×
×
Red Internacional
lid bot

REDUCCIÓN JORNADA LABORAL. Derechos de los trabajadores: Patricio Melero da portazo a reducción de jornada laboral a 38 horas semanales

Esta semana se retomó el debate respecto a la reducción de jornada laboral en hasta 38 horas semanales y bajo el formato de 4 días laborables y 3 de descanso. La propuesta fue levantada por diputados de la vieja Concertación y de Apruebo Dignidad, esto sumado al proyecto que descansa por años en el Congreso impulsado por Camila Vallejo y Karol Cariola del Partido Comunista que buscaba reducir la jornada a 40 horas semanales. Ante el anuncio, desde la Moneda no tardaron en salir a responder indicando que “no es el minuto ni la oportunidad”. En plena pandemia aumenta la cifra de desocupación y el agobio, ¿cuándo será el minuto y la oportunidad para las y los trabajadores?

Miércoles 30 de junio de 2021

La discusión sobre la reducción de la jornada laboral volvió a tomar agenda luego que esta semana un grupo de diputados compuesto por (PS), Tucapel Jiménez (PPD), Andrea Parra (PPD), Rodrigo González (PPD), Jaime Naranjo (PS), Alejandra Sepúlveda (FREVS), Diego Ibáñez (CS) y otros. Quienes firmaron la iniciativa parlamentaria de reducir la jornada laboral en 38 horas semanales, y bajo el formato de 4 días laborables y 3 de descanso. Según los firmantes el proyecto de ley no reduciría el salario ni los derechos laborales.

Ante el cometido parlamentario, Patricio Melero, Ministro de Trabajo y Previsión Social a través de una entrevista concedida a Radio Duna no tardó en salir a poner el portazo al proyecto de ley, indicando que “Tenemos un proyecto de ley en el Congreso que lleva casi 2 años, ahora se presentó un nuevo proyecto. Creo que hay un tema de fondo y de oportunidad, en el tema de oportunidad me parece que no es el momento en Chile para reducir aún la jornada laboral. Estamos en un contexto de enorme dificultad de la pandemia, estamos con un nivel muy alto de cesantía y un nivel de productividad muy bajo, y claramente lo que hay que reimpulsar, la prioridad número uno es recuperar cerca de 80 mil a 1 millón de empleos que nos faltan”.

En sus palabras, el ministro del trabajo, indica que en Chile no es el minuto ni la oportunidad para tener una reducción laboral, justificando la negativa, y afirmando que están concentrados en la recuperación de empleos. Las palabras de Melero no son otra cosa que demagogia, recordemos que en plena pandemia desde el gobierno de Sebastian Piñera, con el apoyo de la “oposición” desde la DC hasta el PC, aprobó la Ley de Protección al Empleo, la cual ha causó que miles de trabajadores tuvieran que conseguir sus fondos de cesantía para sobrevivir, además que la cifra de cesantía aumentó en un histórico 11.2% durante plena primera ola de la pandemia en 2020, y no es en baladí sino por que todas las medidas adoptadas desde el gobierno fueron encausadas a no tocar las ganancias empresariales y haciendo pagar la crisis a las familias trabajadoras.

Según las cifras entregadas por la última Encuesta Nacional de Empleo elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el desempleo durante el trimestre móvil febrero-abril de este año no baja de las dos cifras con un 10,2% de desocupación subiendo un 0,1 PP del trimestre móvil anterior.

La reducción de la jornada es posible y podemos ir por más

Las y los trabajadores son quienes han tenido que cargar en sus espaldas y en las de sus familias los efectos de la pandemia por el Covid 19, desde los efectos económicos hasta los muertos. Mientras desde la Moneda niegan el derecho a descanso de las y los trabajadores indicando que no es el momento de reducir la jornada laboral, los grandes grupos económicos siguen amasando fortunas.

En ese contexto el gobierno ve inconveniente reducir la jornada laboral. Es un golpe de timón para defender el Chile heredado de la dictadura, en el que se tienee que trabajar 6 días, hacer horas extras con contratos precarios y donde los derechos básicos están privatizados. Donde hay cesantía porque a los capitalistas les conviene que compitamos por trabajar con salarios de hambre, y que tienen las leyes a su favor.

Nos dicen que la economía va a ir a la baja y que habrá despidos, en donde el clima de “inseguridad” limitaría la inversión. Pero mientras nos hablan de “complejo escenario económico” el puñado de trasnacionales que saquean el país siguen ganando millones y el cobre sigue en precios elevados.

La rebelión popular y el histórico para nacional del 12 de noviembre mostró que la clase trabajadora tiene la fuerza para poner a este régimen empresarial contra las cuerdas y que podemos ir por todo.

No solo es posible reducir la jornada laboral y asegurar el derecho al descanso y al ocio de la clase que produce, también se puede poner fin a la cesantía si se reparte el trabajo entre ocupados y desocupados, sin rebaja de sueldo y con un salario mínimo acorde a las necesidades básicas como piso mínimo de 550 mil pesos. Para esto tenemos que tocar las ganancias de quienes se beneficiaron por 30 años a costa de nuestras vidas.