Familias indígenas del pueblo de Coranzuli, del Departamento de Susques, realizaron un cartelazo en la Escuela 362 Héroes de Malvinas y decidieron no enviar a sus hijas e hijos a la escuela ante la falta de personal de servicios generales. "Desde el Ministerio de Educación afirmaron que con el personal existente es suficiente pero no renovaron puestos de trabajo de jubiladas y no se garantiza limpieza y las meriendas de la jornada completa", afirmaron.
Viernes 1ro de noviembre 13:24
En el territorio donde saquean el litio las multinacionales Sales de Jujuy S.A. y EXAR, las escuelas públicas no cuentan con las condiciones necesarias, presupuestarias y trabajadores, para garantizar el dictado de clases afectando la educación de infancias y jóvenes.
Expresión de ello es lo que sucede en la Escuela del pueblo de Coranzulí, ubicado al norte del departamento de Susques, región donde saquean el litio y otros minerales, que muestra la dura realidad de pueblos "olvidados" por el Estado y los gobiernos, salvo si se trata de garantizar los territorios de sacrificio para quienes amasan fortunas a costa del despojo y destrucción de territorios y de vidas.
Madres y padres definieron visibilizar la situación ante la falta de respuestas por parte del Ministerio de Educación de Jujuy y sus funcionarios. Por eso además del cartelazo definieron no enviar a sus hijos ya que en la escuela no cuenta con la cantidad necesaria de trabajadores para las tareas de limpieza, merienda y almuerzo, que actualmente recae sobre una sola trabajadora, que es personal de servicios generales.
La escuela dejo de ser albergue para infancias de otras comunidades por los recortes presupuestarios. Ahora ni siquiera se garantiza la jornada completa. En este último tiempo se jubilaron cinco trabajadoras y no hubo reemplazos, tampoco por licencias, comenta una madre que se contactó con La Izquierda Diario.
Desde el Ministerio de Educación respondieron que no aumentarán el personal por la matrícula que hay, actualmente 45 alumnos. Una política deliberada de ajuste. Cuando lo que rige es la cantidad y no garantizar el derecho a la educación.
El ataque a la educación pública se expresa también en los territorios donde viven y habitan las comunidades indígenas. Las políticas extractivistas tiene su correlato con el despojo que se expresa en la salud y educación. De hecho se viene denunciando, el cierre de escuelas rurales, la falta de alimentos, docentes y trabajadoras que realizan otras tareas, la mayoría mujeres.
El Ministerio de Educación utiliza criterios mercantiles de rendimientos y matrícula sin que el Estado de Jujuy garantice las condiciones sociales y económicas para garantizar el derecho universal a la educación para las infancias indígenas. Se suma a ese argumento la falta de presupuesto, expresión de las políticas deliberadas de ajuste del Gobierno de Carlos Sadir, con el apoyo del PJ, acordes a las políticas nacionales de Milei.
Cae por los pisos ese argumento cuando el Gobierno de Jujuy sigue anunciando que maneja superávit a costa de garantizar salarios de pobreza de las y los trabajadores, que da muestra que plata hay, y podría haber mucho más con el cobro de impuestos a las mineras, para dar respuestas a las demandas económicas de la docencia y estatales, pero también para garantizar reemplazos, cubrir vacantes de jubiladas, la existencia de escuelas albergues y alimentación saludable y suficientes en todas las escuelas de jornadas simples y completas.
La decisión de docentes del CEDEMS de avanzar con el paro por tiempo indeterminado y la exigencia de la base de ADEP por asambleas zonales y medidas de lucha unitarias, es el camino para sumar el reclamos de la comunidad educativa y estos planteos, para armar un pliego de demandas y luchar con un mismo puño.
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