La Policía tailandesa ha hallado ocho campamentos ilegales y decenas de tumbas de inmigrantes en el sur del país desde el inicio de la crisis humanitaria provocada por el tráfico de personas en la región.
Jueves 14 de mayo de 2015
Las fuerzas de seguridad encontraron los campos abandonados, ya que presuntos traficantes huyeron antes de que llegaran los agentes.
En los ocho campamentos hay un total de 117 estructuras, como casas o cobertizos.
Los campos y las tumbas con los restos de inmigrantes, fallecidos por las malas condiciones de reclusión, se encuentran en su mayoría en la provincia de Songkhla, situada junto a la frontera con Malasia.
Hasta el momento, las autoridades han hallado cerca de los campos a 312 personas de origen birmanos y bengalíes a los que consideran inmigrantes ilegales, excepto 63 que han sido catalogados como "víctimas del tráfico de personas".
De los inmigrantes, que padecieron abusos y falta de alimentos en los campos ilegales, 80 son de la etnia rohingya, una perseguida minoría musulmana de Birmania (Myanmar).
La Policía ha detenido en las últimas dos semanas al menos a 22 personas, en su mayoría oficiales y funcionarios locales, y a dos policías, mientras que una treintena se encuentran en busca y captura.
Las autoridades de Bangkok anunciaron anoche la convocatoria de un foro regional el 29 de mayo con representantes de Birmania, Malasia, Indonesia, Laos, Camboya, Vietnam, Estados Unidos y Australia, además de varias agencias de la ONU.
Los inmigrantes birmanos y bengalíes se embarcan en el océano Índico en peligrosas travesías en barcos para llegar a Malasia e Indonesia para lo que permanecen durante meses en los barcos o son recluidos en campos ilegales en Tailandia, país de tránsito.
Muchos son rohingyas, unas de la minorías más perseguidas del mundo, según las Naciones Unidas, y que no son reconocidos como ciudadanos en Birmania, donde son calificados de bengalíes, ni en la vecina Bangladesh.
Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), unas 25.000 personas zarparon en barcos desde Bangladesh y Birmania durante el primer trimestre de 2015, el doble del número registrado en el mismo periodo de 2014.
La Izquierda Diario/ EFE