Paritarias. Docentes de la UNCuyo van al paro

La medida de fuerza se debe a que la paritaria se encuentra vencida desde fines de febrero y la pérdida de poder adquisitivo es superior al 20% en relación a la inflación. Esta medida se logrará mediante la suspensión total de las clases, actividades académicas y de investigación presenciales y virtuales.

El Ministerio de Educación incumplió el compromiso de iniciar las discusiones en el mes de marzo ignorando la caída del salario docente, los gastos de la enseñanza virtual y el convenio colectivo de trabajo en relación a las condiciones y medio ambiente de trabajo en el marco de la pandemia.

Un docente Jefe de trabajos prácticos con dedicación simple (10 horas semanales) cuyo sueldo es de 10 mil pesos, no llega ni a la línea de indigencia, que para febrero era de $20.947,45 para una familia tipo 2. Además, en la modalidad virtual las horas dedicadas entre el armado de clases y la atención de alumnos se duplica y en el caso de docentes que tienen personas a cargo se puede hasta triplicar la jornada.También se suma la situación de docentes contratados/as que no forman parte del presupuesto de las facultades y son calificados/as como “refuerzos momentáneos” y sin embargo se encuentran en esta situación hace años.

Vamos al paro, pero no estamos solos y solas. Frente a la miseria creciente, la inflación y los ajustes es necesario decir que las luchas se dan en varios sectores. Los y las trabajadoras de la educación nucleados en el SUTE vienen desarrollando un plan de lucha, que acompañamos: caravanazos, carpa y un importante paro de no inicio de clases, el primero después de la imposición del Ítem Aula. Las y los precarizadxs del sector salud no han dejado de luchar desde el inicio de la pandemia. La Cooperativa La Terre resiste ante la amenaza de desalojo. Y esta semana vimos a los vitivinícolas realizar un histórico paro. Se hartaron de los bajos salarios que percibe el sector pese a las grandes ganancias de los empresarios y el desprecio e invisibilización que sufren. En ese mismo sentido los Centros de Estudiantes de Filosofía y Letras y de Ciencias Políticas y Sociales, agrupaciones estudiantiles y un centenar de estudiantes y docentes han apoyado este inédito paro nacional vitivinícola. A esto se le suma el movimiento de mujeres que no ha abandonado las calles y hoy sigue peleando para frenar el flagelo de los femicidios. Si nos uniéramos estaríamos ante una fuerza poderosa para pelear por todas las demandas.

Todavía sigue fresco en la memoria de los mendocinos y las mendocinas la gran pueblada de diciembre de 2019 en defensa de nuestra 7722. Hoy sabemos que es la unidad del pueblo trabajador junto a las asambleas en las calles lo que nos va dar nuestras victorias. Una importante lección para pensar cómo seguir y fortalecer también nuestra lucha por condiciones laborales, salariales y en defensa de la Universidad Pública.

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