Una propuesta a Jhon Vega y al PT. Construyamos una Gran Coordinadora Nacional contra el FMI y el ajuste

Este olvido por supuesto tiene un contenido, a saber, dejar las manos libres para que la próxima ronda de políticos de turno pueda continuar el ajuste en curso impuesto por el FMI y que la crisis de representatividad demostrada por diversas encuestas y generada por el propio ajuste sea lo más disimulada posible.

Desde Organización Socialista Revolucionaria (OSR), Pan y Rosas y la corriente estudiantil Organizate-por una juventud revolucionaria, alertamos a toda la clase trabajadora, a las clases medias campesinas y/o asalariadas, a las mujeres, a la juventud, etc. del inminente proceso de ajuste que empeorará nuestro nivel de vida, precarizará aún más nuestro trabajo, empobrecerá aún más a las mujeres, generará más recortes en la educación, salud, etc.

Ante este futuro escenario de ajuste le hacemos la propuesta a Jhon Vega y al Partido de los Trabajadores, a los sindicatos, a organizaciones populares y juveniles, a organizaciones de izquierda como el Frente Amplio, el Nuevo Partido Socialista, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, el Movimiento de Trabajadores y Campesinos, y a todos quienes tengan el deseo de luchar contra el FMI y el dominio imperialista, que construyamos una Gran Coordinadora contra el FMI y el ajuste, que permita organizar la resistencia ante el ajuste que impondrá el nuevo gobierno y la nueva Asamblea Legislativa.

Los señalamientos que el candidato del PT le hizo a Figueres del PLN y a Villalta del FA son opiniones que comparten sectores amplios en el país, las reacciones en redes sociales son claras en ese sentido; pensamos oportuno y necesario que esa simpatía tenga una expresión política en la lucha contra el FMI y el ajuste.

Las y los trabajadores costarricenses han luchado contra el FMI, en la huelga del 2018 y en el estallido social del 2020. Han salido decenas de veces a la calle a oponerse al proceso de ajuste, sin embargo las orientaciones que han salido de las direcciones oficiales han sido totalmente insuficientes.

En Costa Rica el crédito (llamado de “facilidades extendidas” por el FMI, que es dirigido por potencias imperialistas, sobre todo Estados Unidos) de U$S1.778 millones –a desembolsar en tres años- tiene como contrapartida sobre todo la exigencia de reforma del empleo público y un ajuste fiscal del 5% del PBI para supuestamente eliminar el déficit fiscal en el 2023. El 90% de ese préstamo el Gobierno de Carlos Alvarado Quesada lo utilizará para pagar deuda internacional y el restante 10% para solventar la deuda con Caja Costarricense de Seguro Social. Tan del gusto de los empresarios es este acuerdo, que uno de los primeros que salió a defenderlo fue el presidente de la Cámara de la Industria, Enrique Egloff, precisamente porque ataca condiciones laborales, no solo de los empleados públicos, aunque son los primeros en la mira del gobierno. Esto implica, entre otras cosas, eliminar los plus de los salarios públicos, achatando las escalas para obtener un ahorro del 0,66% del PIB en 2022; del 0,95% en 2023; del 1,23% en 2024 y del 1,52% en 2025 o si se prefiere: 309 mil millones de colones o casi U$S 488 millones al año. Toda esta plata que irá al pago de la deuda, poniendo “en orden” la macroeconomía, ajustando a los de abajo.

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Consecuencias del FMI en el mundo

Lo cierto del caso es que no es posible pagar la deuda externa y garantizar una vida digna para las más amplias mayorías. Veamos algunos casos.

En Argentina crece la precariedad del empleo, la inflación y se adoptan medidas para salvaguardar los dólares con los que se quiere “honrar la deuda”. En esto el gobierno peronista -referente político del Frente Amplio- y la oposición macrista están de acuerdo.

En Ecuador también el Gobierno de Guillermo Lasso acordó con el Fondo un préstamo de U$S2.500 millones para el 2021/2022, que se suman a otros préstamos contraídos por anteriores gobiernos, como el que desde septiembre de 2020, mantiene con el FMI. Se trata de un programa Servicio Ampliado del FMI (SAF), por U$S 6.500 millones, de los cuales el país ya recibió el año anterior U$S 4.000 millones. ¿La exigencia del Fondo?: una reducción del déficit fiscal de como mínimo el 4,5% del producto interno bruto (PIB) hasta finales del 2022. Las tres cuartas partes de ese ajuste se harán achicando el gasto público y una pretendida reforma laboral que precariza aún más el empleo y llega al colmo de plantear que sea el trabajador quien tenga que pagarle al empresario en caso de despido supuestamente justificado.

En Ucrania en 2015 el ex mandatario Poroshenko, firmó un acuerdo por un crédito del FMI por U$S17.500 millones. A cambio, una de las primeras medidas fue el aumento del gas en un 50%, esto lógicamente representó un mazazo para la mayoría de la población.

En Egipto el Fondo había señalado que el crédito firmado en 2016 serviría para “restaurar la estabilidad macroeconómica y promover el crecimiento inclusivo". Si no fuera trágico –para la clase trabajadora y el pueblo pobre- sería cómico. En 2019, cuando terminó ese acuerdo, el 32,5% de la población ya estaba bajo la línea de pobreza contra un 27,8% del 2015. Claro, para las cuentas del Fondo, los indicadores macroeconómicos de Egipto daban bien.

El caso de Grecia es especialmente trágico debido a que el ajuste del FMI se llevó de la mano del gobierno de Syriza, con Tsipras a la cabeza, quien había sido votado por las masas precisamente para sacarse de encima a los políticos del ajuste, disposición refrendada en un importante referendum contra el ajuste y que fue traicionada por el gobierno reformista.

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Es posible enfrentarse al ajuste del FMI

En Argentina el Frente de Izquierda-Unidad, coalición política que logró más de un millón de votos y una fracción parlamentaria, ha convocado a movilizarse contra el FMI, una movilización que fue co-convocada por más de 100 organizaciones de izquierda, obreras y populares, demostrando que más allá de los mecanismos traicioneros de políticos que se hacen pasar por representantes populares (en este caso el peronismo) es posible enfrentar al FMI en las calles y de manera organizada.

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En la misma Costa Rica y en Ecuador las movilizaciones populares han hecho retroceder en diversas circunstancias el plan de ajuste del FMI y los gobiernos, demostrando que se podría derrotar totalmente el ajuste con una orientación política clara.

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De la misma manera el movimiento de mujeres ha tenido mucho que decir sobre el ajuste del FMI. Es sobre las mujeres que recaerá con más fuerza el ajuste del FMI. No en vano el Bloque de Vivienda, que agrupa a buena cantidad de mujeres empobrecidas se ha opuesto al FMI. Por otro lado, el ajuste también afecta las condiciones de vida de la juventud, que cada vez se encuentra en trabajos precarizados que no alcanzan.

En este marco, compañero Jhon Vega, le hacemos el llamado para que impulsemos de manera conjunta una gran Coordinadora contra el FMI y el Ajuste, para que utilice esta campaña electoral para organizar a trabajadores y demás sectores populares contra el ajuste que se viene; una coordinadora donde llevemos a las direcciones sindicales vacilantes e impulsemos desde abajo y de manera organizada la resistencia al ajuste de los “nuevos” gobernantes que serán electos en febrero.

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