Trabajadores tercerizados de las Líneas Mitre y San Martín colgaron sus chalecos en denuncia a la responsabilidad de Murata por el fallecimiento de Juan Campos. Exigen que la empresa cumpla con las licencias pagas para los factores de riesgo, garantice elementos de protección y no efectúe descuentos por aislamiento en casos sospechosos.
Viernes 12 de junio de 2020
Este jueves vigiladores llevaron adelante una medida de visibilización en la Línea San Martín y la Línea Mitre en solidaridad con su compañero fallecido Juan Campos, y en demanda por condiciones laborales y de higiene básicas para enfrentar la pandemia.
Los trabajadores denuncian que el fallecimiento de Juan se suma a otros casos de desidia en Murata que terminaron de la misma forma. Por un lado, el caso de Olmedo trabajador de vigilancia en un parador de la Villa 31 para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con 65 años y enfermedades preexistentes, y por otro el de Martín Pino, enviado hace un año a trabajar a una zona de alto riesgo sin capacitación ni linterna.
Por otra parte, los empleados también denuncian que la entrega de elementos de protección es totalmente deficiente, contando con barbijos de mala calidad y escasa reposición de alcohol en gel, y que Murata no entrega licencias pagas a quienes padecen de enfermedades comprometedoras o son mayores de 65 años, lo que obliga al personal a decidir entre su propia vida o la subsistencia de su familia.
Además, les efectúan descuentos cuando son aislados por sospecha de COVID-19 y los obligan a firmar una declaración jurada de que asisten sin fiebre al trabajo, al punto absurdo de tener que medirse la temperatura por cuenta propia, para deslindar a la empresa de toda responsabilidad ante un eventual contagio en el lugar de trabajo.
Trenes argentinos, cómplice de toda esta situación, no ha emitido ningún comunicado oficial sobre esta situación en sintonía con las afirmaciones del Ministro de transporte de Alberto Fernández, Mario Meoni, quien niega que existan casos positivos de covid en el transporte público.
Aun con la persecución que vienen sufriendo durante años por la empresa y el abandono por parte de los sindicatos, los trabajadores de Murata muestran que por abajo hay bronca y necesidad de organizarse para enfrentar esta enorme crisis de salud que los encuentra en la primera línea.
