Sucedió en el Maxi Carrefour de José León Suarez mientras trabajaban en un tanque industrial. La familia indicó que no les dieron mascarillas para trabajar con productos tóxicos. Contaron que mientras buscaban a la familia, en las comisarías de Boulogne y de Pilar no les quisieron tomar la denuncia y que desde Carrefour tampoco se contactaron.
Miércoles 9 de octubre 14:02
Sucedió en el Maxi Carrefour de José León Suarez mientras trabajaban en un tanque industrial. Este sábado, padre e hijo que trabajaban de manera tercerizada para Carrefour, según se presume murieron por inhalación de productos tóxicos mientras realizaban tareas de mantenimiento en el interior de un tanque de agua industrial.
Carlos Helfin de 48 años y Gabriel Helfin de 26, oriundos de Pilar fueron las víctimas de este accidente laboral que podría haberse evitado. También se encontraba Braian, parte de la familia, que sobrevivió y sigue en estado de shock.
Según el portal DarInfo, quienes estuvieron en contacto con la familia, informaron sobre la preocupación y búsqueda de paradero durante el fin de semana. Llama la atención que nadie en el supermercado le haya extrañado que el auto de la familia permanecía en el estacionamiento y mientras mantenían sus puertas abiertas. Según el testimonio de la hermana Mariana Helfin en redes sociales, Carlos y Gabriel cayeron al pozo.
La mamá, Alejandra Lavadia, en comunicación con ese diario, indicó que no les dieron mascarillas para trabajar con productos tóxicos. Contó que mientras buscaba a la familia, en las comisarías de Boulogne y de Pilar no les quisieron tomar la denuncia y que desde Carrefour tampoco se contactaron.
Nuevamente, la precarización laboral se cobra nuevas víctimas jóvenes que trabajaban en condiciones de riesgo y sin la protección necesaria. No fue un accidente. Se podría haber evitado. La falta de mantenimiento es la expresión cruda de cómo a las empresas no les importa la vida de los trabajadores. Les importa sus ganancias que consiguen a costa de nuestra fuerza de trabajo.
Este trágico incidente revela la explotación brutal y las condiciones de trabajo inhumanas que enfrentan muchos operarios en Argentina, y deja al desnudo la necesidad de trabajos con mayores derechos, como condiciones de seguridad e higiene que sean realmente pensadas en función del bienestar de los trabajadores y no las ganancias de sus empleadores.