orden del día.
Lo que dijo Villarruel (en el acto negacionista en el Senado) y lo que dijo Cúneo Libarona (en Diputados) de bajar la edad imputabilidad, son todos temas gravísimos. Pero me parece que es un Gobierno que está totalmente acorralado económicamente, que queda claro que no vino a terminar con los privilegios de “la casta” sino a realizar un ajuste ortodoxo, clásico, neoliberal y el día de ayer es como que estalló todo junto, ¿no?
Además ayer estuvimos en un audiencia (en Comodoro Py) por la causa ESMA, por el genocida Juan Antonio Azic, “Piraña”, que torturó al bebé de un amigo. Rodolfo tenía veinte días de edad, (Azic) lo puso sobre el pecho de Carlos “Sueco” Lordkipanidse, sobreviviente de la Escuela de Mecánica de la Armada, para que él brindara información comenzó a pasarle picana por el cuerpo de Carlos con Rodolfo encima.
Respecto a la idea trasmitida por Villarruel en su acto de “reabrir” causas ya cerradas contra militantes y organizaciones de los años 70 para que se declaren delitos de lesa humanidad algunas de sus acciones, Bregman dijo:
Cuando lo escucho a Villarruel decir las cosas que dice, me da una bronca terrible. Porque dice cosas totalmente inexactas, incorrectas, ilegales e inconstitucionales.
Primero, lo que hizo la vicepresidenta, que además muestra su título de abogada, es totalmente ilegal e inconstitucional. Lo prohíbe el artículo 109 de la Constitución. Ella no puede arrogarse funciones judiciales y estar por los medios de comunicación, desde el Senado que preside, diciendo cómo debe actuar el Poder Judicial o qué causas va a iniciar o va a dejar de iniciar. Eso como algo básico, de principios de la legalidad.
Segundo, ella no contó ninguna novedad. Ya lo vienen haciendo desde hace muchísimos años. Fundamentalmente hay tres causas: “Rucci”, “Larrabure” y la que se conoce como “Superintendencia o Coordinación Federal”, donde han intentado esta teoría de culpar a los militantes de los años 70 y a las organizaciones. No les interesa si la persona (acusada) está viva o no, de hecho en la causa de “Coordinación Federal” acusan a personas que están desaparecidas. Es algo aberrante. O en el caso de Rodolfo Walsh, como él está desaparecido, acusan a su hija. Cosas que no podés creer.
No están buscando verdad, no están buscando justicia. De hecho en algunas de estas causas están cobrando reparación económica. Acá hay muchas cosas para hablar.
Lo que buscan es involucrar a personas famosas, conocidas, para luego tener una especie de empate: “bueno, yo no acuso más a los de ustedes y ustedes no acusen más a los genocidas”, en esta teoría que el Tata Yofre llamó “fuimos todos”.
El Tata Yofre que, con su nivel, es uno de los ideólogos de esta gente. Recordemos que estaba en el video que el 24 de Marzo mostró la Casa de Gobierno. No les interesa la verdad, les interesa solamente poner a personas muy reconocidas en la mira y tratar de decir “bueno, como fuimos todos, no fui ninguno”.
Pero no le veo ninguna viabilidad. Primero porque ellos no buscan verdad, no buscan justicia, no buscan memoria completa ni nada que tenga que ver con eso. Buscan solamente la impunidad de los genocidas. Todo está orientado a eso. Segundo porque los delitos de lesa humanidad se cometen desde el Estado o por agencias paraestatales. El típico caso fue el de la Triple A, que fue considerada la antesala de genocidio (después otro debate político es por qué esa causa nunca avanza, la tuvo Oyarbide por años e involucra a sectores que por ahí no todos están dispuestos a investigar).
Villarruel tiene ese solo objetivo, el de igualar a todo el mundo con cosas que no tienen absolutamente nada que ver con los genocidas. Acá lo que hubo en la Argentina fue un genocidio, con miseria planificada, llevado adelante desde desde el Estado, donde participaron las Fuerzas Armadas y de Seguridad y con la connivencia de muchos civiles.
Esos civiles que hoy aparecen en los chats que muestra la la diputada Arrieta. Ahí volvés a encontrar esos apellidos que fueron parte del “Camarón”, aquella Cámara del terror que había hecho (Alejandro) Lanuse, que fueron parte de los ministerios de Justicia tanto de (Jorge Rafael) Videla como de (Ramón) Camps.
Hay un hilo de continuidad en toda esta gente. Y Victoria Villarruel representa eso. A todos nos asombraba en estos días cuando encima la querían “santificar”, como que era nacionalista. Hay que tener cuidado con eso, porque no son simples debates políticos. Naturalizar el discurso de personajes como Villarruel, mostrarla como alguien “amiga del pueblo”, es un juego muy peligroso donde se lavan la cara estos personajes tan nefastos.
Le preguntaron a Bregman por qué cree que, si la economía funciona mal, no se ve que haya una reacción, no hay ningún corte de calle, no hay muchas medidas de protesta a nivel tema salarial, etc.
Si le tengo que poner un título, le pondría el título de “complicidad”. Lo que hay es complicidad. La situación económica no se soporta más, realmente es muy grave. Cualquiera que tenga un jubilado o una jubilada en la familia, o lo sea en persona, sabe que no se soporta más. Es imposible pagar los alquileres y el DNU 70 sigue vigente sin que consigamos cinco diputados más para poder llamar a sesión de la Cámara de Diputados y tratarlo.
Las centrales sindicales están borradísimas después de una reforma laboral que retrotrae en cien años los derechos, que dice que las mujeres tenemos que trabajar casi hasta el día del parto. No hablan. En la televisión son todos gallitos, pero después en la calle no ves a ninguno.
Desde la izquierda estuvimos impulsando movilizaciones contra la ley bases y muchísimas cosas, la verdad que bastante solos. Es un problema. Yo no culparía a la sociedad, me parece que acá la dirigencia política está dejando correr. Se instaló mucho la idea de que algún tipo de ajuste había que hacer y entonces “mejor que lo haga Milei así cuando volvemos nosotros el ajuste está hecho”.
Pero cada vez que hubo una convocatoria clara en estos meses se respondió masivamente. Nuestro pueblo trabajador respondió masivamente. Lo hizo en enero con el paro de la CGT, el 24 de Marzo en dos movilizaciones enormes y masivas, el 8 de Marzo, (en abril) cuando estuvo la convocatoria para defender la universidad pública. No hay un problema de voluntad política. Lo que hay es una dirigencia política que deja correr el ajuste, que discute los “bordes” y no el centro de la política económica que para mí es miseria planificada.