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Red Internacional
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Nacional. Cinismo K: “Esta es la victoria de los pueblos originarios”

Las declaraciones del Ministro de Salud de la Nación Daniel Gollan sobre la muerte del niño Qom Oscar Sánchez por desnutrición, erizan la piel. Durante una entrevista en radio Vorterix, no le tembló la voz al decir “si seguimos insistiendo que en Argentina el gran problema es la desnutrición, vamos a perder de vista el verdadero problema que es el del sobrepeso”.

Sábado 12 de septiembre de 2015

Siguiendo con la línea de su compañero “Coqui” Capitanich, el ministro de Salud le atribuyo la culpa de la muerte a cuestiones culturales.

“Hay una problemática que juega en contra que es la interculturalidad. A veces tenemos que actuar semanas para poder llevar a un chico a internarse porque su familia, por su concepción cultural, que es respetable, está creyendo en la palabra del chamán”.

Solamente a un cínico se le puede ocurrir decir, sin que se le mueva un pelo, que la muerte de un chico de 14 años que pesaba 10 kg es por culpa de “la interculturalidad”, dejando incluso entrever que es por decisión de la familia o por los agentes sanitarios que visitaban al niño que, al ser qom, no lo derivaban al hospital.

“Los casos son tremendos pero yo me manejo con los números”

En el ranking de frases xenófobas tenemos esta otra donde el ministro confirma que el caso es tremendo pero que él se tiene que manejar con números y en lo posible unos pocos. Ya que insiste con que son casos aislados, haciendo gala que desde el 2003 hasta el 2013 se redujeron enormemente las cifras de muerte por desnutrición. Aberrante trampa si las hay.

La denuncia realizada por el Centro Nelson Mandela cuando Néstor Femenia -otro niño qom fallecía de tuberculosis producida por desnutrición- se los imputó a Jorge Capitanich, Juan Manzur (entonces ministro de Salud) y Alicia Kirchner (ministra de Desarrollo Social) por delito de “homicidio por comisión de omisión en concurso ideal con abandono de persona e incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

La denuncia de Rodolfo Nuñez, titular del Centro Mandela aclara la situación: “Se invisibilizan las cifras negras de la salud y las estadísticas oficiales no quedan dañadas por la realidad. Por ejemplo, si un niño muere por desnutrición, registran que murió por diarrea, cuando en realidad es solo el desencadenante del deceso”.

El no reconocimiento de la terrible situación que viven los pueblos originarios en Argentina y en particular la comunidad Qom, despreciada por la propia Presidenta quien -al igual que Gollan- debe pensar que son casos aislados ya que en su discurso del miércoles pasado se olvidó de mencionar la muerte de otro niño. Repudiable.
En las “pequeñas y dispersas poblaciones” que hace mención Gollan, las personas que allí habitan no tienen acceso al agua potable, a vivienda ni a la tierra.

Pero esa sí que es la “victoria” de los sojeros, ya que debido a los químicos utilizados por estos grandes productores, se envenena el suelo expulsando a sus habitantes originarios.

Siguiendo con el acting que caracteriza a los funcionarios k luego de las reiteradas muertes de integrantes de diferentes comunidades originarias, Gollan desmintió rotundamente que 4 de cada 10 chicos mueren por desnutrición. Para el funcionario es irrisorio hablar de tales cifras ya que los Qom “tienen la AUH y pensiones no contributivas” y que “si fuese un problema en general lo padecería toda la familia.

Las verdaderas estadísticas las tendremos el año próximo y saldrán de una encuesta que están terminando de diseñar”. Para tal fecha posiblemente sean capaces de decir que ellos tenían razón, que no existe la desnutrición.

Por último interpretó que el tema tiene relación con la campaña electoral: "Habrá que ver la próxima provincia donde no pueda ganar la oposición. Seguro va a aparecer otro desnutrido”.

Por más que el Dr. Gollan quiera posar de progresista celebrando el acuerdo de formar un comité de salud que negociará la compra de medicamentos costosos con laboratorios a través de la Organización Panamericana de la Salud, se acerca más a un conservador admirador de Roca y su campaña al desierto.