Desde la Red de trabajadores precarizados escribimos unas primeras líneas de balance para compartir sobre el conflicto de los call centers, que si bien comenzó por la discusión sobre las paritarias, sabemos que es más profundo que eso.
Martes 10 de noviembre de 2020 23:25
Hace dos meses comenzamos a reunirnos en asambleas casi espontáneas ante la bronca e incertidumbre sobre qué estaba negociando nuestro sindicato, ATACC, con las empresas. Cuánto más miserable iba a ser nuestro sueldo.
La pelea que dimos es única en nuestro sector. Años atrás también vimos trabajadores de call centers marchar y reclamar por el escaso salario, pero a diferencia de esas veces vemos que es una bronca generalizada que se repite en muchas empresas del sector (Continuum, Apex, Atento, Voicenter, VN, Telemarketer) y hemos podido reunirnos en asambleas de base de cientos de compañeros y compañeras para definir el destino de la lucha y votar que queremos los propios trabajadores de call centers.
Luego de dos meses y de que la conducción de ATACC haya cerrado un acuerdo a la baja se siente el desgaste, pero lo que hemos conquistado hasta ahora es único para las y los trabajadores de calls. Desde hace unas semanas peleamos por las paritarias, pero sabemos que no es la única pelea que tenemos que dar. Las empresas desoyen los pedidos de herramientas de trabajo, el pago de los servicios y nos hacen trabajar las horas perdidas por cortes de luz o internet.
Estas demandas son muy sentidas por nuestras compañeras y compañeros de trabajo y son discusiones que jamás se pusieron sobre la mesa de las paritarias. Como así también los problemas de salud que sufren muchas y muchos compañeros.
Por la reincorporación de las y los compañeros despedidos. Estas demandas son compartidas por todas y todos por lo que tenemos que seguir activos levantando estos reclamos. La actividad en las calles bajó estas últimas semanas con el cierre de paritarias, pero estamos convencidos que la bronca sigue y nuestro sueldo no alcanza para nada en un marco donde la situación económica está cada vez peor.
En septiembre de este año la pobreza alcanzó el 40 % y en nuestra provincia el número de desocupados llega al 20 %. El presupuesto 2021 no incluye los pagos del IFE y sabemos que la quita del ATP puede ocasionar despidos en los lugares de trabajo. La situación es inaguantable, además para diciembre se anunciaron tarifazos a los servicios básicos (luz, gas, agua). El plan de las empresas y el Gobierno, con la complicidad de las burocracias sindicales, es que los trabajadores en blanco, precarizados e informales paguemos la crisis en curso, sumiéndonos en más pobreza y precarización.
Dimos nuestra primera batalla en las paritarias, pero fue la primera, hay que prepararnos para el segundo round.
En enero se vuelven a juntar las empresas con el sindicato, no va dar lo mismo que nos preparemos continuando con las campañas y asambleas para informar y trazar planes, a que volvamos a empezar. Lleguemos preparados y fortalecidos para las próximas paritarias próximas, mientras levantamos y exigimos que se cumpla la ley de teletrabajo, ganando fuerza y permaneciendo en las calles.
También tenemos que ponernos como horizonte recuperar nuestro sindicato, donde existan delegados y delegadas de base, donde todo se defina por asamblea en los lugares de trabajo y realmente podamos sentirnos representados como trabajadores.
Pero no somos el único sector que se encuentra en condiciones precarias. Como decíamos más arriba, la crisis económica es generalizada y golpea a todas las familias trabajadoras. En la última semana vimos como se han movilizado las trabajadoras de limpieza, municipales, salud, AOITA. Todos con los mismos reclamos: paritarias y salarios igual a la canasta básica y basta de precarización del trabajo.
Es muy clara la tradición de las burocracias sindicales, marchar separados, cada uno con su rubro y sector. Lo hacen concientemente y en complicidad con las empresas, ya que lo que más temen es ver unidos y en las calles a los cientos de miles de trabajadores que sufrimos los mismos ataques.
Luchar por separado nos debilita, por eso tenemos que buscar la solidaridad y la unión entre los trabajadores, esta es la única manera que vamos a poder imponer que la crisis no la paguemos los de abajo mientras los buitres y las empresas se llenan los bolsillos. Lo empezamos a hacer solidarizándonos con las valientes trabajadoras de la limpieza, que desempeñan un trabajo considerado esencial presente en todos los los edificios, incluso en nuestros call centers.
Como hemos propuesto en nuestras asambleas, convencidos de que el camino es por esta vía, es que te invitamos a marchar este viernes 13 para acompañar a las trabajadoras de limpieza, para fortalecer esos lazos de solidaridad. Así como ellas lo necesitan, nosotros también.