En tiempos donde algunas producciones se viralizan rápidamente, cada tanto aparece algún trabajo final de estudiantes de Arquitectura que tiene como objetivo reducir el déficit de viviendas.
Domingo 11 de junio de 2017 14:06
Uno de los videos que circuló hace algunos días trata de un grupo de estudiantes de la Universidad de Morón que diseñaron una vivienda para una familia en situación de marginalidad en la provincia de Santiago del Estero. La iniciativa/tesis se llama “Todos por Campo Gallo”.
En el video se puede observar la situación de una madre junto a sus hijos, que al igual que miles en el país, viven en condiciones de hacinamiento. A través de distintos procesos, que van desde el diseño a la recaudación de fondos, los estudiantes construyen una vivienda para gente real, con necesidades reales.
Algunos ejemplos de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño Industrial de Córdoba: el proyecto de “Reinterpretación del Habitar Wichi”, donde se planeó y construyó una vivienda para una familia originaria de Salta.
O la iniciativa “Huahua Yachaspá”, tesis de grado de estudiantes de arquitectura que plantean un espacio educativo construido con cañas de bambú y hojas de palma silvestre, también en el interior de Santiago del Estero.
Lo interesante de estas propuestas es el abordaje que se da desde el primer momento de desarrollar investigaciones sobre necesidades concretas, incluyendo la participación de la comunidad y partiendo de la premisa de que son trabajos que serán construidos. En el caso de los primeros dos, se investiga una temática tan necesitada y a la vez tan poco discutida dentro de la academia: la vivienda.
Estas excelentes producciones son una minoría dentro de los trabajos de tesis de grado de la FAUD. En general en los trabajos finales se resuelven grandes equipamientos urbanos, de gran escala y complejidad, que difícilmente vayan a ser construidos. Se desarrollan de esta manera excelentes producciones teóricas, con una alta calidad estética y de diseño, pero que nunca pasan a la práctica.
La distancia que existe en términos de vínculos con la sociedad y el territorio es enorme. La Facultad funciona aislada, salvo contadas excepciones, de una realidad que hace necesario cada vez más la intervención de estudiantes y docentes. No se discute, debate, opina enfáticamente sobre los procesos de desarrollo urbano formales e informales, y si existen estos debates, quedan reducidos al espacio del aula o taller, sin trascender los límites de las sedes de la institución.
Algunos aportes para dimensionar la problemática de la vivienda en la Argentina:
- 3,5 millones es el déficit habitacional en el país. Esta problemática afecta a 14 MILLONES de personas, es decir un 30% de la población.
- 242 mil viviendas se necesitan sólo en Córdoba. Según las fuentes oficiales de la provincia, lo que sugiere que pueden ser aún más. Esto incluye la necesidad de viviendas completamente nuevas y ampliaciones de viviendas existentes para salir de situación de hacinamiento.
- $ 600 mil se necesitan para construir una vivienda social de dimensiones mínimas (50m2), SIN contar los costos del terreno.
- 60 SUELDOS ENTEROS necesita un trabajador en blanco para poder alcanzar el sueño de la vivienda digna, tomando un sueldo base de $15.000. Para los trabajadores en negro (un 35 o 40% de la población, según el índice) la vivienda es eso, un sueño.
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¿Es razonable, conociendo los alcances y posibilidades que se abren, seguir pensando/diseñando mega proyectos que quedan sólo en ideas cuando la problemática de la vivienda es tan grande? La discusión se hace más importante incluso cuando se revisan los perfiles profesionales y de formación del plan de estudios actual. En el caso de los arquitectos, la gran mayoría termina construyendo viviendas, mientras que en el cursado de la carrera el estudio de esta tema se ve reducido sólo a un año.
En ese sentido reivindicamos como estudiantes la realización de proyectos finales que surjan de necesidades concretas y que aporten desde la práctica no sólo a los estudiantes, ya que su realización es en la mayoría de casos la primera obra que uno realiza como “profesional”, sino también para esa sociedad de la que muchas veces se habla en abstracto pero que tiene nombre, apellido, cultura, realidad, especificidad. Creemos que estos ejemplos deben ser uno de los ejes centrales en discusiones sobre la modificación de planes de estudio.
Pero sabemos que con estas experiencias no se resuelve el problema de la vivienda. Es mucho más complejo y hay responsabilidades políticas concretas. No es casual que lo que se construye en Córdoba dependa de las grandes empresas inmobiliarias (de los grupos Gama, Edisur, GNI, Regam, entre otros) que año a año avanzan sobre el territorio con countries, barrios cerrados o grandes torres en el centro de la ciudad, y que obtienen licitaciones para construir cómo y dónde quieran, ya que son los principales aliados de los gobiernos de Unión por Córdoba y el radicalismo.
Los destinatarios de esas proyectos son las clases medias/altas y altas, que son los pueden pagar la compra o el alquiler de estos inmuebles. Por el contrario, la gran mayoría de los laburantes hacen malabares para llegar a pagar alquileres. La vivienda no deja de ser un sueño lejano.
El financiamiento de planes de vivienda integrales que tiendan a disminuir la cantidad de familias que vivan en condiciones de hacinamiento o que directamente no tengan vivienda, queda siempre como uno de los últimos eslabones dentro de las políticas de Estado. Los que no tienen posibilidades de acceso a la vivienda son dejados de lado no sólo por los distintos gobiernos, sino también por la Academia que no debate, no discute y no proyecta sobre esta problemática.
¿Cómo sería si las y los estudiantes y docentes de la FAUD aprovecháramos nuestra capacidad inventiva y de diseño para intentar resolver estos problemas? Se hace necesario poner en discusión no sólo nuestros planes de estudio, para incluir en vez de funcionar aisladamente, sino también nuestro perfil profesional, para formar arquitectos más comprometidos con los procesos de transformación social.