Los reclamos del sector salud se profundizan en la provincia de Río Negro, desde lo salarial a lo edilicio, el personal del área viene dejando en claro la falta de inversión por parte de los Gobiernos. Desde La izquierda Diario entrevistamos a personal de Cipolletti, quienes narraron las condiciones en las que desempeñan sus tareas.
Martes 27 de abril de 2021 16:26
Las trabajadoras y trabajadores de la salud vienen dando un importante alerta sobre la situación que atraviesa el sistema de salud que tiene que enfrentar el acercamiento de la segunda ola en la provincia, en un contexto de profundas falencias que se cuantifican a medida que pasa el tiempo y no se dan las respuestas necesarias para atender la demanda sanitaria de vastos sectores de la población.
La inversión del Gobierno fueron escasas, las camas no alcanzan y en algunas ciudades ya no hay, las guardias están saturadas, tampoco se cuenta con la cantidad de personal para mantener una rotación de turnos y de guardias que no descargue la grave crisis sanitaria en las espaldas ni en la salud de las y los trabajadores y profesionales, una primera línea que está haciendo frente a una pandemia que crece en el país a pasos agigantados y necesita de un sistema de salud fuerte, algo que el gobierno de Carreras se encuentra muy lejos de ostentar.
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Desde La Izquierda Diario entrevistamos a personal de la localidad de Cipolletti quienes nos narraron casos específicos, que son la muestra de profundas falencias que se agudizan con el transcurrir del tiempo y donde confluyen otras problemáticas, ligadas al crecimiento poblacional, la falta de trabajo en blanco, juventudes precarizadas, ausencia de planes de viviendas para familias jóvenes trabajadoras y en muchas ocasiones la criminalización como respuesta a los reclamos. Todo en un contexto de pandemia en el cual el aumento de casos en la provincia ha crecido a números importantes en algunas ciudades.
En edificio actual del Hospital Pedro Moguillianvsky fue inaugurado en 2005, quedaron obras pendientes que hasta el día de hoy no se han concretado y se han descentralizado dependencias para descomprimir al nosocomio ante la pandemia a edificios que no están en condiciones y donde cono cuentan con los recursos necesarios.
Una de las trabajadoras nos explicó que el problema de la provisión de oxígeno es importante e imperiosa que se amplié. “En (calle) Arenales funciona la guardia e internación de pediatria. La guardia tiene un número de WhatsApp para atender la demanda que es de consultorio y situaciones de enfermedad que no requieren de venir a la guardia ya que no es una urgencia ni emergencia. De esta manera se evita que la gente salga a la calle y se amontonen acá. Después lo que ingresa por guardia se interna. En este lugar no se cuenta con aire comprimido, ni aspiración y oxígeno central. El oxígeno se aporta a través de tubos. La batería son 8 tubos de oxígeno.”
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Las preocupaciones por parte del personal de salud crecen, el aumento de la circulación, con las clases presenciales o las tareas laborales que se desarrollan en normalidad dentro de la provincia liberaron y masificaron la presencia de personas en la vía pública, lo que complica a un sistema de salud que según el propio personal describe como insuficiente ya que “en el invierno los niños presentan aumento de enfermedades respiratorias y ellos se las contagian principalmente en la escuela, jardín como los niños van a la escuela ya sabemos que este año hay aumento. Por lo cual no contamos con el suministro continuo de oxígeno ya que esas baterías se agotan enseguida debido a que fallan las válvulas, el circuito falla por determinada causa y se pierde el oxígeno. Los flumiter no regulan el flujo de oxígeno, por lo cual suministramos litros de oxígeno sin saber fehacientemente cuánto es lo que administramos.”
“Contamos con una sola habitación para aislamiento por covid-19 porque las cuatro habitaciones restantes no cuentan con la instalación necesaria para garantizar el aislamiento y evitar exposición innecesaria. Las demás habitaciones no cuentan con la distancia requerida para el distanciamiento social. Ni tampoco se garantiza la accesibilidad a aquellos pacientes con dificultades en la marcha, discapacidades y ni si quiera entra una camilla para hacer traslado del paciente. Por esta razón debemos cargar en brazos a los niños o en tabla rígida de emergencia para poder movilizar al paciente hacia un área con más espacio.”
En todo este panorama, complica aún más que los lugares puestos a disposición para atender la demanda de pacientes no cuentan con las condiciones necesarias y protocolares que deben exigirse para la atención en salud. “La infraestructura no es adecuada para niños ya que los calefactores se encuentran sin protección lo que puede provocar quemadura. Otra de las cosas es que no hay ascensor y para subir al paciente a internación debemos cargarlo, lo cual nos provoca dolores corporales.” Asimismo agregaron que “no contamos con una ambulancia exclusiva y equipada para atender la urgencia. El chófer que se encuentra en la sede central debe suplir las necesidades que le designan del Hospital. En muchas ocasiones nos quedamos sin chofer por qué el compañero traslada pacientes adultos, medicamentos, etc.”, explicaron las trabajadoras.
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El Barrio Anaí Mapu es uno de los sectores populares más importantes de Cipolletti y en el que se atiende a una gran población que depende del sistema público de salud. Allí funciona una Salita que según sus trabajadores hacen hincapié en la falta de recurso humano pero también edilicio, ya que el aumento poblacional en la zona ha sido muy pronunciado en los últimos años y no alcanzan a otorgar la cobertura necesaria para las familias que así lo precisan. “Lo que nos falta en el (Barrio Anaí) Mapu es el recurso humano porque como ha crecido esa zona de la ciudad, la cantidad de población es demasiada para el servicio que podemos brindar nosotros, los profesionales que hay. Entonces los turnos nunca alcanzan, lo que genera un disgusto enorme entre la gente, y nosotros tratamos de organizarnos lo mejor posible y haciendo distribución por día de lo que son los servicios, por ejemplo, un día que es todo ginecología, un día crónicos, un día medicina general, dos días niños y no alcanza. La gente se enoja muchísimo agreden al personal a veces, por lo que tuvimos que tomar la medida de atender desde ventanilla y solo ingresa el que tiene turno. Pero la realidad es que tendría que haber mayor cantidad de profesionales para atender a la población que hay en esa zona, una cantidad de población que amerita un Hospital de nivel 3, estoy segura de eso.”
Por último, demandaron que se les escuche y recalcaron en números lo que se viene describiendo en palabras que no hacen más que dejar evidencia el desamparo de un vasto sector de la población con sus necesidades sanitarias irresueltas. “La salita se construyó hace un par de décadas para el (Barrio Anaí) Mapu que eran 600 familias, ahora estamos viendo que Mapu es lo más chico que hay en esa zona, porque tenés el Barrio Obrero que entre ambos suman 800 familias, tenés 800 familias más en la 2 de febrero, 10 de febrero, siguió creciendo el Mapu hacia atrás donde tenés el ultimo asentamiento, que no tenemos claro cuantas familias tiene pero a eso le tenés que sumar La Alameda, Antártida Argentina y súmale que la Salita del 30 está cerrada hace un montón de tiempo”
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Toda esta suma de denuncias deja expuesta la precariedad del sistema público de salud en una de las principales localidades del Alto Valle de Río Negro. Una muestra de la imperiosa respuesta que debe de darse a los reclamos de la primera línea, del personal de salud de toda la provincia que viene poniéndole el cuerpo a la pandemia y que necesita trabajar en óptimas condiciones, dentro de edificios que respondan a las necesidades de la comunidad ante el aumento de los casos de covid, pero también del sostenimiento general del sistema.
Es preciso que el gobierno de respuestas y tome en cuenta las condiciones en las que trabaja el personal de salud. Ante el desembarco de la denominada segunda ola, los gobiernos deben terminar las obras necesarias y reabrir aquellos espacios que se encuentran cerrados para la atención primaria, por falta de recurso humano. Es imperioso que el Estado de respuestas ante los reclamos del personal que atiende a las poblaciones más vulnerables, los esenciales de la salud que exigen salarios dignos, pero también condiciones edilicias acordes para la atención de la salud de la población.