El emblemático juez del Lava Jato recibe una nueva cachetada judicial.
Miércoles 23 de junio de 2021 20:26
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Brasil concluyó este miércoles un proceso en el que confirmó que el exjuez Sergio Moro no actuó con la debida imparcialidad en uno de los juicios a que fue sometido el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La decisión, adoptada por siete votos contra cuatro, ratifica la sentencia dictada por la Segunda Sala del TSJ, que ya se había pronunciado sobre las sospechas de que Moro, no había actuado con "imparcialidad" en un juicio contra Lula.
El famoso exjuez, fue la pieza clave de la mega causa conocida como Lava Jato que implicó en supuestos casos de corrupción a políticos (sobre todo del PT) y empresarios. La causa fue emblema de lo que hoy se conoce como lawfare y que consiste en el armado de causas judiciales para incidir en la política nacional. El Lava Jato preparó el terreno para el golpe institucional contra Dilma Rousseff en 2016 y los juicios contra Lula para evitar que el PT pudiera retornar al poder. Una muestra clarísima de los objetivos que perseguía Sergio Moro fue su nombramiento como ministro de Justicia por el ultraderechista Jair Bolsonaro apenas asumió el cargo de presidente.
El fallo se limita a un juicio sobre un apartamento triplex en una playa de Guarujá (estado de San Pablo) que Lula habría recibido a cambio de supuestos "favores" a algunas empresas privadas en contratos con organismos públicos. Por ese y otro juicio dirigido en la época por Moro, el exmandatario fue condenado a casi 26 años de cárcel y llegó a pasar 580 días tras las rejas.
Sin embargo, en una sentencia anterior, adoptada en abril pasado, el propio Tribunal Supremo anuló esos dos juicios más otros dos en el que no llegó a haber condena, tras reconocer que un conflicto de competencias le debería haber impedido a Moro estar a cargo de esos procesos.
Según el tribunal, esos casos en los que Lula fue juzgado no se relacionaban con las corruptelas en la estatal Petrobras y por tanto estaban fuera de la jurisdicción de la corte de Curitiba, entonces a cargo de Moro y limitada a causas relacionadas con la petrolera.
El Supremo determinó que esos cuatro juicios sean reiniciados en tribunales de Brasilia, pero con la sentencia dictada este miércoles también estableció que, en el caso del apartamento, todas las pruebas analizadas por Moro en su momento pasan a ser nulas y no podrán ser utilizadas por la corte que retome el proceso.
La sentencia que anuló las condenas contra Lula también restituyó al exmandatario todos sus derechos políticos, con lo que ahora está en plenas condiciones de presentarse como candidato a la Presidencia en las elecciones que se celebrarán en octubre del año próximo.
Las encuestas que han circulado hasta ahora sitúan como claro favorito a Lula, quien dejó el poder el 1 de enero de 2011 con una aprobación superior al 70 %, tras ocho años de Gobierno. Cuando fue impedido arbitrariamente de presentarse como candidato en las últimas presidenciales que consagraron a Bolsonaro, el histórico líder del PT también era el claro favorito para ganar las elecciones.