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Red Internacional
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Doble vara. De Pedro repudió la represión de Morales pero se “olvidó” de la de Sáenz, el amigo salteño de Massa

Dos días después de la brutal represión que el radical Gerardo Morales llevó adelante en Purmamarca contra pueblos originarios, trabajadores, legisladores y periodistas, el ministro del Interior “Wado” de Pedro la repudió por tuit. Ni una palabra dijo sobre la represión que en Salta llevó adelante Saenz contra los docentes, dejando 19 detenidos. La vicepresidenta Cristina Kirchner no dijo una sola palabra.

Diego Iung

Diego Iung @IungDiego

Lunes 19 de junio de 2023 22:30

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Recién luego de que el gobernador jujeño Gerardo Morales lo mencionara directamente (eso si, para exigirle que el Gobierno Nacional reprimiera directamente), el ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro, emitió un escueto tuit repudiando la represión llevada adelante por la policía jujeña. Habían pasado dos días desde que los golpes y los tiros de la infantería dejaran un saldo de decenas de heridos, incluyendo disparos a la cara de la mujeres, trabajadores, estudiantes y miembros de las comunidades originarias que se manifestaban contra la reforma reaccionaria del “emperador” Morales. Habían pasado dos días también de que hubieran quedado detenidos alrededor de 30 personas, incluyendo periodistas y a la legisladora y ex convencional constituyente, Natalia Morales. ¿Se habrá olvidado porque el vice de Morales es un personaje cercano a Sergio Massa?

Pero no solo eso, el ministro, uno de los que suena fuerte en la ruleta de nombres para encabezar la lista peronismo en la que juegan el ministro Sergio Massa y la vicepresidenta Cristina Kirchner, nada dijo de otra brutal represión ocurrida pocas semanas atrás. En la provincia de Salta fue el peronista Gustavo Sáenz quien desalojó a los palazos a los docentes que protestaban en las rutas contra los salarios de hambre. Sáenz, un aliado firme de Massa, sin ningún problema para dejar presos a 19 maestros y avanzar en una ley antipiquetes. Se ve que al ministro el discurso progresista le vale para algunas provincias, porque si los palos los manda el peronismo “mejor no hablar de ciertas cosas”.

De la misma manera en que tampoco el ministro repudió el desalojo y los palos a las personas que peleaban por tierra para vivir en Guernica. Si el que prende fuego a las casillas de chapa es Berni o Kicillof…silencio. Si el peronista Arcioni gasea a los docentes en Chubut, de nuevo silencio. Y si Anibal Fernandez carga contra los mapuches en la Patagonia…silencio. El mismo silencio que todavía guarda Cristina Kirchner incluso ante la represión salvaje ocurrida en Jujuy. Parece que la rosca electoral y la definición del candidato no deja tiempo para ocuparse de estas cosas. “Unidos por la Patria”...parece que no todos, sobre todo si son trabajadores o pueblos originarios que salen a pelear por sus derechos.

De Pedro ahora repudia la represión y dice que “otra Argentina sin violencia es posible”, pero el ministro parece que se olvidó de que la reforma reaccionaria de la constitución que hoy enfrenta el pueblo en las calles, uno de cuyos puntos más odiados es el ataque el derecho a la protesta para que el gobierno de turno tenga vía libre para la represión, lo votó de conjunto el peronismo del cual es uno de los principales dirigentes.

El abrazo entre el vicepresidente del PJ, Guillermo Jenefes y el gobernador Morales al finalizar la votación de la reforma pintó de cuerpo entero la complicidad del peronismo para habilitar esta escalada represiva, por más que ahora posen de desentendidos y llamen a “la paz” como también lo hizo el PJ provincial en una solicitada este lunes por la tarde.

Ante tanto doble discurso, solo el Frente de Izquierda - Unidad viene levantando una perspectiva independiente, acompañando al pueblo trabajador en las calles y en la lucha. Este martes será una nueva e importante jornada, con movilizaciones en Jujuy, en la Ciudad de Buenos Aires y otras provincias para repudiar la represión y continuar la lucha hasta que caiga de conjunto esta reforma que ataca derechos elementales del pueblo pobre y trabajador.