Un equipo de médicos y científicos realizó estudios con test serológicos y encontraron que por cada enfermo hubo nueve infectados sin síntomas. ¿Qué significan estos resultados?
Domingo 19 de julio de 2020 22:38
Coronavirus en VILLA 31: 9 veces más contagios que los detectados | ¿QUÉ ES LA INMUNIDAD DE REBAÑO? - YouTube
Estos resultados surgen de un trabajo publicado como pre-print (es decir que aún no ha sido revisado por pares) de un equipo de investigadores del Hospital Italiano, del Hospital Gutiérrez, de la Fundación Instituto Leloir y del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires. Entre ellos se encuentra Silvana Figar, del Hospital Italiano; Andrea Gamarnik, quien lideró el equipo que desarrolló el test COVIDAR IgG y Fernán Quirós, el ministro de salud de la ciudad.
El desarrollo de la epidemia en el Barrio Mugica de Retiro siguió todas las características de un crimen social con un ritmo de propagación diez veces superior al del resto del país, mostrando la realidad de aquellos que “no están contemplados en los modelos”. El Barrio Mugica fue el primero en demostrar que el confinamiento no podía ser una "responsabilidad individual". A la precariedad de las viviendas y el hacinamiento de siempre se sumó la falta de agua durante días, imposibilitando medidas mínimas de higiene. La "supervivencia del día a día" hizo que muchos tuvieran que seguir yendo a trabajar y otros debieran continuar con sus trabajos esenciales (enfermeras, alimentación, limpieza). Los comedores triplicaron sus raciones, sin llegar a cubrir las necesidades, costándole la vida a muchos de sus referentes como Ramona Medina.
Hasta el primero de julio se habían registrado 2949 casos de Covid-19 y 44 fallecimientos. Este registro se basa en la detección de los casos mediante las pruebas de RT-qPCR, que detectan la presencia de material genético del virus y son más efectivas desde unos días antes hasta unos días después de la aparición de síntomas. Debido a las restricciones de la definición de caso sospechoso en el país, solo las personas con síntomas (y, en particular, con fiebre) fueron testeadas.
Para realizar el estudio de prevalencia que fue publicado en el sitio medRxiv, los investigadores utilizaron el test COVIDAR IgG, desarrollado íntegramente por investigadores argentinos. Este test no se utiliza para diagnóstico, ya que detecta los anticuerpos presentes en el plasma de personas infectadas con el virus. Estos anticuerpos alcanzan su pico varios días después de la infección pero permanecen mucho tiempo, incluso después de que la persona se haya curado. Por este motivo este tipo de test es eficaz para evaluar la extensión de la pandemia en la población, en estudios epidemiológicos, ya que permiten detectar casos no registrados, ya sea por síntomas leves, dificultades en el acceso al sistema de salud, casos asintomáticos, etc.
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Utilizando este tipo de test en el operativo DETeCTAr, los investigadores estimaron una prevalencia del 54,3% (porcentaje de personas contagiadas). Una tasa sin precedentes de infección, donde la mayoría de los infectados no desarrolló síntomas. También encontraron que los contagios se encontraban asociados al hecho de compartir el hogar y el vecindario.
Las condiciones de vida en CABA, al igual que en el resto del país, muestran brechas de desigualdad enormes desde hace décadas. La pandemia prendió la mecha y los primero brotes explosivos llevaron las cámaras a los barrios que los gobiernos se esfuerzan por ocultar. El Barrio Mugica, la Villa 1-11-14, la Villa Azul en Quilmes, solo para nombrar los primeros casos que captaron la atención mediática.
Dos preguntas importantes surgen de este número. Primero, ¿se debe la reducción de los casos en el barrio Mugica a partir de junio a la “inmunidad de rebaño”? Este tipo de inmunidad colectiva surge cuando un número elevado de personas se encuentra inmunizada contra la enfermedad (por ya haberla padecido o por la aplicación de una vacuna). A partir de cierto límite, el virus ya no encuentra nuevos huéspedes susceptibles, y la epidemia cesa. La inmunidad de rebaño se hizo conocida por ser la estrategia pregonada por Boris Johnson en el Reino Unido y Jair Bolsonaro en Brasil, y resulta inaceptable por su costo en vidas humanas.
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No hay consenso sobre el nivel al cual se alcanza la inmunidad de rebaño contra el Covid-19, pero podría estar entre el 45 y el 75% de la población. En este caso, podría ser posible que se hubiera alcanzado este nivel en el Barrio Mugica. Estas especulaciones, por lo demás aventureras en medio de la crisis sanitaria, suelen ser más una expresión de deseo que una solución realista a la crisis sanitaria. Una estrategia exhaustiva contra la pandemia implica escalar el rastreo y testeo, declarar de utilidad pública los laboratorios privados, unificar el sistema de salud, impuestos a las grandes fortunas, entre otras medidas que el gobierno viene eludiendo.
Por otro lado, una tasa de prevalencia tan alta desmiente las expectativas tanto del ministro Daniel Gollán, de la provincia de Buenos Aires, como de Fernán Quirós, de la Ciudad. Mientras el primero afirmó a Página 12 que “en las grandes ciudades del mundo, con un 10 o 15% de la población inmunizada, disminuye de manera drástica la cantidad de contagios”, el segundo señaló que “más del 10% de los habitantes de la Ciudad se han contagiado”, “De acuerdo a la experiencia internacional y lo que nosotros hemos experimentado en algunos barrios, la primera curva tiene un nivel de subida, estabilización y una bajada.”
Suponer que el 10% o más de los habitantes de CABA ya se encuentran contagiados surge de multiplicar por 10 el número actual de casos detectados por RT-qPCR y que corresponde a pacientes sintomáticos. Esta cuenta supone extrapolar lo sucedido en el Barrio Mugica al resto de la ciudad, sin considerar las diferencias demográficas y la enorme desigualdad económica entre diferentes sectores de la ciudad. Andrea Gamarnik, una de las autoras del trabajo señalaba en Twitter:
Lo que dice @jorgeluisaliaga es cierto, NO podemos extrapolar lo visto en la Villa 31 a TODO CABA. OJO CON ESTO. Muy probablemente estemos lejos de lo que sugieren las autoridades de Salud sobre 10% de infectados en la ciudad. NO PODEMOS sacar conclusiones sin datos! https://t.co/CAsucBRGoY
— Andrea Gamarnik (@GamarnikLab) July 18, 2020
El segundo interrogante que surge de este trabajo es el número relativamente bajo de personas fallecidas, con solamente 1,5% de letalidad. Esto podría ser un punto a favor de quienes proponen la “inmunidad de rebaño” como salida a la epidemia. Pero hay que señalar las características particulares del barrio: una alta proporción de población joven, en muchos casos migrante o con menor expectativa de vida. Solo el 1,5% de sus habitantes tienen una edad mayor a los 65 años (comparado con un 17% en el resto de la ciudad). Los adultos mayores son la principal población vulnerable para el Covid-19. Este es otro ejemplo de las falacias de extrapolar un resultado a toda la ciudad y del fracaso de intentar modelar el avance de la pandemia sin tener en cuenta la heterogeneidad.
Este estudio confirma que el Covid-19 afecta desproporcionadamente a las poblaciones marginales, como señalamos anteriormente desde La Izquierda Diario. Desde ancianos europeos apiñados en geriátricos, hasta las minorías latina, afrodescendiente y el pueblo Navajo en EEUU. Como afirmaban, entre otros, Adolfo Pérez Esquivel y Nora Cortiñas, al denunciar la Gobierno de la Ciudad por las graves violaciones a los derechos fundamentales que se produjeron en el Barrio Mugica, “Hoy ya no quedan dudas: esta pandemia sí distingue clase social y no afecta del mismo modo al conjunto de la población.”
Santiago Benítez
Dr. en Biología. Investigador del Conicet. Militante del Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).