La euforia de Javier Milei por el triunfo de Donald Trump y su alineamiento total con Estados Unidos invitan a revisar experiencias pasadas como la del menemismo, al cual el actual presidente admira profundamente. Le preguntamos a ChatPTS para saber más sobre el tema.
Viernes 15 de noviembre 18:26
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Durante el menemismo, las "relaciones carnales" se refirieron a la política de alineamiento incondicional con los Estados Unidos. Este término se hizo famoso por describir la política exterior de Carlos Menem, que buscaba estrechar lazos con el gobierno estadounidense a través de un apoyo casi incondicional a sus políticas internacionales.
Estos fueron los principales hitos de las "relaciones carnales":
Alianza Estratégica: Durante la presidencia de Menem, Argentina se alineó firmemente con Estados Unidos en el ámbito internacional. Esto se reflejó en el apoyo a las intervenciones militares de Estados Unidos, como la Guerra del Golfo en 1991. Menem envió dos buques de guerra argentinos al Golfo Pérsico para apoyar la coalición liderada por Estados Unidos contra Irak, una decisión que marcó un cambio significativo en la política exterior argentina hacia un alineamiento más cercano con Washington.
Privatizaciones y Neoliberalismo: La política económica de Menem, caracterizada por la implementación de reformas neoliberales, también fue un componente clave de las relaciones carnales. Las privatizaciones masivas de empresas estatales y la apertura económica fueron bien vistas por Estados Unidos y las instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, que apoyaron estas políticas con préstamos y asesoramiento.
Tratado de Madrid: En 1990, Menem firmó el Tratado de Madrid con el Reino Unido, que normalizó las relaciones entre ambos países tras la Guerra de Malvinas. Este tratado fue visto como un gesto hacia Estados Unidos y sus aliados, mostrando la disposición de Argentina a resolver conflictos diplomáticos en línea con los intereses occidentales.
Designación como Aliado Extra-OTAN: En 1998, Argentina fue designada como Aliado Extra-OTAN por Estados Unidos, un estatus que refleja la estrecha cooperación militar y política entre ambos países. Este reconocimiento fue un símbolo de las relaciones carnales y del papel de Argentina como un aliado estratégico de Estados Unidos en América Latina.
Estos hitos reflejan cómo la política de Menem buscó una integración más profunda con el orden internacional liderado por Estados Unidos, adoptando políticas que favorecieron los intereses del capital internacional y alineándose con las estrategias geopolíticas de Washington.
El gobierno de Menem se caracterizó por un fuerte proceso de privatización de servicios públicos y empresas estatales, lo que llevó a una gran cantidad de despidos y a una concentración de la riqueza en manos de pocos. Además, se implementó un modelo económico que favoreció la extranjerización de la economía y la precarización laboral, muy acorde al "Consenso de Washington" que primaba en ese momento, bajo la hegemonía de Estados Unidos.
Estas políticas, junto con los indultos a militares condenados por crímenes de lesa humanidad y una serie de escándalos de corrupción, generaron un fuerte rechazo en amplios sectores de la sociedad argentina, especialmente entre los trabajadores y los sectores populares que se vieron afectados por el desempleo y la pobreza.
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