Duro de Domar. Cristina en C5N: "Lo de Alberto fue una buena estrategia"

Una de las principales novedades que brindo Cristina Fernández en Duro de Domar fue el reconocimiento de la debilidad política del peronismo. Dejó en claro, en sintonía a lo que afirman muchas encuestas, que se trata de una elección de tercios y que sus expectativas están puestas en intentar alcanzar el ballotage. Esta debilidad a su vez quedó expresada en la propia entrevista, en la cual la vicepresidenta no dejó planteado un programa alternativo de Gobierno. Por el contrario, buscó una apelación a los gobiernos kirchneristas previos a 2015, pero sin precisar como recrearía las condiciones favorables de aquel entonces.

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En la extensa entrevista, la primera después de 6 años, se dedicó en gran parte a hablar de la persecución judicial y mediática "no solo a ella, sino a todo el peronismo" e incluso al sistema democrático. El último ejemplo del fallo arbitrario de la Corte Suprema para suspender las elecciones en Tucumán y San Juan sirvió como actualización del argumento de su "proscripción" por el fallo del juicio Vialidad por corrupción, para reafirmar que no será candidata, como dijera el martes en su carta. ¿Qué hacer con el Poder Judicial, sus relaciones con los servicios de inteligencia y grandes sectores del poder económico? No quiso decirlo.

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También evitó mencionar algunos de los temas centrales que en este momento generan fuerte expectativa, como su postura frente a las eventuales candidaturas del Frente de Todos. En ese sentido volvió a elogiar a “Sergio” (Massa) al decir que “agarró una papa caliente”. Fue sintomático que, más allá del distanciamiento con Alberto Fernández, reivindicó la decisión tomada hace 4 años al elegirlo como candidato a Presidente, justamente por unificar al conjunto del peronismo, incluyendo aquellos que en su momento desde La Cámpora y sus sectores más afines tildaron de “traidores”. ¿Un adelanto que puede llevara justificar una eventual candidatura de Massa?

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Desde el punto de vista de las perspectivas, Cristina volvió a referirse, como lo había hecho más temprano vía Twitter, a la necesidad de “revisar” el acuerdo con el FMI, la misma estafa que el Gobierno del que forma parte como vicepresidenta viene revalidando en cada pago y renegociación. A su vez, planteó la necesidad de un acuerdo con la oposición para mantener el orden del país y dar solución al problema de la “economía bimonetaria”, aunque no planteó ningún programa específico acerca de como terminar con la inflación que de manera cada vez más urgente golpea los bolsillos de las grandes mayorías. Sin embargo, reconoció que este es el mecanismo como se está dando la transferencia de ingresos hacia los grandes empresarios.

En otro punto del intercambio con Duggan, la ex presidenta volvió a polarizar con Milei, siguiendo con la estrategia discursiva que había ensayado en La Plata, al marcar como adversario al libertario y su programa económico. Una manera de intentar disputar un eventual ballotage, pero que tiene el riesgo de terminar dandole aún más vuelo a este personaje derechista.

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Mención aparte merece la reivindicación abierta de Sergio Berni junto a Nilda Garré como política de seguridad por su actuación en el Indoamericano, cuando este operativo tuvo un saldo de tres personas asesinadas por las balas en el 2010 por ocupar tierras para vivienda. Como si no hubiera pasado Guernica, ni Facundo Astudillo Castro bajo el mando de Berni en la Bonaerense desde que Kicillof es gobernador.

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Aunque había cierta expectativa por el posible anuncio de candidaturas, finalmente la entrevista concluyó sin fuertes novedades en el terreno político. Se espera que el próximo 25 de mayo Cristina Fernández vuelva a hablar en público en un acto organizado por sectores de la militancia peronista afines. Restan pocas semanas para el cierre de listas, mientras la crisis económica y social se sigue profundizando.