Juventud anticapitalista. ¡Conéctate a la presentación de nuestro nuevo manifiesto! El futuro que deseamos, es el presente por el que luchamos

La pandemia no ha hecho más que profundizar las contradicciones del capitalismo voraz. La juventud atraviesa un periodo en el que el trabajo se vuelve cada vez más precario, con formas de contratación como el outsourcing —que se mantiene con la nueva reforma de regularización— que permite que trabajemos con cada vez menos derechos laborales, jornadas con hora de entrada pero no de salida y con salarios que no nos alcanzan ni para la canasta básica y que en el 80% de los casos no rebasan los tres salarios mínimos.

Por otro lado, la educación está sufriendo un fuerte golpe. Desde antes de la pandemia habían 11 universidades públicas en crisis; durante este año y medio se han impuesto cuotas a estudiantes, así como despedido y negado pagos a docentes. El gobierno nos ha dejado claro que a pesar de sus promesas, la educación pública y gratuita no es su prioridad, pues millones de jóvenes han tenido que abandonar sus estudios para trabajar porque ya no alcanza en casa o porque no tienen las condiciones (internet, tableta, computadora) para estudiar en línea. A esto las autoridades universitarias no han hecho más que responder parcialmente sin garantizar realmente el derecho a la educación.

Las mujeres hemos sido las más afectadas en la pandemia. La mayoría de los despidos han recaído en nosotras, pues ocupamos los trabajos más precarios e inestables; el trabajo doméstico y de cuidados se ha incrementado y en casos como el de las trabajadoras de la salud, somos también las más golpeadas por las muertes de Covid 19 producto de la falta de presupuesto al sector. A todo esto se suma que la violencia ha ido en incremento: en el primer semestre del 2021, el feminicidio ha aumentado 7.1% en relación al mismo periodo del año pasado.

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A pesar de las grandes esperanzas con las que se esperaba el actual gobierno por las enormes aspiraciones al cambio, hemos visto que AMLO no cumple las expectativas prometidas. El arte y la cultura recibe cada vez menor presupuesto, la militarización del país avanza desmesuradamente, la supuesta “austeridad republicana” sólo fue justificación para los millones de despidos que vimos cuando fue aprobada.

Pero el problema no es sólo tal o cual partido en el gobierno, lo que ha desenmascarado una vez más esta crisis es que el problema es el sistema capitalista de producción que con tal de agrandar las ganancias de unos cuantos parásitos que viven a costa del trabajo apenas remunerado de las grandes mayorías, está dispuesto hasta a dejarnos sin planeta que habitar mientras con el sudor de los trabajadores de Amazon por ejemplo, Jeff Bezos se va a dar una vuelta por el espacio.

Nosotres no confiamos en que ninguno de los partidos del régimen, que gobiernan de la mano de los empresarios, tenga algo que ofrecernos. Como lo han demostrado las revueltas desatadas por la organización de los jóvenes secundarios en Chile, que avanzaron hasta tirar la constitución pinochetista; las movilizaciones de los Chalecos Amarillos, la huelga de los trabajadores ferroviarios y la lucha de los trabajadores petroleros que junto a la juventud ambientalista articularon la lucha por el trabajo y contra la catástrofe ambiental en Francia; el resurgir del Black Lives Matter en Estados Unidos con la juventud negra a la cabeza contra la brutalidad y el racismo policial; no tenemos por qué conformarnos con el presente de miseria y el incierto futuro que nos presentan como única alternativa. Debemos tomar en nuestras manos el gobierno de nuestros propios destinos.

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La única salida para que la crisis climática no continúe, para que nadie se quede sin estudiar, que los militares regresen a sus cuarteles y enfrentar los feminicidios y crímenes de odio, para que el arte y la cultura no sean un privilegio; es organizarnos, articulando las distintas luchas y demandas con la clase trabajadora, que por su papel central en la producción —el centro de gravedad del capitalismo— puede destruir este sistema y sobre sus cenizas construir un mundo sin ningún tipo de explotación ni opresión. Por eso la perspectiva de quienes impulsamos la AJA y militamos en el Movimiento de los Trabajadores Socialistas es la de la revolución socialista, pues sólo un gobierno de los y las trabajadoras y el pueblo podrá resolver nuestras principales demandas.

Como diría el revolucionario León Trotsky: “Sólo el fresco entusiasmo y el espíritu ofensivo de la juventud, pueden asegurar los primeros triunfos de la lucha y solo estos devolverán el camino revolucionario a los mejores elementos de la vieja generación.”

A ti, que te dicen que eres socio y no trabajador; a ti, que te niegan cualquier derecho por estar subcontratado; a ti que has dejado tu juventud en las líneas de producción de una empresa de autopartes o de cualquier rama; a ti, que para poder estudiar y ayudar a tu familia además tienes que trabajar; a ti, que no tuviste de otra que dejar la escuela, o que aunque sigues ahí, ves cómo sus salones son cada vez más reducidos; a ti, que te niegas a aceptar el presente que nos ofrecen y por eso quieres pelear por el futuro que nos merecemos; te invitamos a pelearlo con nosotres.

Asiste este sábado 4 de septiembre a las 5 de la tarde a la presentación del nuevo Manifiesto de la Agrupación Juvenil Anticapitalista. Es momento de luchar junto a los sectores explotados y oprimidos y con la clase obrera al frente para terminar con el capitalismo, este sistema de muerte al que no le debemos nada más que su destrucción.

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