Con la presencia del embajador Edward Prado, integrantes de la DEA y el FBI, Bullrich homenajeó a los organismos de seguridad y espionaje estadounidenses.
Gloria Pagés @Gloria_Pages
Miércoles 27 de noviembre de 2019 22:21
La ministra de Seguridad no ahorró agradecimientos. Las flores fueron en este caso para los organismos de seguridad e inteligencia de Estados Unidos por su colaboración en ”la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico y el crimen organizado.”
Fue durante la ceremonia de despedida de su cargo en la sede del ministerio a cargo de Patricia Bullrich. Allí se reunieron 30 representantes de la DEA, el FBI y los organismos del Departamento de Seguridad Nacional de Trump, encabezados por el embajador yanqui Edward Prado. Bullrich puso el énfasis en los pactos de cooperación y formación de funcionarios locales que se están formando bajo la doctrina norteamerciaba durante su gestión.
Hoy reconocimos a todas las agencias de EEUU que trabajaron con nosotros @ICEgov @ICEespanol @DHSgov @EmbajadaEEUUarg @DEAHQ @FBI @StateINL
Su colaboración dio frutos: somos el país de América Latina que más luchó contra el terrorismo, lavado de activos, corrupción y narcotráfico pic.twitter.com/O49eMrDoVd— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) November 27, 2019
Los representantes del país del norte, no solo estaban allí para recibir los elogios de la ministra sino que fueron agasajados con placas y distinciones, que fueron entregadas por Gerardo Milman, jefe de Gabinete de la cartera y por Eugenio Burzaco, secretario de Seguridad.
“Hemos estado en Washington una gran cantidad de oportunidades y no quiero dejar de agradecer al grupo que está en Miami porque ahora tenemos ahí a un representante de Gendarmería”, señaló Bullrich con entusiasmo. Este “enlace” argentino en la llamada Fuerza de Trabajo Conjunta de Intransigencia está ubicado, no casualmente a pocos kilómetros del Comando Sur de los Estados Unidos.
La soberanía te la debo
La excusa del combate al narcotráfico ha servido mediáticamente al gobierno para instalar por ejemplo, Grupos de Operaciones Conjuntas centralmente en el norte del país y en la zona de la Triple Frontera. Además, claro, de personal y tecnología de la CIA y el FBI para hacer espionaje e inteligencia y aportes financieros del Departamento de Estado para la “lucha contra el narcotráfico”. En resumen y sin eufemismos: profundizar la injerencia imperialista en el país.
La ministra de la Doctrina Chocobar, la que reivindicó a la Gendarmería y negó la desaparición y muerte de Santiago Maldonado, la que dirige la fuerza – Prefectura- que asesinó a Rafael Nahuel, se despide a los pies del imperialismo yanqui.
Como ejemplo reciente de su afición por lamer botas yanquis, digamos que en agosto de este año la ministra firmó un convenio con la agencia de “seguridad” de Estados Unidos para crear una base de datos genéticos forense. El FBI podrá obviamente acceder a esta información.
Poco más de un año antes, junto al ministro de defensa Oscar Aguad, Patricia Bullrich viajó a Estados Unidos para cerrar acuerdos bilaterales con las agencias de seguridad de los Estados Unidos (con un temible prontuario) como la DEA y el FBI, entre otras.
Pasan los gobiernos, pero el imperialismo y su injerencia queda
“El trabajo que han hecho ustedes no se podría haber hecho sin el apoyo de la ministra Bullrich trabajando con los Estados Unidos. La vamos a extrañar, pero el trabajo debe seguir porque el crimen sigue y tenemos que estar preparados para pelear mejor que ellos”. Así el embajador Edward Prado despedía a la actual ministra y auguraba la continuidad de tan aceitadas relaciones entre nuestro país y los Estados Unidos.
Claro que va a seguir, la DEA y el Departamento de Estado no van a ser mal recibidos por el nuevo gobierno. Sergio Massa es otro que visita con frecuencia “La” embajada y un hombre de su riñón, Diego Gorgal está prácticamente confirmado para ocupar la cartera que deja Bullrich. El mayor logro profesional que gusta resaltar a Gorgal es haber sido formado, durante los primeros años de esta década, por la DEA, la Policía de Nueva York y el Pentágono.
Si este evento, tan cipayo, de despedida de Bullrich ya de por sí es chocante, lo es más en el contexto de una América Latina donde su juventud y sus trabajadores se levantan contra los planes del imperialismo y FMI, y que repudian y enfrenta el golpe de estado en Bolivia.