Frente la suspensión de clases, el Centro de Estudiantes (dirigido por el PS) se mostró victorioso al lograr "aprobar las clases virtuales". Como respuesta, recibió cientos de críticas de estudiantes que ven peligrar su acceso a la educación ¿Educación elitista?
Lunes 6 de abril de 2020 20:42
El viernes pasado el rectorado de la UBA emitió un comunicado en el que suspende las clases hasta el 1 de junio por la pandemia del Covid-19. Dentro de ese comunicado, dejó abierta la posibilidad de que las facultades den “clases virtuales”. Esta medida causó incertidumbre en el estudiantado sobre cómo continuar los estudios.
Se abrió un gran debate por una publicación de Nuevo Derecho, agrupación estudiantil que conduce el centro de estudiantes de la facultad. Vale aclarar que esta agrupación política se referencia en Roy Cortina, quien forma parte de la coalición de Juntos por el Cambio con Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires.
Un estudiante comentaba a este diario: “Una compañera mía de Teoría, por ejemplo, se maneja sin wifi, está con datos hace 1 mes, y no entra al campus. Pide que le pasemos las cosas las hace por celu”.
Esta resolución es expresión de desconocer la realidad de muchos de los que cursamos todos los días, ya que se venía implementando las cursadas virtuales a través de distintos formatos y se veía que son cientos los estudiantes que no pudieron seguir los ritmos de cursadas virtuales. De similar modo, los docentes ad honorem (que trabajan gratis) tuvieron que convertir todo el material de estudio a la forma “virtual” y eso conlleva mucho tiempo.
Somos muchos que por la situación de crisis sanitaria y económica que está atravesando el país se nos hace muy difícil continuar la carrera por problemas económicos. Ya hay miles de despidos y suspensiones en el país, además tenemos los peores trabajos, precarizados en estudios jurídicos o en call centers, etc.
“Si fuimos despedidos y no tenemos ingresos, y si no tenemos tecnología para poder acceder a la cursada virtual, ¿cómo pagamos internet?”
Esta realidad es ignorada por el Rectorado, la conducción del Centro de Estudiantes y la gestión de Franja Morada, agrupación radical, también parte de la Coalición de Juntos por el Cambio.
Sin embargo, ¿qué le podemos exigir a un Gobierno que está más preocupado en abrir un centro de detención para adolescentes que no cumplan con la cuarentena obligatoria?
En la Ciudad de Buenos Aires deciden poner más plata para represión, pero los estudiantes deberíamos estar discutiendo el acceso de todos los estudiantes a la facultad con el centro de estudiantes a la cabeza de organizar y pensar qué rol podemos jugar ante esta crisis.
Si bien la Facultad de Derecho UBA cuenta con recursos, gracias a los posgrados privatizados y los convenios con empresas privadas como Laboratorios Roemmers (cuestionados por aumentar sus ganancias con esta crisis sanitaria), Zurich, Volkswagen, Toyota, las autoridades no declaran hasta el final el presupuesto disponible gracias a estas empresas. Estos recursos tienen que estar en función de las necesidades de los estudiantes.
La agrupación Nuevo Derecho y la oposición, juntos de la mano
En el medio de esta situación que nos preocupa a todos, muchos expresamos nuestra bronca en las redes sociales para hacer escuchar nuestra voz, y qué opinamos sobre esta decisión que tomaron. Ante esto borran los comentarios en las páginas de la facultad censurando nuestra voz. Lo más agravante de todo es que fue tomada sin consultarnos a los estudiantes.
La “oposición” a la conducción, Acción Colectiva + La Centeno (K/PJ), lejos de hablar de la realidad, como la expulsión de cientos de estudiantes, miles de detenciones ilegales, jubilados amontonados en la puerta del banco para poder cobrar ya que no llegan a fin de mes, son parte de autoridades de la UBA. Ellos son los que emiten este comunicado, dejando a los estudiantes a su propia suerte y haciendo que cada vez sea más de élite la posibilidad de acceder a la universidad en esta situación.
Desde la Izquierda en Derecho proponemos un plan integral de becas para todos los estudiantes, para poder financiar sus estudios y que ningún estudiante tenga que decidir entre comer o continuar con la carrera, ante esta grave situación económica.
Sólo con el 3% de impuestos a los más ricos del país se podría garantizar sueldos de cuarentena a los que no estén cobrando y para los desocupados.
La semana pasada se destinó U$S 250 millones para el pago de la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional, mientras ese dinero podría ponerse para cubrir las necesidades de miles en todo el país.
Además, ¿el único rol que puede jugar el centro de estudiantes es pelear por la reglamentación de las cursadas virtuales?
Nosotros pensamos que nuestra intervención para evitar el impacto de la crisis sanitaria en los trabajadores es esencial, por eso abrimos la convocatoria para que estudiantes y abogados podamos colaborar con la crisis social abierta en nuestro país.
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Entendemos que tenemos que poner nuestros conocimientos al servicio de los trabajadores y los sectores populares que son los que están perdiendo en medio de esta pandemia.
