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Red Internacional
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Violencia Machista. Conmoción ante el femicidio de Irma Ferreya Da Rocha en Misiones

La mujer tenía siete hijos, trabajaba en una feria y como empleada doméstica. Su cuerpo fue hallado en un descampado de Garupá. La lucha urgente para que no haya #NiUnaMenos.

Lunes 19 de diciembre de 2016

Irma Ferreyra Da Rocha era madre de siete hijos y vivía en Misiones. La mujer, de 47 años, trabajaba como empleada doméstica en dos casas así como en una feria llamada "La Salada". Quienes la conocían, afirman que "se desvivía para llegar a fin de mes".

El viernes por la noche asistió a una despedida de fin de año organizada por sus compañeros puesteros. Nunca regresó a su hogar y la familia perdió contacto telefónico con ella. Al día siguiente comenzaron a buscarla. Finalmente, a las 11 de la mañana, Mabel Ferreyra Da Rocha conoció la peor noticia: durante la madrugada, habían hallado a su hermana en el túnel de un descampado ubicado en Garupá. Había sido violada, torturada y asesinada.

Irma se había ido de la reunión con un hombre de 47 años, quien fue detenido junto a un posible cómplice, de 27. Luego de una breve internación en el hospital, la mujer perdió la vida debido a las múltiples heridas recibidas.

Por el momento, los grandes diarios y medios de comunicación no han hecho eco de este caso que conmociona a Misiones. "Era feriante y empleada doméstica. Pobre y de zona marginal. Ahora fíjate si ’es noticia’. Muertas ’Clase A’ y ’Clase B’, denunció la periodista Marcela Ojeda a través de su cuenta de Twitter.

Este nuevo femicidio engrosa las "cifras del horror" producidas por la violencia machista. El colectivo de comunicadoras #NiUnaMenos ya emitió un comunicado, la indignación inundó las redes sociales y diversas organizaciones de mujeres se pusieron a disposición de la familia, uniéndose a su reclamo.

¡Vivas nos queremos!

De acuerdo con el último informe revelado por La Casa del Encuentro, en 2016 se mantuvo la estadística de un femicidio cada 30 horas. Es decir, 230 mujeres menos, solamente si atendemos a los casos registrados desde el 1 de enero hasta el 31 de octubre. Además, 294 personas -en su mayoría, menores de edad- perdieron a su madre.

La violencia contra las mujeres es una violencia estructural, reproducida y legitimada institucional y culturalmente. Por eso, para pararle la mano hay que organizarse y movilizarse. Éste es el potencial que han demostrado las masivas movilizaciones del 3 de junio y, más recientemente, la del 19 de octubre.

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Redacción

Redacción central La Izquierda Diario