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Red Internacional
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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID. Candidatura de Contracorriente y Pan y Rosas ingresa en los órganos de representación de la UCM

El pasado 6 de abril, las agrupaciones juveniles impulsadas por la CRT junto a independientes, lograron entrar a Junta en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, y a Junta y Claustro en la Facultad de Filología, con una candidatura antiimperialista, feminista, por la autoorganización estudiantil, antiburocrática y junto a la clase trabajadora. No solo son unos buenos resultados en las primeras elecciones estudiantiles en las que participan las dos agrupaciones, sino una gran noticia para el movimiento estudiantil combativo.

Viernes 8 de abril de 2022

En Junta de Facultad y Claustro nuestros escaños serán una posición de combate y denuncia política al servicio del movimiento estudiantil. Este artículo debe servir como conclusión y reflexión a todes les militantes de cada asociación, incluyendo las revolucionarias, sobre cuál es el papel de las elecciones y qué significa esta victoria parcial que hemos vivido.

Primero importante recapitular el porqué de nuestra candidatura. Desde las agrupaciones de Contracorriente y Pan y Rosas somos conscientes de que realmente no se puede cambiar nada desde dentro de esta institución antidemocrática. De hecho, la representación estudiantil no sirve de nada puesto que las decisiones realmente importantes y que afectan a les alumnes se toman en los Consejos Sociales y Consejo de Gobierno formados por grandes empresas y casta universitaria. En el caso de la Complutense formados por representantes de El Corte Inglés, la COPE, Repsol, Telefónica, o la CEOE. Además, en Junta y Claustro los estudiantes tan solo podemos ocupar un 25% de los escaños, estando totalmente infrarrepresentados. Por ley, más del 51% del hemiciclo lo ocupan docentes fijos y catedráticos. Cada voto de esta casta endogámica y patriarcal amiga de las empresas vale más de 30 veces el voto de une alumne.

Conscientes de esto, nuestro objetivo es utilizar los órganos como un altavoz para nuestras ideas revolucionarias, con el pie puesto en las calles y no en los despachos, para que nuestro escaño sirva para formar un movimiento estudiantil fuerte y anticapitalista. En las elecciones a Junta en Somosaguas un centenar de estudiantes mostraron su apoyo a estas ideas en estas elecciones. Es un gran resultado y seguiremos avanzando. Solo la lucha de les estudiantes, junto a la clase trabajadora, puede conquistar la universidad que queremos.

Esto es importante para entender nuestras candidaturas y su programa. Ninguna voluntad de gestionar esta institución, y sí el objetivo de desenmascarar ante les estudiantes su carácter antidemocrático, patriarcal, capitalista e imperialista (ante la Guerra en Ucrania hay que destacar que la UCM es una de las universidades del Estado español con más acuerdos con el Ministerio de Defensa y la industria militar). Al contrario que otras asociaciones cuyo objetivo es llegar a los órganos de gobierno universitario para legitimarlos asumiendo un rol administrativo de una institución capitalista y patriarcal, manejar las migas que dejan los catedráticos o, lo que es peor, tomarlo como entrenamiento para hacer carrera política y engrosar su currículum universitario; Pan y Rosas y Contracorriente nos presentábamos con una idea clara sobre el funcionamiento de estos órganos y con el objetivo de salirnos de las normas del juego.

Con estas ideas hicimos campaña en Ciudad Universitaria, en la Facultad de Derecho, en la Facultad de Filosofía, y en la Facultad de Filología, asimismo, en Somosaguas nos presentamos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología. En éste ultimo campus ante el intento de la Vox de ir a provocar a una facultad tradicionalmente de izquierdas, y tras un comunicado de decanato informando de que cerrarían la facultad y que prohibían el acto de Ortega Smith, las compañeras se mostraron sólidas ante la necesidad de que fuera el movimiento estudiantil y no decanato la que parara a la ultraderecha. Gracias a la unidad estudiantil a través de la Asamblea de Somosaguas salió adelante una confrontación en bloque y masiva que hiciera de cortafuegos físico ante la entrada de los ultraderechistas y que dejara claro que las estudiantes se oponían al discurso de odio, machismo, lgtbifobia y clasismo que tenían intención de exponer en la universidad.

En Filología ganamos con creces siendo la primera fuerza de la facultad, nuestra candidata entró en Junta y Claustro, mientras en políticas acumulamos un 12% de los votos totales y conseguimos un asiente en Junta. En todas las facultades en las que nos presentamos logramos unos muy buenos resultados para ser las primeras elecciones a las que nos presentábamos en la UCM, y para llevar en esta universidad no más de año y medio. Las importantes luchas que hemos dado en este tiempo contra las Leyes Castells (LOSU y LCU) del Gobierno del PSOE y UP, nuestra cobertura de la Huelga del Metal en Cádiz enviando a nuestros compañeros, nuestro apoyo a las compañeras obreras en huelgas como la de Marktel y por la readmisión de los sindicalistas que luchan, nuestro cortejo de más de 400 personas bajo la bandera del feminismo antiimperialista y contra la guerra en el 8M, las discusiones ideológicas a través de las Cátedras Libres Karl Marx, nuestra lucha contra la Guerra en Ucrania, etc. reconocen a nuestras agrupaciones a ojos de la facultad como agrupaciones combativas en la lucha política.

Esto es una victoria que hemos luchado con un esfuerzo de cada militante, hemos combatido en las asambleas y hemos dado nuestra mente y cuerpo para conseguir un altavoz para nuestras ideas revolucionarias. Desde aquí solo queda avanzar y construir un movimiento estudiantil combativo que se una a la clase trabajadora para frenar a la extrema derecha, al mismo tiempo que combate las medidas neoliberales de los “progresistas” del Gobierno, que intenta reprimirnos con las leyes Castells o con recortes en la educación pública, mientras profundiza su giro militarista.

Frente a los ataques, intrigas y calumnias de las asociaciones que hasta este momento participaban de las elecciones estudiantiles como gestores leales de la decana y la casta de catedráticos amigos de las empresas, continuamos nuestra lucha, que no quiere limitarse al activismo estudiantil, sino que busca acabar con toda forma de explotación y opresión. Queremos ser una minoría en un movimiento estudiantil de miles de estudiantes que pelean por la revolución y, por tanto, por la confluencia con la clase trabajadora. Nuestras prometedores primeras elecciones nos sitúan más cerca de este objetivo.

¡Paso a nuestras candidatas revolucionarias!