¿Y entonces? Cerruti sobre la inflación: “No podemos decir si nuestra estrategia es un éxito o un fracaso”

La portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, sostuvo este jueves en su habitual conferencia de prensa de cada jueves que “las estrategias a largo plazo suelen tener que esperar a que se cumplan los plazos y los tiempos antes de calificarlas como éxitos o fracasos”, en referencia a la inflación que sigue en ascenso tras conocerse el índice oficial del mes de enero.

En ese sentido Cerruti agregó que “todos saben que la lucha contra la inflación es uno de los ejes de este gobierno” y que la Casa Rosada entiende “que es el mayor problema que sufren hoy las familias de los argentinos y las argentinas”.

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Sin embargo, la portavoz desarrolló una explicación que, lejos de responder a la inquietud de millones de trabajadoras y trabajadores sobre el futuro de sus bolsillo, da demasiadas vueltas para terminar no diciendo mucho.

“El último índice de inflación mostró que aquellos precios que forman parte del acuerdo de precios, como los precios en góndola de supermercados y las carnes, se han mantenido o han bajado o se ha cumplido con los acuerdos. Hemos tenido un crecimiento de los precios en hortalizas y verduras frescas, que no forman parte de esos acuerdos. El Gobierno está tomando estrategias y el secretario (de Comercio Interior, Robero) Feletti y los ministros están tomando estrategias en este sentido, como buscar que los pequeños productores puedan llegar a distribuir sus mercaderías, como buscar que los precios estacionales se desacomplen de los precios internacionales. El tema de la inflación, además de que es un problema estructural en la Argentina desde hace muchísimos años, es ahora también un problema en el mundo, después de la pandemia. Diferentes países están teniendo índices de inflación como nunca antes habían tenido, con lo cual la concatenación de los dos temas hace que la lucha contra la inflación, que tiene que ver con el control de los precios pero también con la producción y la exportación, porque la generación de divisas también forma parte de eso, con los acuerdos internacionales como el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que permitan cierta estabilidad financiera, todos esos temas se están llevando adelante de manera conjunta y vistos como una política que tiene que ser global para que podamos tener, más temprano que tarde, éxito en la lucha contra la inflación que es uno de nuestros grandes objetivos”.

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Luego Cerruti confirmó que la Casa Rosada está evaluando la posibilidad de crear una “empresa de alimentos estatal” con el objetivo de garantizar precios accesibles a partir de la ayuda a pequeños productores de verduras frescas. Una de las prioridades que tendría esa estructura es que verduras y hortalizas lleguen con precios más bajos a las y los consumidores. “El Gobierno está empeñado en ver de qué manera puede ayudar a los pequeños y medianos productores”, afirmó.

En referencia al acuerdo con el FMI, Cerruti dijo que el Gobierno está “dando pasos en el buen sentido. Vamos a llegar al mejor acuerdo posible para darle un principio de solución a la deuda histórica más grande contraída por la Argentina, en cabeza de la gestión de Mauricio Macri, y la más grande que dio el Fondo en su momento. No es la mejor solución nunca, sino la mejor solución posible a un problema que heredamos”.

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A su vez aseguró que el ministro de Economía, Martín Guzmán, va a concurrir al Congreso a explicar la “letra chica” del acuerdo una vez que esté, “como cada vez que concurrió cuando fue convocado. Esperamos que ese momento sea pronto. Puede ser pronto que se haga el acuerdo con el staff del Fondo y, cuando llegue el acuerdo, el ministro irá con gusto y placer para explicar los detalles”.

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Es obvio, como dice Cerruti, que la inflación es un fenómeno multicausal que, de no mediar medidas de fondo para frenarla, se retroalimenta. Entre las causas fundamentales están la devaluación del peso, los monopolios que forman los precios y la dolarización de tarifas de energía y combustibles. En ese escenario, las empresas que manejan la economía aprovechan para remarcar en función de aumentar sus ganancias impunemente.

Por eso resulta vital una recomposición de los ingresos de la población trabajadora, con aumentos salariales y de jubilaciones que recupere en serio y de una vez todo lo perdido durante años. En ese sentido, que los recursos públicos sean destinados mayoritariamente al pago de la deuda externa ilegal y fraudulenta en lugar de ser destinados a paliar las necesidades de las grandes mayorías, es una política de Estado concreta.

Es cierto que las patronales monopólicas u oligopólicas chantajean al pueblo trabajador en las góndolas y mostradores. Ta cierto como que las decisiones del Frente de Todos, más allá de la retórica, resultan impotentes para defender el bolsillo popular.

Para controlar los precios de forma efectiva y que los salarios no pierdan frente a la inflación es necesaria la creación de comités de trabajadores y consumidores y la exigencia de apertura de los libros de contabilidad de todas las empresas que amenazan con desabastecer o dejar de invertir. Esa información es vital para comprender quiénes se benefician con la inflación y quienes perdemos ante políticas que no la frenan.