La oposición patronal, alineada a la casta judicial, montó un pequeño escándalo en las redes sociales, con llegada a los grandes medios opositores. Defienden al rostro público de un juicio manipulado para proscribir a Cristina Kirchner y no para combatir la corrupción que existió efectivamente en los Gobiernos kirchneristas.
Lunes 12 de diciembre de 2022 15:43
"Todos somos el fiscal Luciani. ¡No queremos más violencia!", escribió Patricia Bullrich en su cuenta de Twitter cuando se enteró que el funcionario judicial había sido insultado en un restaurant en Mar del Plata, donde comía con parejas amigas, según él mismo indico posteriormente.
Bullrich, la misma persona que, junto a Javier Milei, se negó a condenar el intento de asesinato contra Cristina Kirchner ahora montó un circo alrededor de la agresión -bastante menor- que recibió el fiscal que intervino en la Causa Vialidad.
El circo de la oposición de derecha no terminó en la ex ministra de Macri. El radical Martín Lousteau llamó a "terminar con la violencia y la intolerancia en la Argentina" y llamó a trabajar "por un país con mayor convivencia democrática y por una sociedad que pueda vivir en paz".
En el mismo registro, María Eugenia Vidal afirmó que la agresión “merece el repudio de todos los que valoramos la justicia, comprendemos la división de poderes, y defendemos la República. La impunidad no es un sistema de gobierno". La misma apelación realizó el radical Mario Negri.
En este caso, la famosa “división de poderes” parece que no corre cuando se trata de la estrechísima relación entre jueces y funcionarios macristas que mostró el viaje a Lago Escondido, filtrado a los medios de manera ilegal.
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La nota, como siempre, la dio José Luis Espert. El derechista diputado dijo que la agresión había sido cometida por “simios drogados”. No es la primera vez que recurre a la comparación con los pobres monos -que no tienen la culpa de que Espert carezca de algo parecido a la creatividad-.
Luciani y la causa Vialidad
La oposición patronal juega una vez más del lado de la casta judicial. Haciendo la defensa de Luciani hace la defensa de una causa que, como se denunció, estaba fuertemente manipulada y direccionada para intentar la proscripción de Cristina Kirchner.
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En esa causa, sin embargo, quedó en evidencia el entramado de corrupción que existió en los años de los gobiernos kirchneristas. Los estrechos vínculos entre el empresario macrista Nicolás Caputo y José López -secretario de Obras Públicas de Néstor y Cristina Kirchner, desde 2003 y 2015- evidencian esa cartelización de la obra pública.
Sin embargo, ni en su desarrollo ni en la sentencia, el juicio apuntó a combatir esa corrupción que marcó no solo a las gestiones kirchneristas sino que es consustancial al sistema capitalista.
