Córdoba se sumó a la movilización mundial por el Clima. La Coordinadora Basta de Falsas Soluciones denunció el modelo económico extractivista que destruye el ambiente para pagar la deuda al FMI
Sábado 25 de septiembre de 2021 11:43
Marcha en Córdoba en el Día de la Huelga Mundial por el Clima - YouTube
En el día de ayer Córdoba se sumó a la Huelga Mundial Por el Clima. Miles de personas se concentraron en Colón y Cañada para movilizarse hacia el Patio Olmos. Una misma movilización que terminó en dos actos simultáneos. Por un lado, Alianza por el Clima compuesta por organizaciones ambientales y ONGs, junto UTEP, MTE y organizaciones afines al Frente de Todos. Por otro, un acto organizado por la Coordinadora Bastas de Falsas Soluciones, compuesto por organizaciones ambientales, políticas, antiespecistas, partidos de izquierda y autoconvocadas, que denuncian el modelo extractivista que impulsan todos los gobiernos.
La movilización fue acompañada por referentes políticos del Frente de Izquierda. Laura Vilches, Noel Argañaraz, Santiago Benítez junto a otros, señalaron que hay que frenar de inmediato el desmonte, los incendios y el avance de la frontera agropecuaria que destruye el bosque nativo.
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Rechazaron la autovía de punilla, obra que avanza sin consenso de las y los vecinos y organizaciones ambientales, impulsada por Caserio actual candidato del Frente de Todos, el gobierno de la provincia de Córdoba y Camino de las Sierras.
Representantes de las comunidades originarias volvieron a reclamar contra el hostigamiento y la violencia que viven por parte de empresas que buscan desalojarlas de sus tierras ancestrales.
Al final de la movilización, la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones leyó un documento común elaborado en asamblea que reproducimos acá en La Izquierda Diario:
24S: Huelga Mundial por el clima.
¡Basta de extractivismo!
¡El Estado y los gobiernos son responsables!
Nos reunimos hoy 24 de Septiembre con motivo de una nueva Huelga Mundial por el Clima. Alrededor de todo el mundo la juventud se levanta para exigir soluciones reales para un problema concreto. O más bien cientos, miles de problemas concretos. Porque no llegamos a este punto de la nada ni es la primera vez que salimos a la calle por la defensa de nuestro ambiente. Todo el tiempo, en todos los territorios, tenemos que salir a reclamar contra acciones absolutamente irracionales que dañan nuestra naturaleza y a la mayoría de la población, por las prácticas extractivistas llevadas adelante por la sed de ganancia de unos pocos. Pero ya no aguantamos más y por eso decimos ¡basta de extractivismo!
El último informe del IPCC, Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, ente dependiente de la ONU, fue concluyente: la evidencia científica reunida hasta el momento muestra innegablemente que el proceso de calentamiento global se ha acelerado los últimos años, pese a todas las hipócritas medidas anunciadas en cada cumbre climática ya sea en París, Kioto o Río, que no han brindado alguna perspectiva concreta y pese a aquellos gobiernos que vistiéndose de verde dicen estar preocupados por la crisis climática y que en los hechos no aportan nada a la resolución de esa crisis sino a su profundización.
Los expertos aseguran que de seguir a este ritmo el cambio climático, el planeta podría aumentar su temperatura hasta 1,5 grados en una década, con consecuencias catastróficas para la humanidad, sobre todo para los sectores más pobres. El aumento descontrolado de los refugiados climáticos es una muestra de ello y en este marco las mujeres son las más afectadas al constituir la mayoría de las personas pobres en el mundo y por lo mismo las que más dificultades tienen para enfrentar los impactos adversos.
Hay que dejar algo en claro: El gran responsable de esta situación es el sistema de producción en el que estamos inmersos, el capitalismo, y de quienes se benefician de este, los empresarios y políticos del régimen. Mientras la humanidad entera paga las consecuencias de tanta irracionalidad, unos pocos se hacen cada vez más y más ricos a costa de nuestro ambiente y nuestras condiciones de vida. La acidificación de los mares, la desertificación y la destrucción de ecosistemas completos son los síntomas de este problema más profundo.
En Argentina no estamos exentos de esta realidad. Los conflictos socioambientales se reproducen a lo largo y ancho del país, producto de una clara política económica extractivista que llevan adelante el gobierno nacional de Alberto Fernandez y los gobiernos provinciales. La lista parece interminable: Megaminería, desmontes, incendios, fracking, agrotóxicos, plataformas petroleras en el mar, transgénicos, sequías, basurales, mega granjas porcinas, el avance sobre los humedales, autovías de montaña. Prácticas que se repiten una y otra vez con los argumentos falaces de un supuesto desarrollo, que nunca llega, y la creación de empleo, cada vez más precario y escaso por la creciente automatización. Propician el desarrollo de estas prácticas, cuyo único objetivo es el de reunir peso sobre peso y dólar sobre dólar para pagar la deuda externa al Fondo Monetario Internacional y otros organismos de crédito, a costa de nuestra salud, de nuestras vidas, de la naturaleza y de la posibilidad de un futuro sano para el conjunto de la humanidad. La voracidad capitalista no perdona nada, porque sólo persigue el interés de la ganancia.
La decisión de avanzar con estos proyectos y este modelo de país siempre tiene responsables políticos. Desde la dictadura hasta hoy todos los gobiernos han priorizado la profundización de un modelo extractivista, sometido a los intereses de las potencias imperialistas. El pago de la deuda ilegal y fraudulenta al FMI y los fondos buitres es política nacional que han sostenido todos los gobiernos, y el actual no es la excepción, llegando hasta el colmo de que el propio ministro de Ambiente Juan Cabandié aseguró, sin inmutarse, que "Es imposible pagar la deuda sin contaminar”. Frente a esto nos plantamos firmemente y decimos ¡No al pago de la deuda, plata para una reconversión a una matriz productiva ecológica y sostenible, al servicio de las necesidades y no de la ganancia!
La situación en Córdoba no dista del escenario nacional. Lamentablemente los incendios de nuestro monte nativo y la destrucción de nuestras Sierras ya no nos sorprenden. Todos los años tenemos que ver como se queman intencionalmente cientos de miles de hectáreas en función del avance inmobiliario, la frontera agro ganadera y la minería, mientras en otras zonas de la provincia vemos los pueblos fumigados, con sus consecuencias en el ambiente y la salud de sus poblaciones.
Pese a la oposición explícita y avalada incluso por los mismo medios que la ley prevé para estas situaciones, el gobierno provincial hace oídos sordos a las consultas ciudadanas y a los reclamos de las comunidades y vecinos frente a proyectos tan resistidos como la autovía de montaña en Punilla o más recientemente la aprobación de la autovía Ruta Alternativa 5 pese a la oposición de las asambleas del valle de Paravachasca, con los constantes y brutales amedrentamientos a la comunidad comechingona de Pluma Blanca en las Sierras Chicas y a otras comunidades campesinas y originarias en pos del negocio inmobiliario y minero, que recientemente movilizaron a la ciudad mostrando un masivo apoyo popular.
Sin embargo, hay una buena noticia: Nos levantamos, nos organizamos y luchamos. Nos hartamos de ver a nuestro planeta destruirse por la codicia de unos pocos. En todas partes lxs jóvenes nos estamos organizando y demandando ¡Basta de falsas soluciones! Exigimos un cambio radical en nuestra forma de vivir, producir y relacionarnos con nuestro ambiente. Luchamos por un nuevo paradigma que involucre de manera integral al conjunto de las comunidades y el pueblo trabajador en la toma de decisiones y que ponga todos los progresos del conocimiento, la ciencia y la técnica en función de generar relaciones armónicas y sustentables con la naturaleza y nuestro ambiente. Queremos discutir y planificar, de manera colectiva, cuánto, cómo, qué y para qué producimos. La realidad nos exige a gritos un cambio profundo. Exigimos vivir en un planeta sano.
Por eso nos organizamos y conformamos la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones en la que confluimos distintas organizaciones, partidos, corrientes y activistas autoconvocades, para unificar la pelea en contra de la destrucción ecológica. Llamamos al resto de las organizaciones y compañeres a que se sumen a denunciar a los responsables y a construir acciones en conjunto hacia un movimiento unificado que luche en contra de la devastación ambiental.
¡Basta de extractivismo!
¡El Estado y los gobiernos son responsables!
¡Basta de falsas soluciones!