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Red Internacional
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Super millonario. Conflicto del neumático: ¿quién es Javier Madanés Quintanilla, el empresario que ataca a los trabajadores?

Aportó a la campaña de Macri y también a la del Frente de Todos. Es uno de los más ricos de la Argentina, tiene fortunas en los paraísos fiscales y la dictadura decidió que el pueblo pague sus deudas millonarias.

Lucho Aguilar

Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2

Jueves 29 de septiembre de 2022 17:19

Foto: Leonardo Sánchez para Forbes

Foto: Leonardo Sánchez para Forbes

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Javier Santiago Madanes Quintanilla mira la cámara y sonríe. Luce un look informal pero estira el brazo para que el fotógrafo de Forbes capte sus gemelos de oro. Se lo enseñaron desde chico. Te contamos quién es, de dónde sacó su dinero y qué busca con este nuevo ataque.

La cuna de oro y la teta del Estado

Nació varios años después de la fábrica que luego heredó, así que ya tenía cuna de oro. Como hijo único de Dolores Madanes Quintanilla, heredó un imperio que había crecido con ayuda del Estado, sobre todo cuando lo gobernaban gorras y botas.

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Aunque Fate fue fundada en los ’40, recién se convertiría en uno de los referentes de la “burguesía nacional” en 1971. Ese año, el dictador Alejandro Lanusse le adjudicó el monopolio del aluminio a través de Aluar. Otra dictadura le haría un favor tan o más grande que ese: en 1982 Domingo Cavallo estatizaría la deuda privada de Fate y otras grandes empresas. 223 millones de dólares que seguimos pagando todos.

Quizá nadie igualó aquellos favores, pero lo cierto es que los Madanes siempre mamaron de la teta del Estado, gobierne quien gobierne. Recibió subsidios y favores durante todos los gobiernos radicales y peronistas. Sin excepciones.

A veces devolvió migajas de esos favores, es cierto. Como cuando en las últimas elecciones, en 2017, aportó el máximo 3 millones de pesos a la campaña de Cambiemos. Era lo máximo que se podía.

En barrio de ricachones

Javier Santiago no es un empresario más. Es uno de los hombres más millonarios de la Argentina, según la revista Forbes. Tiene una fortuna personal de 1.600 millones de dólares, 61.000 millones de pesos. Leíste bien, aunque seguro no te podés imaginar cuánta guita es eso. Para tener una idea, es igual al presupuesto total de la provincia de Jujuy para el año 2019. Con esa plata se podrían construir 1.000 escuelas, o 2.000 jardines o 50 hospitales.

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¿Y cómo hizo tanta plata?, te preguntás. Por un lado, con esos favores del Estado que decíamos. Por otro, con todo tipo de maniobras a las que acostumbran los patrones. Entre ellas la evasión fiscal. En 2013 el diario La Nación reveló una serie de fideicomisos y sociedades offshore que el grupo tenía en las Islas Cook, Bahamas, Islas Vírgenes y Panamá, todas conectadas a cuentas en Suiza. Hace unos años fue incluido entre los grupos que fueron descubiertos en los Panama Papers. Pero además, fueron parte de los empresarios que se sumaron al “blanqueo de capitales” impulsado por Macri para emprolijar, un poco al menos, los chanchullos a los que acostumbra su familia y los dueños de Fate. Javier Madanes Quintanilla y Miguel Madanes “blanquearon” $ 1.279 millones.

Si hablamos de “ladrones de guante blanco”, se puede decir que Javier Santiago es el jefe de la banda o le pega en el palo.

Del clan de los chupasangres y los rompehuesos

Pero además de todo eso, hay un robo mayor digamos. Los dólares que giran a sus paraísos fiscales salen de la sangre, el sudor y las lágrimas de sus ahora 4.500 trabajadores y trabajadoras. Son quienes están detrás de los hornos de Aluar y las líneas de Fate.

Son los que hacen funcionar el gigante del aluminio pero se llevan migajas. O mueren en el intento. Como los 10 tercerizados sepultados por el silo que construían en junio de 2007. La mayoría eran bolivianos, que para Javier Santiago son trabajadores de segunda como los cientos de tercerizados de Fate.

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Una explotación que se nutre de los convenios por empresa, negociados durante el menemismo. Pero que fueron refrendados en 2003, por eso la productividad por hora trabajada en el neumático aumentó un 34 % entre 2003 y 2011. Con las mismas máquinas. En esos años los trabajadores de Radial Camión calcularon que con un día de su trabajo la empresa ganaba el dinero suficiente para pagar el salario mensual de todos los obreros del sector, y además le sobraban $ 200 mil.

Así Madanes logró que en Fate muchos trabajadores estén rotos. “Calcula un turno completo fuera de la fábrica, cientos de compañeros. La mayoría son jóvenes. Tendinitis, hernia de disco, lumbalgia, quebraduras” cuenta un obrero. Como Saúl Romero, que perdió su brazo, o Javier Bertolotti que apenas salvó su vida el año pasado. Como los que no pueden levantar a sus hijes en brazos cuando llegan a casa.

La lucha continúa

Pero a Javier Santiago no le alcanza. Ni sus 61 mil millones, ni los paraísos fiscales, ni los cientos de cuerpos rotos.

El conflicto del neumático que lleva casi 5 meses de lucha, más de 30 audiencias en las que las patronales solo fueron a pasear con la complicidad expresa del Ministerio de Trabajo, pegó un salto ante la provocación de los empresarios.

Las patronales, acostumbradas a la impunidad que les da el poder y el dinero, no solo no atendieron el reclamo de “revisión” en las que se pide recomposición por las horas los fines de semana y aumento del salario real. ¡Los fines de semana! Cuando estos empresarios políticos patronales y burócratas descansan en sus countries, los trabajadores dejan su salud y su vida dentro de las plantas. No solo desoyen el pedido, sino que dijeron como anticipo paritario para el próximo pedido, que ofrecían un miserable 38 %, en un país donde la inflación va a llegar este año y muy probablemente el que viene a casi al 100 %. O sea que pretenden dos años seguidos de pérdida del poder adquisitivo.

Necesitamos en forma urgente coordinar acciones y un plan de lucha nacional. Los sindicatos que han firmado y manifestado su solidaridad con la lucha del SUTNA tienen que pasar a la acción. Es urgente que organizaciones como Camioneros, la CTA, Subte o Foetra convoquen a medidas de lucha. Las declaraciones de apoyo son necesarias pero insuficientes para torcerle el brazo a las patronales del neumático y enfrentar el ataque de todos los empresarios.


Lucho Aguilar

Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.

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