Mientras los cierres de escuelas se están convirtiendo en una práctica habitual de Cambiemos, debemos convertir este pelea en una causa de todos aquellos que defendemos la educación pública.
Sábado 10 de marzo de 2018 21:00
En los primeros días de febrero, la comunidad educativa de la Escuela Técnica Vial fue encontró con el sorpresivo anuncio de que no habría inscripciones para el ciclo lectivo del 2018. Además los docentes se enteran que no cobrarían el sueldo de enero ya que la administración de Vialidad Nacional aduce que no están contemplados en la planta de trabajadores.
El justificativo que dio Carolina Rodríguez, encargada de recursos humanos, es que no hay marco jurídico para abonar los sueldos porque Vialidad Nacional está para hacer caminos y no brindar educación. Ignora, o prefiere ignorar, que las escuelas técnicas viales funcionan desde 1947 y solo dejaron de funcionar durante la última dictadura militar.
El trasfondo de esto es la política de ajuste y el intento de privatización de Vialidad Nacional. El gobierno nacional, mediante decreto 794/17, crea la empresa de corredores viales, otorgándole tareas que realizaba Vialidad Nacional. No se puede dejar de mencionar que el grupo Socma, propiedad de la familia Macri, viene siendo uno de los grandes beneficiados con la obra pública.
El monto anual de los salarios de los docentes es de $50 millones. Con esa cifra se cubre el salario de los 300 docentes pertenecientes a las cinco escuelas técnicas viales que hay en todo el país. La Dirección de Vialidad Nacional manejó como presupuesto en 2016 un monto de $26 mil millones. Con esta simple comparación queda demostrado que no es un problema presupuestario sino que se trata de una deliberada política de ajuste hacia la educación.
Parece una macabra casualidad que el Ministerio de Modernización sugiera el despido de 320 trabajadores de Vialidad Nacional justo cuando los docentes de las escuelas técnicas de todo el país son 300.
Jose Cano y Silvia Elías de Pérez (UCR-Cambiemos) afirmaron que los docentes no tienen de qué preocuparse y que se comunicarían con el director de Vialidad Nacional, Javier Iguacel. Cano conoce a Iguacel desde que era director del Plan Belgrano, ya que su área tenía a cargo la tarea de realizar las obras prometidas. Por último, a tono con todo el gabinete nacional, Iguacel declaró que parte de su patrimonio lo tiene en Uruguay y el Reino Unido.
El conflicto tomó gran repercusión por la lucha que están llevando adelante padres, alumnos y docentes. Si se cierra esta escuela en nuestra provincia los alumnos no tendrían donde continuar sus estudios porque es la única escuela que tiene esta orientación.
Para que la escuela siga funcionando sin recorte presupuestario es profundizar la lucha conjunta de los padres, alumnos y docentes, apelando al resto de los trabajadores de Vialidad Nacional y toda la comunidad; se debe exigir a los sindicatos docentes de la provincia que se sumen a esta pelea y apelar a los centros de estudiantes secundarios y universitarios. Mientras los cierres de escuelas se están convirtiendo en una práctica habitual de Cambiemos, debemos convertir este pelea en una causa de todos aquellos que defendemos la educación pública.