Durante el año 2013 Alberto Barbieri fue elegido como rector de la UBA. A su vez, en marzo de 2014 fue desginado como vicerrector Darío Richarte, de larga tradición radical y quien fuera subsecretario de la SIDE durante el gobierno de la Alianza. Vínculos oscuros y una universidad al servicio de unos pocos.
Tomás Máscolo @PibeTiger
Juan Manuel Astiazarán @juanmastiazaran
Viernes 6 de marzo de 2015
Richarte y sus “buenos muchachos”
Durante el gobierno de Fernando De la Rúa se desempeñó como segundo en la conducción de la SIDE. Fernando de Santibañes ocupaba el cargo principal por aquel entonces y desde las sombras ¨monitoreaban¨ la gestión. El jefe de operaciones de esta estructura era Brousson, oficial de inteligencia del Ejército, y contaba con el padrinazgo de Enrique “Coti” Nosiglia, uno de los principales operadores políticos de la Unión Cívica Radical y de la SIDE.
Richarte, joven abogado que venía del aparato radical, era por aquel entonces uno de los miembros del famoso “Grupo Sushi", el aparato político liderado por Antonio de la Rúa en la Ciudad de Buenos Aires. Mejor conocido como ¨Señor 8¨ dentro de los servicios de inteligencia, fue el encargado de las operaciones para salvar a los funcionarios aliancistas acusados por las coimas de la Ley Banelco en el Senado. A su vez, el período en que ejerció su cargo está marcado a fuego y sangre por la brutal represión en las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, que finalizaron con más de 30 muertos en todo el país.
Son allegados a Richarte el secretario de energía Daniel Cameron y el empresario Matías Garfunkel, relevante accionista en dos grupos de medios, uno en sociedad con el ex banquero Raúl Moneta y Grupo Veintitrés.
Por otra parte, es conocida la relación de Richarte con hombres fuertes del gobierno nacional como Juan Manuel Abal Medina, docente de la facultad de Ciencias Sociales de la UBA y ex Jefe de Gabinete, como también Julio de Vido, actual ministro de planificación que atraviesa causas judiciales en su contra por enriquecimiento ilícito. Ex defensor penal del procesado vicepresidente Amado Boudou, cuenta con una larga la lista de conexiones que lo vinculan con lo más granado de los casos de corrupción empresarial y estatal.
Los “sótanos” de la UBA
Tras su ¿retirada? de la SIDE, Richarte volvió a pisar fuerte en la UBA. Actualmente se desempeña como subdirector de la revista “La U”, publicación gratuita editada por EUDEBA con apoyo “Coti” Nosiglia entre otros, y en el año 2014 fue designado por el rector Alberto Barbieri como vicerrector de la UBA, con el visto bueno de los decanos que integran el Consejo Superior.
Conformado por los 13 decanos de las facultades y 5 titulares por cada claustro de profesores, graduados y estudiantes, el Consejo Superior de la UBA mantiene inalterable una enquistada y antidemocrática forma de funcionamiento. De esta manera, los más de 300.000 estudiantes que forman parte de la UBA actualmente cuentan con la ínfima representación de 5 consejeros, mientras que apenas unos 2.000 profesores titularizados son los que pueden ser electos como consejeros o como decanos de sus respectivas facultades, contabilizando un total de 18 representantes.
Este mismo sistema antidemocrático no sólo es el que alienta la promoción de posgrados privados y convenios con empresas multinacionales, haciendo de la educación pública un negocio millonario, sino que funciona como la puerta de entrada para personajes como Richarte, proveniente de los llamados “sótanos de la democracia”.
Que se vaya Richarte: el puntapié para democratizar el cogobierno universitario
Desde el momento de la designación de Richarte como vicerrector han sido numerosos los pronunciamientos públicos en su contra y los pedidos para que renuncie. Durante el año 2014 los centros de estudiantes de Ciencias Sociales, Psicología y Filosofía encabezaron una campaña para exigir la separación de su cargo, realizando clases públicas para mostrar el repudio que existe a su figura. Este año, con la crisis desatada por la muerte del fiscal Nisman y los servicios de Inteligencia, todas las miradas vuelven a posarse sobre la figura del vicerrector y sus vínculos oscuros que lo ligan, incluso, con el señalado “Jaime” Stiuso, Director General de Operaciones de los servicios de inteligencia durante 34 años.
Nicolás Vigarelli, presidente del centro de estudiantes de la facultad de Ciencias Sociales y militante de la Juventud del PTS afirmó: “propusimos a la comisión directiva de nuestro centro de estudiantes llevar la exigencia al Consejo Directivo de la facultad para que se pronuncie ante esta situación. Así haremos en cada una de las facultades de la UBA. Junto con reconocidas personalidades de DD.HH que vienen sumando sus adhesiones, queremos impulsar una gran campaña por que se vaya Richarte de la UBA, como puntapié para pelear por su democratización”.
La Izquierda Diario intentó contactarse con numerosos decanos para pedirles su opinión frente a estos hechos, pero en cada caso encontró la negativa y el silencio como respuesta. La licencia otorgada a Darío Richarte por el rector Barbieri no parece más que la continuidad del encubrimiento a su figura. Mientras tanto, la bronca y el repudio entre estudiantes y docentes aumentan con este nuevo escándalo.
Tomás Máscolo
Militante del PTS y activista de la diversidad sexual. Editor de la sección Géneros y Sexualidades de La Izquierda Diario.